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viernes, 14 de octubre de 2011

Dice periodista Luis Agustín González: es más un fallo político que en derecho

Foto de Gerald Bermúdez @Geraldkurt - Fusagasugá septiembre 21 de 2011 Copyrigth.

Más de 20 periodistas en los últimos 10 años han sido involucrados en acusaciones de calumnia e injuria, con tutelas y demandas, casi siempre, de políticos que buscan limitar la libertad de expresión o el derecho a informar.

Quizás los casos más recordados son el de el sociólogo y periodista Alfredo Molano a quien el juez cuarto Penal Municipal de Conocimiento, José Eduardo Saavedra, absolvió de toda responsabilidad penal por calumnia e injuria acusado por la familia Araujo.

Por otro lado, la Juez 23 Penal Municipal de Bogotá  Sofía del Pilar Barrera Mora emitió una Sentencia absolviendo a Claudia López de calumnia e injuria por demanda de Ernesto Sámper Pizano (ex presidente). 

El periodista Daniel Coronell, en su columna en la revista Semana, denunció a Carlos Náder  (Descubriendo al Verdugo, junio 27 de 2005) y este demandó a Coronell, a María Jimena Duzán y a María Isabel Rueda por que estás se solidarizaron con el colega en otra columna de opinión.

Más recientemente, en septiembre pasado, la Juez 16 Penal de Bogotá, con funciones de conocimiento, acogió la petición de la Fiscalía y exoneró a los periodistas Darío Arizmendi Posada, Clara Elvira Ospina, Vicky Dávila, Juan Carlos Giraldo y Héctor Rincón Tamayo, demandados por el presunto delito de calumnia por el ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria.  

Salud Hernández, Felipe Zuleta y el columnista Ramiro Bejarano son también periodistas que han tenido que lidiar, más de una vez, con esta velada manera de acallarlos. 

Pero si esto es en Bogotá, en las regiones (lo que llaman provincia) es aún más grave. 

"Empapelados juridicamente", periodistas del Cásanare fueron acusados por calumnia e injuria por el Gobernador del departamento. Ellos son: César Colmenares, Martha Isabel Cifuentes, Martha Cabezas, Iván Vargas, Amparo Acuña, de la emisión ''Contacto Noticias'', por  presunta difamación en contra suya  el Gobernador Raúl Flórez.  

Igual situación vivieron Rubén Darío Venegas, Jorge Luis Ospina y Javier Gaviria, del programa ''La Voz de Casanare'', radio La voz de Yopal.




En opinión de Andrés Morales, Director de la FLIP (Fundación para la Libertad de Prensa), en Colombia, las tutelas y acciones penales se han convertido en "herramientas jurídicas para censurar a los periodistas". Explicó Morales que, en los datos de acoso judicial contamos con dos líneas de acciones jurídicas a las que se le hacen registro y monitoreo; por un lado las denuncias penales por delitos de injuria y calumnia, y por otro acciones de tutela contra periodistas por la supuesta vulneración el derecho a la honra y buen nombre. En el cuadro de acciones de tutela nos referimos a acciones interpuestas contra periodistas de las cuales 23 ya fueron falladas. Por otro lado tenemos las acciones jurídicas por injuria y calumnia cuyos datos son del periodo comprendido entre el año 2.005 al 2.010. En lo que respecta a datos ofrecidos por el departamento de Cundinamarca, se tiene que 13 casos se presentaron en la ciudad de Bogotá y 2 casos de Fusagasugá".

El pasado 21 de septiembre, pocos días después de conocerse el sentido de la Sentencia de la Juez Primera Penal Municipal de Fusagasugá, Clara Inés Casas Romero, que condenó al periodista Luis Agustín González, me desplacé en compañía del colega Gerald Bermúdez a Fusagasugá. Quería conocer, escuchar su historia y revisar los hechos en los que "sustentó" la Juez su decisión de condenar al periodista a 20 meses de prisión y 20 salarios mínimos legales. 

Su abogado, Pedro Vaca, presentará una apelación de la decisión judicial contra González, la cuál radicará en los próximos días en el Juzgado Primero Penal Municipal de Fusagasugá, el cuál deberá hacer traslado al Tribunal Superior de Cundinamarca (en Bogotá), para que absuelva, en los próximos días, el derecho presentado por el periodista a través de su abogado. 

Los invito a escuchar (audio tomado por Gerald Bermudez) la entrevista que le hice al periodista Luis Agustín González en este link  Community Audio,  a donde muy amablemente la subió el periodista Pablo Medina Uribe (@derpoltergeist). 


http://www.archive.org/details/EntrevistaDeGloriaOrtegaConLuisAgustnGonzlez 


Si utiliza alguna foto de este Post y del Blog debe indicar el siguiente crédito: Foto(s) by Bunkerglo/Gloria Ortega http://somossentipensantes.blogspot.com Compartidas por su autora exclusivamente para medios digitales. No se autoriza la reproducción parcial o total en ningún medio impreso (análogo) sin expresa autorización de su propietaria. Derechos protegidos por CC Creative Commons.

martes, 11 de octubre de 2011

Condenado por calumnia e injuria el periodista Luis Agustín González

La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír. George Orwell 

Mi defendido es un ciudadano que vive hace más de 20 años en Fusagasuga, con una hoja de vida intachable dedicada al periodismo, actividad considerada altruista dentro de la sociedad; que tiene dos hermanos; que todos hacen parte de una tradición familiar de gente correcta, de gente de buena, de valores; de igual forma mi representado cree en Dios, cree también en la participación ciudadana. [Mi defendido] cree que hace un rol en la sociedad para que las cosas que han sido complicadas en el pasado en nuestro país, puedan ir siendo superadas. Prueba de ello es que está siempre preocupado por las condiciones de la comunidad; que evidentemente es un periodista que ha tenido perspectivas críticas como las han tenido muchos otros periodistas y no periodistas; que no cuenta con antecedentes penales, ni disciplinarios, ni de ningún tipo, que rinde cuentas de sus impuestos con total transparencia, que tiene respeto ante las autoridades de sus decisiones, que es soltero. Es una persona que nunca ha hecho parte de ningún tipo trifulca callejera, no altera el orden público, se considera y ha hecho su labor durante más de diez años en función de lo que él considera el derecho de opinar y a informar, que de alguna manera es un derecho  relacional que encarna otros valores que afectan a la sociedad.

Pero esas condiciones civiles, individuales, familiares, sociales y antecedentes que señaló el abogado Pedro Vaca de su defendido, el periodista Luis Agustín González, así como los alegatos en libertad de opinión junto con la sólida argumentación constitucional y jurisprudencial que la soporta, no fueron suficientes. La Juez Primera Penal Municipal de Fusagasuga, Clara Inés Casas Romero, le dio la razón a la demandante Leonor Serrano de Camargo y condenó al periodista Luis Agustín González de los delitos de injuria y calumnia, rompiendo así el blindaje argumental, jurídico e interamericano en defensa de la libertad de opinión que había sentenciado la Jueza 23 Penal Municipal de Bogotá en histórico fallo.

Luis Agustín González  

Es un periodista que se ha hecho en el oficio de años en la radio y la prensa escrita, tanto en Bogotá como en su natal Fusagasugá. En 1995 fundó el periódico que dirige, Cundinamarca Democrática,  pero solo seis años después puede salir por primera vez y circular 67 ediciones a septiembre de 2011.

Los primeros años del tabloide era un “sal si puedes”, para convertirse hoy en un sólido mensuario de 2.000 copias que el mismo resparte aunque casi no vende, pese a que tenga un precio nominal de mil pesos, pues casi siempre termina regalandolo en cualquier esquina. Para que cada edición llegue a sus lectores, Luis Agustín tiene que reunir recursos para cubrir, básicamente, dos costos: diagramación e impresión. Así que vende publicidad que distribuye en sus 12 páginas y los 200.000 pesos que le cuesta que circule cada mes. Desde su primera edición a la más reciente, Cundinamarca Democráticase ha ganado la fama en de ser un medio informativo que aborda los asuntos de interés común de las comunidades de la región, pero especialmente, de ser un medio que dice lo que la gente no quiere oir, fiscalizador de las políticas y ejecuciones de los distintos gobiernos departamentales, y de lo que hacen o dejan de hacer alcaldes, concejales y diputados. 

Luis Agustín es una de esas personas que no hipotecan su conciencia para subsistir haciendo lo que le gusta: periodismo. Su independencia profeisonal ha sido labrada en la dinámica del oficio, el fuego de las tutelas, las presiones de funcionarios corruptos y las amenazas de cuanto alcalde de la administración de Fusagasugá. Ha conseguido no depender de la pauta comercial oficial porque casi siempre ha sido esquiva por su permanente fiscalización de los recursos públicos y actuaciones de funcionarios locales. 

Por esto al periodista de 52 años no le sorprendió demasiado que la cacique política y variopinto, Leonor Serrano de Camargo, (militó en el partido liberal, en el uribismo, en Alas Equipo Colombia, en Cambio radical...),  ex concejal, es diputada, ex alcaldesa y ex senadora, lo demandara por calumnia e injuria. Pero, lo que sí no termina de entender es cómo una juez de la República, se aparta de la ley -o está comprometida con la cacique-, y lo condene por pensar, por opinar, por criticar y por cuestionar las actuaciones Serrano. Por eso dijo: ¡No más!.

¡No más!

“Creemos que ya es hora que hagamos un alto en el camino y, por fin, pongamos fin a esta clase de gamonales que creen que Fusagasugá es un hato privado…”, escribió en la editorial de la edición No. 44 de Cundinamarca Democrática el comunicador. 

¡No más! Cuestionó que “los politiqueros de siempre, de la noche a la mañana, vuelvan con aspiraciones de llegar al Senado de la República” y que Leonor Serrano de Camargo se presentará como candidata al Senado de la República (2008).

¡No más! Señaló como esta persona había dilapidado recursos del Departamento de Cundinamarca y de la Beneficiencia, construyendo para su vanidad provinciana “una inutilizada Plaza de Toros en La Aguadita, que no ha servido sino como monumento al despilfarro descarado de la señora del cuento”.

¡No más! En su editorial recordó algo más grave aún que los habitantes de Fusagasugá se siguen preguntando: “¿Qué pasó con el asesinato y los desaparecidos del año 1989, cuando María Leonor era alcaldesa del municipio?”. 

Opinión pura y dura 

Distintas definiciones en el periodismo convergen en lo mismo al definir qué es una Editorial. 

Una editorial explica, valora y juzga hechos de conocimiento público relevantes ocurridos que son de interés e importancia pública…. “Resume la posición doctrinaria o política de cada empresa informativa frente a hechos de interés colectivo”... "Es uno de los tantos géneros periodísticos, pero que se caracteriza principalmente por su subjetividad, si lo comparamos con el género noticia por ejemplo, ya que es la opinión colectiva de un medio de comunicación, de un diario más comúnmente y que sigue la línea ideológica de este sobre un hecho periodístico de actualidad e importante relevancia que demanda la opinión, la explicación y la valoración del medio sobre él”.
 
Hay, dicen distintos autores, diferentes tipos de editoriales: “explicativos (explican, no se deduce la opinión directamente), de tesis u opinión (hay una clara opinión a favor o en contra), informativos (su intención es dar a conocer el tema) interpretativos (promueve causas, efectos, conjeturas), de acción y convencimiento (ambos intentan persuadir la opinión ya formada del lector)”.

Y eso es lo que se lee en la editorial de Cundinamarca Democrática. Tesis, opinión, interpretación, convencimiento… Expresa inquietudes, preocupaciones y cuestionamientos propios o de muchos más, sobre hechos que fueron de conocimiento público.   

“El día en que un político se excuse en el derecho a su honra para silenciar la prensa, se acaba la democracia y el periodismo", advirtió Claudia López el 24 de febrero pasado, luego de conocer el sentido del fallo que la liberaba de los mismos delitos que hoy otra juez condena a Luis Agustín. La jueza Primera Penal Municipal de Fusa, Clara Inés Casas Romero, sin que dijera una sola palabra sobre el sentido del fallo, lo que hizo de prisa y sin mayor reflexión, fue ponerle una mordaza al periodista Luis Agustín, y de paso, al periodismo de opinión en el país. Como en el caso de Samper Vs. López, González opinó, criticó y cuestionó en su editorial hechos que la prensa se había ocupado de publicar en su momento.

La jueza de Fusagasugá se opone al derecho de expresar libremente inconformismo en esta ciudad. Parece que fuera una república independiente de la justicia. Carlos Cortés Castillo, abogado, especialista en periodismo y quien actuó durante la audiencia como perito en  la defensa de Luis Agustín González, ofreció una clara lección y visión sobre el periodismo como fundamento claro de una democracia. 

“Hay una presunción en la garantía en la libertad de expresión, una Constitución que defiende este derecho de manera decidida y que le da prevalencia sobre otros derechos fundamentales apoyado en sistema interamericano, así como en el nacional, todo lo cual significa que la libertad de expresión es muy importante… y el estándar para construir democracia.

Cuando  el individuo se expresa libremente esta pudiendo construir una visión sobre el mundo y esta pudiendo elaborarse como sujeto político”. Cuando yo puedo decir me gusta este candidato, no me gusta este, faltan policías… si no puedo, estaría suprimiendo la posibilidad de desarrollarme como sujeto político.

Hay una visión colectiva que no es excluyente: la única manera de poder una construir una opinión política conjunta es a través de la deliberación. Lo realmente importante es la visión colectiva. Intercambiar opiniones, discutir… permite una visión colectiva.

La información es un elemento fundamental del debate democrático. Pero la información no se limita únicamente a comunicados de prensa o hechos que no sean susceptibles de discusión o verdades reveladas. La información incluye cosas incompletas, afirmaciones polémicas, afirmaciones que no son enteramente ciertas yo cosas que son susceptibles de rechazar o de replicar. El ejemplo más claro son las campañas políticas. En una campaña política es muy común que un candidato diga de otro, cosas que no son enteramente ciertas.  La información es un bastión democrático en un sentido muy amplio”, señaló Cortés Castillo.

Leonor Serrano

Ni qué decir del nuevo país que representa el triunfo en Cundinamarca de la 'pollitiquería' de Leonor Serrano de Camargo. ¿Existe el nuevo país? Revista Semana 5 de diciembre de 1994.

Foto by Bunkerglo
“Lío por proyecto de $ 47 mil millones en Cundinamarca. La inversión de 47 mil millones de pesos en la construcción de una nueva sede de la Gobernación de Cundinamarca, en medio de la crisis de recursos para obras públicas y de las entidades de asistencia social, desató una polémica y una denuncia ante la Contraloría departamental. La Gobernación sostiene que todo está en regla y se trata de redimir a la Beneficencia, que estuvo afectada por las irregularidades. La Sociedad Colombiana de Arquitectos dio conocer su inconformidad por la modalidad para la selección del proyecto y por contratarse una obra sin conocer el diseño. Mientras tanto, ante la Contraloría, el ex ministro Julio César Sánchez denunció que la entidad fue creada para ayudar a las instituciones sociales, que están abandonadas. Eso implicaría desviación de recursos (…) la gobernadora Leonor Serrano de Camargo dijo que construir la nueva sede es un sueño de los cundinamarqueses desde hace más de 20 años, y que les permitirá encontrar en un sólo sitio todas las entidades departamentales, ahorrándoles tiempo a los alcaldes que viajan desde sus provincias para utilizar sus servicios “. El Tiempo 5 de marzo de 1996.

“La Procuraduría descargó ayer su férula disciplinaria contra la vieja práctica de la participación indebida en política. Por ese motivo ordenó la suspensión en el cargo de gobernadora de Cundinamarca, Leonor Serrano de Camargo, de su secretario de Gobierno, Carlos Ferro, y del alcalde de Icononzo (Tolima), Jaime Armando Yepes”. El tiempo 19 de mayo de 1997.

Dentro de la acción de tutela instaurada por Alberto León Gómez Zuluaga apoderado por Brigadier Ropero Mora y 38 personas más contra la Gobernadora  del Departamento de Cundinamarca, Leonor Serrano de Camargo, por obstaculizar una solución provisional para el problema de esos desplazados de la hacienda Bellacruz (departamento del Cesar). Tutela Sentencia T227/97 contra Leonor Serrano. Mayo 5 de 1997.

(…) “Senadores y representantes que llegaron al congreso financiados por los paramilitares entre los cuales figuran los siguientes: (…) Leonor Serrano de Camargo”. Equipo Nizkor 18 de agosto de 2002. Paracos en la política. Revista Semana 22 de noviembre de 2005.

Pero razón tenía Leonor Serrano de Camargo cuando le dijo a Félix de Bedout en entrevista en la W Radio que “Estamos viviendo dentro de la cultura del narcotráfico el 100% de los colombianos”, quizás hablaba de si misma. LaW radio 17 de marzo 17 de 2010.

Jueza no acata Constitución

Foto by Bunkerglo
Así que, no es verdad qomo se dijo al final de la audiencia oral de menos 8 horas y dos secciones de “debate probatorio” y alegatos, el 31 de agosto y el 12 de septiembre pasado, que se haya “logrado demostrar más allá de toda duda razonable, no solo la existencia de la conducta punible, sino la responsabilidad del señor Luis Agustín Gonzalez  en la comisión  del delito de injuria y calumnia (…)”.

Tampoco es verdad, como dijo Leonor Serrano de Camargo bajo la gravedad de juramento, que se haya tenido que retirar de la actividad política por todos estos “sucesos porque no me siento tranquilla de salir a la calle después de todas las imputaciones que me ha hecho el señor Luis Agustín González”. Su retiro se debe, más bien, a una anticipada y cuestionada jubilación mucho antes de sus hoy 75 años. Tambien, a que se siente arrinconada por el señor González y la veracidad de sus escritos  

Con el sentido de su fallo condenatorio al “defender el buen nombre” de Leonor Serrano de Camargo, la Juez Primera Penal Municipal de Fusagasugá, Clara Inés Casas Romero, hizo caso omiso, según la Constitución Política de Colombia, de tomar como criterio orientador casos similares, como Samper Vs. López (Columna de opinión “La reinserción Uribista: del 8000 al 64.000”).

Casas Romero desconoció que el Tribunal Superior de Bogotá dejó en firme la decisión y con ello la jurisprudencia (7 de julio de 2011) que señala que, "como la opinión es subjetiva, es respetable, y puede ser controvertida por quienes opinen diferente". Igualmente, desconoció, olímpicamente, los estándares del Sistema Interamericano en Libertad de Expresión.

“En punto a la libertad de opinión, resulta imposible demandar veracidad e imparcialidad. Por definición misma, la opinión no es veraz, en la medida en que no transmite hechos sino apreciaciones sobre los mismos. Tampoco puede reclamarse imparcialidad, pues la opinión es un producto subjetivo del emisor. Ello conduce a que la opinión, en cuanto emitida y parte de la sociedad, es un ingrediente para la construcción de realidades y verdades”. CC Sentencia T-213 de 2004.

La jueza Casas Romero no entendió que el buen nombre reclamado por Serrano “no es un derecho inherente a la condición humana sino algo que se gana socialmente, con la conducta'.

Los funcionarios públicos y los personajes públicos como lo es (en este caso) Leonor Serrano de Camargo, tienen un ámbito de menor protección de su derecho al buen nombre y a la honra porque son sus actuaciones, precisamente, de interés público, como lo consideró la jueza veintitrés Penal Municipal de Bogotá, Sofía del Pilar Barrera (caso Samper Vs. López), apoyada en la Sentencia SU273 de la Corte Cosntitucional.

En la tarde del 12 de octubre se conocerá el Fallo de la Primera condena por calumnia e injuria contra un periodista en el país proferido por la jueza Primera Penal Municipal de Fusagasugá, Clara Inés Casas Romero. Una decisión que pone en jaque de manera particular el ejercicio periodístico de Luis Agustín González en la región, y de manera general, la libertad de expresión en Colombia.

La Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, litigó su primer caso en libertad de expresión. Pedro Vaca, abogado de Luis Agustín González y el quipo Flip, tendrán cinco días para terminar de preparar su apelación ante el Tribunal Contencioso de Cundinamarca  y conseguir echar para atrás la equivocada decisión de la jueza Primera Penal Municipal de Fusagasugá, Clara Inés Casas Romero.

El Tribunal de justicia de Cundinamarca, tiene, igualmente, un reto en derecho y en democracia: blindar al periodismo de opinión en las regiones de Colombia para que los periodistas no dejen de pensar en voz alta y presenten a la sociedad sus reflexiones, preocupaciones, cuestionamientos y criticas fundadas o no sobre las actuaciones del Estado, los gobiernos, los funcionarios y servidores públicos. 

Fotos by Bunkerglo. 

Nota. Debo aprender a subir a este Blog audios para compartir con ustedes la entrevista que realicé con él, con el apoyo de Gerald Bermudez @Geraldkurt. Espero poder subirla pronto.

jueves, 6 de octubre de 2011

SansSerif


No sabía cuanto admiraba y quería a esta persona que sin saberlo había conocido a través de mi primer portátil: un Macintosh.  

Descubrí además una extraordinaria reflexión: su Discurso en en la Universidad de Stanford durante la apertura del curso de 2005. Cuando lo vean entenderan el titulo de este post.

sábado, 1 de octubre de 2011

24-0 Hoy toda bala es pérdida en Bogotá

Pequeña Nohora Muñoz: 
que los angeles, hados y dioses del universo te protegan de tus captores

Desde que conozco a Cesar López le ha apostado a la vida y a la paz. Así que no me sorprende que hoy, Día Mundial de la No Violencia, este liderando una jornada para que ninguna persona muera a manos de otra persona. ¡Qué no haya una sola muerte violenta en Colombia! 

Tampoco es motivo de asombro que a las 12:15 de la tarde Antanas Mockus llegara a la Plaza de Bolívar para sumarse al plantón de esta nueva jornada y quimérica ilusión de paz, y se fundiera un abrazo cerrado, largo, amoroso, vital con el músico.

“El padre de todo esto es Antanas”, me recuerda Cesar López siempre amable y sereno, pero visiblemente desconcertado por la “molestia” que le expresaran en la Alcaldía de Bogotá (¿la Alcaldesa(e) Clara López? ¿La Secretaria de Gobierno Barragán?), de que: “o se van Mockus y Parody, o se desmontan todas las carpas”. ¿Dilema? ¡Sagrado rostro! Qué ignorantes y torpes.   

Entonces, lo que quiso ser un genuino acto solidario (que no político) 24-0 en el Día Mundial de la no Violencia, terminó siendo para Mockus una fugaz y quizás hasta incomoda presencia, que se sumaba a los naturales huéspedes en la plaza tutelados por Bolívar, las horrorosas palomas y sus alimentadores, junto a los vendedores de globos, algodón de azúcar, niños, unos pocos turistas y, por su puesto, la pobreza e indigencia con rostro.
 
Fugaz, pero no desapercibida. Los pocos participantes del 24-0 rodearon a Antanas (dicen que también a Gina pero yo no estaba ahí), solo para expresarle el inmenso cariño que le tienen. Ah, sí, porque de política nadie dijo ni pío. Es más. Creería que, aparte de los fotógrafos de Parody y Mockus y quizás, ni el mismo Cesar, tenían ni idea de la noticia y curioso titular de El Espectador Antanas Mockus se pone en las manos de Gina Parody. 
 
Y es que el eslogan de “La vida es Sagrada” que conoció el país en 2010 no es una "buena frase" acuñada por un publicista en campaña, sino una sentencia que surgió una semana después del atentado que hicieron las milicias urbanas de las Farc, tres minutos antes de que se posesionara Álvaro Uribe Vélez como Presidente de Colombia el 7 de agosto de 2002.

Los morteros y rockets lanzados desde el barrio Santa Isabel hirieron a 13 personas y mataron a 27 más, entre ellas, a tres niñas cuando cayó todo este material de guerra en el "hábitat" de cientos de mendigos e indigentes en “El Cartucho”, (actual Parque Tercer Milenio), a pocas calles del centro del poder del país.

Eran días de una dura violencia de las Farc, del ELN, de los paras y del Estado. 

Antanas Mockus era el Alcalde de Bogotá y Cesar López ya aparecía de improviso por las esquinas de la ciudad con su "Orquesta Neutral" protestando contra la violencia. Así que no era extraño ni difícil este encuentro haciendo resistencia civil por la vida.

La muerte de las tres niñas en "El Cartucho" fue el detonante para que, de manera espontánea, surgiera ese movimiento de resistencia civil 5 o 7 días después de los atentados. 

Jornada de Resistencia Civil para protestar por la vinculación de los niños y niñas en el conflicto armado que se realizó, también, en la Plaza de Bolívar. Una vez más López y Mockus se encontraban con un mismo propósito: llamar la atención de la ciudadanía, del país en el cuidado de la vida de la infancia.

Todos nos pusimos la camiseta que decía “Protejamos a los niños y las niñas, su vida es sagrada” y, el primer viernes de cada mes, durante la administración "Para vivir todos del mismo lado", se realizó esta actividad ciudadana.  

Se realizaron más de 20 jornadas de Resistencia Civil, primero en la Plaza de Bolívar y después en el Parque Renacimiento (esquina del Cementerio Central de Bogotá), todas bajo el impulso y apoyo del DABS (Departamento administrativo de bienestar social), hoy Secretaria de Integración Social del Distrito.

Casi siempre estaba Cesar López y su "Orquesta Neutral", pero después se fueron sumando escritores, poetas, periodistas y más músicos entre a quienes recuerdo al periodista Arturo Guerrero, a la poetisa María Mercedes Carranza (q.d.p.)... Incluso estuvo el mismísimo Alcalde de Palermo, Sicilia, Leoluca Orlando, según me recordó la H. Representante Ángela María Robledo, en ese entonces, directora del DABS.

La palabra, la poesía, la música fueron el telón para recordar, cada mes, los nombres de los niños y niñas asesinados o secuestrados en Colombia.  

“33 niños y niñas murieron víctimas del conflicto armado en septiembre [de 2002]”, y el Alcalde o alguien más leía los nombres de estas personitas. Un encuentro emotivo, siempre muy triste, y al que en cada nueva jornada llegaban papas, mamás, familiares de estas víctimas acompañadas de mujeres y hombres trabajadores, funcionarios del distrito. Muy pocas veces faltó Mockus en estos encuentros.

Según el informe revelado el 18 de septiembre pasado por la ONG Human Rigts Watch, “el panorama de los niños y de las niñas víctimas del conflicto armado y de todo tipo de violencia en el país, parece invariable. 7 mil niños-as se encuentran en las filas de los grupos armados; cerca de un millón cien mil en situación de desplazamiento y 357 secuestrados a diciembre de 2002 a causa del conflicto armado en Colombia”, informaba en una nota de prensa el DABS en noviembre 7 de 2003.

En ese mismo año López hace su primera Escopetarra eléctrica musical, quería que su sentido humano y su voz detuvieran más y todas las muertes violentas, después del demencial ataque terrorista contra el club El Nogal. Así que ver a César López una vez más convocando una jornada de Resistencia Civil, esta vez de 24HS, es ver su siempre renovada apuesta de su Pacto por La Vida que, desde entonces, viene tejiendo de manera coherente, consistente y continua porque, como él dice, “toda bala es perdida”.

Lo que si sorprende, y hasta resulta ridículo es que la Alcaldía haya pretendido presionar a César López por la presencia de Mockus y Parody. La alcaldesa López debe recordar que ya en 1996, el “ciudadano imperfecto”, -como se llama así mismo Antanas Mockus-, promovió el primer desarme en Bogotá y cambió bonos por armas.

Alguna vez en una conferencia sobre hedonismo y pragmatismo, este mismo ciudadano citó una bella frase de Kant que dice: “Si eres consecuente con tus principios, no te garantizo la felicidad”. Y Mockus añadió "una de dos: o eres feliz, y se añadiría a la felicidad, que la merecías, o eres infeliz y tendrás el consuelo de que te merecías la felicidad". Y hoy yo me merecía la felicidad de ver el encuentro de Antanas y Cesar.

Ojalá que el mensaje sea claro para quienes portan armas: arreglen sus diferencias a gritos, pero no a bala.  Por favor, quienes sean que sean y tengan secuestrada a la niña Nohora Muñoz, que si son hombres como creo que son, pues que se vea que los son y la liberen para que regrese a su hogar.
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Coletilla. Saludé a Gina Parody y le susurré un par de cosas: no traicionar los principios de Antanas y que, tampoco, se traicionara ella. No recuerdo si me lo prometió, pero al final me pidió que nos hiciéramos una foto y acepté.

lunes, 12 de septiembre de 2011

La globalización del mal

Este texto que leerá a continuación sobre el 11/9 fue escrito por el periodista polaco Ryszard Kapuscinski.

Vivimos en un mundo muy complejo, lleno de diferencias, con muchos niveles y planos. Por eso, para responder a la pregunta de si el mundo de hoy es distinto al que existía antes del 11 de septiembre, primero tenemos que definir el punto de partida de nuestro análisis de la realidad. Yo parto de la perspectiva que tiene el reportero, un testigo de los conflictos y transformaciones culturales que se pueden observar viajando por el mundo.

Si admitimos que la realidad que nos rodea puede ser representada por una pirámide, veremos que en su base, en el punto más bajo, allí donde está el plano de las relaciones entre los seres humanos, de la vida cotidiana, nada o muy poco ha cambiado. No cabe la menor duda de que el 11 de septiembre fue un día trágico para las personas que murieron aplastadas por los escombros de las Torres Gemelas, para sus familiares y amigos más cercanos, pero lo cierto es que la humanidad sigue levantándose cada día, como lo hacía antes del ataque, para trabajar, educar a los niños, planear las vacaciones, gozar de las alegrías, sufrir enfermedades y, en definitiva, para morir. La prosaica vida cotidiana siempre se impone y triunfa. Los temores e inquietudes que sentían los hombres antes del 11 de septiembre siguen presentes en sus vidas. No hay indicios de que, en el futuro más cercano y en ese nivel de la vida, se producirá algún cambio fundamental. La historia nos confirma que las grandes crisis que ya azotaron a la humanidad en el pasado demostraron su extraordinaria resistencia.

Muchos han afirmado que en el nivel más bajo de nuestra pirámide aumentaría la animosidad de los europeos y norteamericanos hacia los árabes y que entre los musulmanes también crecería la hostilidad hacia los ciudadanos occidentales. Muchos han previsto la intensificación de los conflictos entre las dos civilizaciones, pero nada de eso ha sucedido. En Occidente, los ataques contra los musulmanes han sido esporádicos y de mínima significación. Al mismo tiempo, yo no he sentido cambio alguno en el tratamiento que me otorgan en los países árabes que visito.

Donde sí se han producido cambios importantes es en los niveles superiores de nuestra pirámide. En primer lugar, los sucesos del 11 de septiembre demostraron que la distancia ya no basta de por sí para garantizar la seguridad. Descubrimos con horror que la distancia ya no nos pone a salvo. Hoy podemos ser blancos y víctimas de ataques terroristas todos y en cualquier punto del planeta. En una palabra, después del 11 de septiembre ya no nos sentimos seguros, cuando vivimos lejos del enemigo en potencia; ya no nos sentimos particularmente protegidos por el océano que nos separa de él.

En segundo lugar, el 11 de septiembre demostró que en nuestro globo ya no hay santuarios. Y no sólo se trata de que todos puedan ser atacados por todos, de que cualquier país pueda atacar a otro. Ese peligro ya existía mucho antes. La novedad del 11 de septiembre consiste en que demostró que en el mundo hay fuerzas que no representan los intereses de un determinado Estado, pero que, a pesar de ello, constituyen un enorme peligro incluso para los más potentes. Hasta ahora, el pensamiento estratégico se basaba en el supuesto de que las guerras se libraban entre Estados. Hoy, los estrategas tienen que remodelar con urgencia sus ideas, porque a los Estados se enfrentan fuerzas difíciles de situar. Ha cambiado la imagen del enemigo, porque ya no viste un uniforme concreto, lo cual dificulta su identificación, pero también porque puede hacer mucho daño, aunque no tiene tanques ni cañones. Es muy difícil combatir a un enemigo imposible de situar y con planes imposibles de conocer. Antes, cuando teníamos buenas relaciones con un Estado, podíamos tener casi la absoluta seguridad de que no sería un peligro para nosotros. Hoy podemos tener magníficos contactos políticos, económicos y culturales con un país y ser víctimas de un ataque lanzado desde su territorio. Esto se debe a que han aparecido fuerzas que no se someten a ningún centro de poder, que no representan los intereses de Estados concretos, pero que están en condiciones de aprovechar el territorio o la infraestructura de un país para atacar a otro. Esa situación nos confirma que ya somos testigos de la globalización del mal. Consiguen voz y voto -con sus actos- organizaciones y fuerzas que actúan al margen de las estructuras de los Estados nacionales. Y ese proceso no concierne solamente al terrorismo. Se relaciona también con el narcotráfico, la compra y venta de armas y otras fechorías. Eso significa que ha aparecido un ente internacional totalmente nuevo, aún no definido del todo, que escapa a las formas que tenían hasta ahora los sujetos de la vida internacional. 

Fortalecimiento del Estado 

Un tercer cambio generado por el 11 de septiembre es el fortalecimiento de la idea del Estado, algo paradójico, porque el terrorismo siempre busca su debilitamiento. La globalización neoliberal también debilitó mucho el papel del Estado, porque promovió las corporaciones supranacionales, el flujo ilimitado de los capitales y la creación de mercados financieros mundiales. Como consecuencia, el Estado fue en gran medida marginado. Esa consecuencia la sufrió también Estados Unidos, país en el que había una oposición cada vez más potente ante una posición demasiado fuerte del poder estatal. '¿Para qué queremos un Gobierno tan potente? ¿Para qué pagamos impuestos tan altos?', preguntaban muchos norteamericanos. Sin embargo, el 11 de septiembre demostró que, en el mundo contemporáneo, las sociedades pueden sentirse seguras y protegidas solamente dentro de los Estados. Sólo el Estado puede garantizar la correspondiente protección a la sociedad. El ataque contra Estados Unidos demostró que el hombre y la sociedad no pueden funcionar sin el Estado.

Desde el 11 de septiembre -y éste es otro cambio importante-, la globalización se valora de otra manera. Hasta ahora prevalecía la opinión de que era una bendición para la humanidad, algo que nos ayudaría a resolver todos los problemas. Mientras tanto, nos topamos, por sorpresa, con otros rostros muy distintos de la globalización, que es un proceso lleno de contradicciones internas, un proceso que puede generar fenómenos negativos.

George Soros, una gran figura de las finanzas mundiales, advierte en On Globalization que ese proceso genera también grandes amenazas. Soros advierte que crece la dominación de dos grandes instituciones financieras, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que ya imponen sus concepciones a los Estados nacionales debilitando su posición.

Los sucesos del 11 de septiembre nos obligaron a percibir el mundo con más serenidad y ecuanimidad. Pudieron convertirse, incluso, en el punto de partida para un análisis serio y profundo de la situación en nuestro planeta. Lamentablemente, lo único que se supo hacer fue dar una respuesta militar a los terroristas. Nos dejamos embaucar por algunos políticos que sostienen que, si no fuese por el terrorismo, viviríamos en el mejor de los mundos. Pero la verdad es que, como dijo un comentarista norteamericano, 'el derrumbamiento de las Torres Gemelas fue el fin de las vacaciones que tomamos de la historia'. El fin de la guerra fría se caracterizó por la euforia que sentíamos tras el fracaso del comunismo. Parecía que todos los problemas habían terminado. Mientras tanto, aunque el ataque contra EE.UU. demostró que la euforia era prematura, nosotros no supimos abordar con seriedad lo que puede depararnos el futuro. Desaprovechamos la oportunidad que se nos presentó para tratar con seriedad los problemas que acarrea la globalización.

Yo creo que el terrorismo, tanto el individual como el que practicaron y practican distintas organizaciones, jamás fue una gran amenaza para el mundo. Algo muy distinto es el terrorismo de Estado que practicaron y practican los regímenes totalitarios. La mayoría de las sociedades del mundo no se sienten amenazadas por el terrorismo. Claro que en la historia de muchos países el terrorismo dejó huellas, pero se trata de actos de importancia secundaria. El problema que ahora enfrentamos consiste en la dimensión global del terrorismo. Ésa es una novedad, porque antes siempre fue practicado por organizaciones marginales.

Hoy, lo que puede sobrecogernos es que un país tan potente como EE.UU. fue golpeado de manera dolorosa por una pequeña organización. Todos coinciden en que el gran éxito de Al Qaeda, una organización integrada apenas por varios miles de militantes, consistió en que supo aprovechar para sus propios fines el gran liberalismo que impera en EE.UU. y que se basa en la confianza mutua. Por ejemplo, allí bastaba dar el número de nuestra cuenta bancaria para disipar todas las dudas y ser tratado con la máxima confianza.

Yo estuve en Estados Unidos antes del 11 de septiembre. Aterricé en el aeropuerto Kennedy de Nueva York. Tenía que coger allí el avión de Washington. Estuve media hora buscando el lugar en que debía embarcar. Recorrí el aeropuerto de cabo a rabo y me pareció que, de haber tenido malas intenciones, hubiese podido hacer cualquier cosa, porque nadie se interesó por mí. Antes de llegar a Estados Unidos, di prácticamente la vuelta al mundo y en todas partes me controlaron el equipaje, cosa que no ocurrió en Nueva York.

Nos queda el consuelo de que los terroristas ya no podrán repetir un ataque como el del 11 de septiembre, porque la vigilancia ahora es muy grande. Los norteamericanos se han dado cuenta de que incluso un control mínimo en sus aeropuertos hubiese frustrado el ataque contra Nueva York y Washington. Por eso creo que después del 11 de septiembre, para aumentar la seguridad, no hacían falta las medidas típicas de un régimen policial. Hubiese bastado un control apenas algo mayor.

En EE.UU. todos saben que la gran eficacia del sistema norteamericano radica en la libertad que garantiza. Toda limitación de esa libertad, por ejemplo, mediante el control estricto de las personas y mercancías en la frontera, sería un freno para el desarrollo. ¿Cuántos barcos de los miles y miles que atracan en los puertos de Estados Unidos pueden ser controlados? Apenas un pequeño porcentaje, porque, si quisiéramos controlarlos todos de manera minuciosa, provocaríamos la paralización de la economía. Todas las limitaciones de la libertad y de la democracia causan efectos muy negativos sobre el funcionamiento del capitalismo. El terrorismo podría ser erradicado completamente en veinticuatro horas, pero a condición de que implantásemos un régimen totalitario, y eso no estamos dispuestos a hacerlo, porque sabemos que destruiríamos la sociedad cívica y la democracia. 

Libertad y eficacia

El conflicto entre la libertad y la eficacia de los sistemas estatales es, hoy por hoy, el problema más importante no sólo para EE.UU., sino también para el mundo entero. Ése es, a mi modo de ver, uno de los retos más serios que se plantean ante la humanidad en el siglo XXI. Hay que definir las proporciones óptimas entre la seguridad por un lado y la libertad y el bienestar por otro, es decir, resolver un problema que todavía no ha sido planteado con toda la claridad que merece. En el siglo XIX y a comienzos del siglo XX, la libertad y la democracia no estaban en peligro. Hoy sí lo están, porque la globalización conduce hacia dos fenómenos sumamente peligrosos. El primero es la privatización de la violencia. La democracia y el capitalismo se desarrollaron en los tiempos en los que la aplicación de la violencia estaba monopolizada por el Estado. La violencia tenía uniformes, armas y carnés. El Estado era el único con derecho a hacer uso de la violencia. Hoy, cualquiera puede tener un arma, y hay cientos o miles de ejércitos privados. Hay que hacerse, pues, la pregunta: ¿cómo proteger en esas condiciones los mecanismos de la democracia? No sabemos responder a esa pregunta. Ahora bien, eso no significa que en EE.UU. no se analice el asunto. Por el contrario, ese país es uno de los centros de discusiones y análisis más serios sobre los fenómenos que aquí nos ocupan. Es en las universidades norteamericanas donde surgen los análisis más acertados sobre los fenómenos que tienen lugar en el mundo. Es también en EE.UU. donde encontraremos los mejores y más críticos análisis sobre EE.UU.. Y no es casual que sus adversarios más radicales aprovechen con frecuencia los argumentos formulados por los pensadores norteamericanos.
El gran problema radica en que en Estados Unidos hay un gran abismo entre el pensamiento universitario y las concepciones de los círculos políticos. Cuando se conoce la vida de las universidades, uno se siente admirado por el nivel y la gran clase de las discusiones que se organizan en sus aulas. Lamentablemente, los políticos son totalmente impermeables a las ideas y argumentos de sus colegas profesores y científicos. Y ésa es otra prueba más de la complejidad que tienen la sociedad norteamericana y su sistema estatal.

Sea como fuere, hay que reconocer que son las ideas formuladas en las escuelas superiores norteamericanas las que dictan hoy al mundo los temas de las principales discusiones y polémicas sobre el presente y el futuro. Todos los grandes debates de los últimos decenios concernieron a concepciones de gran importancia surgidas en EE.UU., generadas por el pensamiento norteamericano. Un ejemplo muy útil es la tesis que formuló Francis Fukuyama sobre el fin de la historia. A principios de la década de los años noventa proclamó que el fin del comunismo significaba el fin de los conflictos. De esa circunstancia, el pensador norteamericano sacó la conclusión de que, por consiguiente, la democracia liberal triunfaría en todas partes en tanto que régimen ideal que desean todos los humanos. Seis años después, Samuel Huntington formuló su concepción sobre la confrontación entre las civilizaciones. Entonces se propagó la idea de que todos los conflictos existentes se debían a las diferencias entre las civilizaciones. La última gran idea fue formulada por Robert Kagan, autor de la afirmación de que los grandes aliados, Estados Unidos y Europa, se separan. Y es muy probable que esa circunstancia sea el cambio más importante promovido por los sucesos del 11 de septiembre.

En el pasado hablamos de un mundo dividido en Norte y Sur y luego en ricos y pobres. Hace no muy poco se describía el mundo con la frase 'The West and the Rest' (Occidente y los demás). Hoy se reemplaza la palabra West con el término America: 'The America and the Rest'. Y Kagan hace referencia a ese nuevo paradigma en nuestro pensamiento sobre el mundo.

Kagan afirma que ya no existe la noción occidente, que se ha producido una ruptura en el Atlántico. La guerra fría unió durante 50 años las dos orillas del océano. Hoy, cuando ya no existe el enemigo común, EE.UU. y Europa no quieren seguir caminando por la misma senda. Por el contrario, tienen dos visiones distintas del mundo y, por consiguiente, el abismo sólo puede ensancharse y profundizarse. La grieta apareció el 11 de septiembre, porque desde aquel día, la Administración norteamericana considera que en el resto del mundo imperan el desorden y la anarquía, es decir, un peligro mortal. Es esa concepción sobre el mundo la que induce a EE.UU. a concentrarse en la lucha. Washington cree que el caos puede ser controlado solamente con las armas. Y de ahí las enormes cuotas que gasta EE.UU. en armas, mucho más de lo que gastan todos los demás miembros de la Alianza Atlántica. Mientras tanto, Europa, que no olvida la experiencia de la II Guerra Mundial y de los regímenes totalitarios, promueve otra visión del mundo, kantiana, la visión de un mundo de paz eterna. Europa ve su visión civilizadora en el intercambio de ideas, en el mantenimiento de negociaciones y en la búsqueda de compromisos. Cuando las concepciones son tan distintas, tan dispares, es inútil pensar que EE.UU. y Europa conseguirán un punto de encuentro.

Observamos una creciente marginación de las organizaciones internacionales. Prueba de ello es la ONU, que ya no desempeña el importante papel que tenía en el pasado. Ha perdido su autoridad incluso el Consejo de Seguridad, porque se dedica a aprobar resoluciones que nadie cumple.

En esa situación no puede extrañar que en EE.UU. todos coincidan en que deben comportarse en el mundo como el sheriff que impone el orden. Por eso, la discusión no se desarrolla en torno a si debe desempeñar o no ese papel, sino a cómo debe hacerlo. Ciertos círculos norteamericanos consideran que EE.UU. puede cumplir esa misión en solitario, por su cuenta y responsabilidad, mientras que otros creen que hay que conseguir aliados. El secretario de Defensa Donald Rumsfeld suele decir: 'Podemos arreglarnos solos'. El secretario de Estado Colin Powell es más prudente: 'Queremos montar una coalición'. 

Líderes y potencia

Para saber qué camino elegirá en definitiva EE.UU., tenemos que analizar lo que dicen sus líderes. Parece que confían plenamente en la potencia de su país y de sus fuerzas armadas, con las que nadie puede competir. Están convencidos de que únicamente EE.UU. puede realizar cualquier operación militar, en cualquier momento y en cualquier punto del planeta. Ese sentimiento de fuerza ilimitada que anima a los líderes norteamericanos no siempre va acompañado del conocimiento necesario sobre el mundo y sus complejos procesos. Por eso, los que preparan la guerra contra Irak tienen la seguridad de que alcanzarán un gran éxito. Más objetivos parecen ser los militares norteamericanos. Fueron sus analistas los que previeron en la década de los años noventa el aumento de los conflictos. Fueron los expertos del Pentágono los que indicaron que el enfrentamiento entre los ricos y los pobres, así como la falta de perspectivas, acumularían enormes capas de frustración, ira y agresión que se convertirían en fuentes de trastornos muy difíciles de controlar.

Pero no hay que perder la esperanza. En primer lugar, el hombre está dotado de un potente instinto de autoconservación y, en segundo lugar, las sociedades, por lo general, suelen rechazar las soluciones extremistas, radicales, y optar por los caminos de la prudencia y la moderación. Los extremistas pueden conseguir respaldo, pero sólo en el ámbito local y por poco tiempo. Cuando el hombre llega a un lugar en el que poco antes se combatió, donde aún se ven las huellas de los enfrentamientos, lo primero que suele hacer es limpiar el terreno, restablecer el orden. Los hombres, por lo regular ancianos, porque los jóvenes murieron en los choques, retiran los escombros, cierran con cartones las ventanas sin cristales y encienden el fuego. Las mujeres, mientras tanto, barren y cocinan. Todos juntos restablecen la normalidad, y ésa es la gran fuerza de la humanidad.
Ryszard Kapuscinski. Periodista y escritor.
* Publicado en el mes de Septiembre de 2002 entre otros medios en The New York Times y el periódico El País.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El 9/11 ocurrió algo más que unos atentados terroristas

Manhattan - Foto de Agencia - Intervención by Bun

Es inevitable no hablar del 9/11. Lo que ocurrió ese martes del 2001 en el país más poderoso del mundo, se sintió en los siguientes años en Colombia.

EEUU fue atacado en sus entrañas, pero también, desde sus entrañas se produjo un feroz y consentido contra-ataque de defensa, pero también, de venganza.

El demencial acto de terror que acabó con la vida de miles de personas al convertir las míticas Torres Gemelas en Manhattan en toneladas de escombros y polvo, patentó a los EE.UU. el execrable derecho de crear guerras porque sí y fuera de su territorio.

Una patente de corso que, hábilmente, fue apropiada en la Repúblic Banana de Colombia durante los siguientes 8 años bajo el nombre de "seguridad democrática". Gatuperio con el que Álvaro Uribe Vélez terminó haciendo exactamente lo mismo que Bush en Irak: meterse en el rancho de Ecuador y bombardear su territorio.

Alguien golpea con insistencia la puerta de la habitación del Hotel Vintage Court de SF.  Son las 5:45 am.

Me levanto adormilada y con prisa y abro la puerta. María Victoria en ropa de dormir ingresa exclamando sobresaltada: ¡Pasó algo terrible! ¡Pasó algo terrible! Una frase que, para mi colega Elizabeth Vargas, directora de la FLIP, nos resultaba harto familiar y miedosa.

¿Qué paso en Colombia? Preguntamos al unísono y con notable impaciencia. No, no, nada, en Colombia no pasó nada. Es en Nueva York... Nos dice María Victoria visiblemente angustiada, mientras, en lo más profundo de mí, sentía un alivio. Solo por esta vez no se trataba de una noticia sobre una nueva desgracia en el país. 

Regresé a la cama y encendí el TV (8:45 a.m. hora de NY - 5:45 am. hora de SF). La primera imagen que apareció en la pantalla fue un plano cerrado de la cúspide humeante de una de las Torres Gemelas. Cambié de inmediato el canal buscando un noticiero pensando que había sintonizado una película, pero no, en mi rápido zapping aparecía la misma imagen en la infinita relación de canales de la TV. 

Las Torres en vivo y en directo sitiadas por un humo espeso y negro y llamaradas color naranja. Pensamos: un incendió, sí, eso era... Hasta que, pocos segundos después, en la pantalla vemos en vivo y en directo cómo un avión se incrusta en la otra Torre. ¿¡Qué!? ¿¡Qué es esto!? Me restregué los ojos no dando crédito a lo que veía. Quedamos mudas. Un profundo silencio cayó sobre nosotras tres. Lloramos.

Ese día sería el comienzo de la vieja nueva y recién cruzada entre “el bien” y “el mal”. 

La mirada brillaba de odio. Para vengar las muertes de los miles de civiles en Nueva York, Washington y Pittsburgh, Estados Unidos podría terminar persiguiendo sombras, decía el artículo central de Newsweek en su edición extra. Como así ocurriría en los últimos 10 años.

George W. Bush envió un mensaje al mundo: “que no se equivoquen: Estados Unidos perseguirá y castigará a aquellos responsables por esos actos cobardes”. 

Pocos día antes, en la primera semana de ese septiembre, habías estado en NY.
En un kiosco de periódicos tras los extras de la prensa.

Mientras María Victoria, quen residía en WDC visitaba a un hermano en el piso 90 de una una de las gemelas del Word Trade Center WTC, no acepté la propuesta de Pablo de hacer una infinita cola para subir al  último piso y divisar el extraordinario panorama de la ciudad. 

Elizabeth y yo lo habíamos hecho en otras visitas a la ciudad y desistimos para sumergirnos en el centro comercial de los pisos bajos del sótano y recorrer las bellas tiendas asegurándonos de ingresar donde decía SALE.  

La tragedia de WTC estaba entre nosotros. En el rostro de inmenso y profundo dolor de María Victoria Somogyi, nuestra acompañante y guía durante la gira oficial que habíamos emprendido desde Washinton D.C. y que nos llevó por Boston, NY, SF y Chicago, esta última, destino al que no pudimos llegar.  Era poco lo que podíamos hacer por María Victoria más allá de comprometernos cumplir, pese a nuestro gen periodístico, en ser en extremo prudentes. 

Durante la gira informativa y de formación que adelantábamos sobre la libertad de expresión y prensa en los EEUU, invitados por el gobierno USA, portábamos visible en el equipaje y en una credencial un aviso que decía únicamente VIP. "Very People Important", identificación que nos dio el Departamento de Estado y que nos acreditaba y facilitaba la movilidad en las distintas ciudades del recorrido y el ingreso a los del Bulding del Estado

Así que nuestra profunda solidaridad de pesar y afecto hacia MaríaV se tradujo en “liberarla” un poco de su responsabilidad con los tres periodistas colombianos: Elizabeth, Pablo Buitrago y yo huéspedes del gobierno americano en calidad de becarios. 

Avanzaba la mañana de ese 11 de septiembre y con ella la revelación de detalles de lo que siguió ocurriendo por días, así como las conjeturas, las especulaciones, los análisis y un desasosiego y tristeza sin par.

En los primeros minutos las conjeturas alcanzaron a plantear un accidente aéreo, pero después de la estrellada del segundo avión no cabía la menor duda que se trataba de un atentado terrorista de proporciones inimaginables. 

Aunque los medios televisivos norteamericanos señalaban a palestinos del Hamas o la Yihad islámica, no había terminado la mañana y el espionaje USA daba sus primeros resultados.

Dicen haber detectado un mensaje de 'parte de victoria' de un completo desconocido para mí, un tal Osama bin Laden. Pensé, ¿Cómo era posible tal certeza y que hubieran sido incapaces de impedir esos actos terroristas?  

En el lobby del Vintage Court, en pleno centro de San Francisco C.A. nos dimos cita, de manera espontánea, todos los huéspedes del hotel. Japoneses, alemanes, ingleses, gringos... y los únicos latinoamericanos, los cuatro colombianos. Bebíamos como agua desmedidas jarradas de un desabrido café americano mientras conversábamos y algunos más fumábamos, de manera estricta, en la calle, afuera del Hotel. 

Quince minutos después de la embestida del segundo avión, a las 6 de la mañana, ya estaba recorriendo con prisa muchas calles en busca de algún local (tienda) abierta para comprar tarjetas y llamar a Bogotá. Todo lucía fantasmal. 

Nadie salió de sus viviendas esa mañana. La ciudad estaba vacía. En el bar que frecuentamos durante esos pocos días por su amplio y seguro menú de periódicos y periodistas y mejor café, no estaba cerrado, pero tampoco había nadie. 

Regrese con varias tarjetas para llamar y, luego de hablar con mi mamá en Bogotá mapa en mano para que tuviera claro que su amada hija estaba al oro lado y segura, bueno, como se podía estar seguro en ese entonces, me dediqué a reportar, vía telefónica y por correo electrónico, datos e información a algunos colegas de la prensa y la radio en Colombia de todo cuanto observé en las calles y describían los noticieros de TV que seguían en directo el terrible suceso. 

María Victoria Somogyi seguía presa de la hacer seguimiento a la situación. Esta zipaquireña admiradora de Germán Castro Caycedo, no salía de su asombro. Desde que había salido del país un poco más de 30 años y tiempo de residir en los EEUU no imaginó que algo así pudiera ocurrir.

Es traductora simultánea y fue contactada por la oficina internacional de visitantes de Bureau of Educational and Cultural Affairs United States Department of State para acompañar a los periodistas colombianos en su gira USA. 

Risueña, franca, directa y muy rigurosa con el tiempo, era un soporte profesional indispensable en la intensa agenda de encuentros informativos en universidades, organizaciones y medios periodísticos que, para hablar sobre la libertad de expresión en EEUU, sostuvimos en Washington, Bostón, New York y San Francisco durante los 22 días previstos en la agenda que hubo que abortar sin que consiguiéramos llegar a Chicago. 

Así como en NY, en SF el cielo era azul y brillante esa mañana. Condición casi que maquiavélica para que, sin la menor dificultad de visibilidad, los dos aviones impactaran contra las Torres Gemelas, uno más contra el Pentágono en Washington y otro, el que no llegó a SF, se estrellara en Pittsburgh. 

Todo era desconcierto. Silencio. Miedo.

Si algo distingue a San Francisco son los ríos humanos desbordando las calles con todos los colores y tamaños y lenguas del universo. Una torre de Babel. 

Sin embargo, ese día y parte del siguiente, por las calles no había nadie. No transitaba ningún auto. Estaba desocupada. Fantasmal. Ninguna línea del tranvía arribó por sus empinadas calles. 

El San Francisco Chronicle, el diario más importante de la ciudad, al medio día del 11 de septiembre tenía su edición extra agotada. Las entradas de los hoteles estaban desbordadas de huéspedes ansiosos por irse. Nosotros aún no. Teníamos algo de tensión. Tan acostumbrados al miedo colombiano, allí también había algo de temor. 

Mientras se sucedía la cacería feroz por establecer el autor intelectual de los ataques terroristas, nosotros éramos acosados por un pensamiento que hoy no es más que una especial anécdota en este itinerario como becaría en la que participé delegada por la Corporación Medios para la Paz de la que hacía parte como miembro de su junta directiva. La historia es como sigue. 

La agenda de actividades en libertad de expresión en EEUU incluía una visita y briefing en el emblemático The New York Times. 

Luego de recorrer sus diferentes pisos, áreas y secciones, nuestro anfitrión, un editor de pelo blanco de la sección internacional y otros cuatro periodistas visitantes de Suiza nos juntamos para el briefing previsto alrededor de una inmensa mesa cuadrada en un salón adyacente a la inmensa sala de redacción del periódico. 


Una vez superamos el tema que los colegas suizos habían propuesto como tema de su interés, las “vacas locas”, el editor del periódico nos invitó a los colombianos para que formuláramos alguna pregunta.

Sin premeditación ni alevosía - es decir, de manera inconsulta y espontánea- Pablo tomó la palabra y preguntó: ¿Nos podría comentar en caso de un atentado terrorista contra los EEUU, cómo prepara el periódico la editorial del día siguiente? Lo consultan con alguien? Hablan con el Presidente?

Pablo Buitrago (centro) Elizabeth Vargas (a su izq).
La respuesta no se hizo esperar. 

Nuestro interlocutor, un hombre de unos 50 y tantos años, con una notable experiencia y pasión por el oficio, le pide a Pablo comedidamente, pero evidentemente sorprendido, que propusiera otro tema, que hiciera otra pregunta para hablar de cosas más reales y menos hipotéticas. 

Y claro, apoyamos a Pablo. Ya éramos tres los que insistíamos en conversar sobre a pregunta y persistimos, porque consideramos que no había nada de hipotético en la pregunta y que cabía esa posibilidad.

Pero, una vez más, el editor nos responde, solo que esta vez con una generosa y amplia exposición de datos, fechas y hazañas para ilustrarnos acerca del poderoso escudo aéreo de protección de los EEUU y su absoluta efectividad. Mientras lo escuchaba mi mente voló y puso a Superman en el techo del periódico en el 620 Eighth Avenue. 

Así que, ese martes 11, mientras deambulábamos por la ciudad, no dejábamos de recordar -como hasta hoy- cada uno de los detalles de ese encuentro preguntándonos en qué momento la CIA, el FBI y todas las ias de la inteligencia norteamericana nos vendrían a buscar para "pedirnos explicaciones" acerca de qué sabíamos sobre el atentado.

Cuando George Bush proclamó su "guerra contra el terrorismo" el 7 de octubre de ese año, el recién elegido presidente Álvaro Uribe capitalizó el llamado del gringo en su discurso de “seguridad democrática”. 

Así comienzan a crecer sus ínfulas y velada sed de venganza, y con ello, su conocida y peligrosa obsesión de ver en cada contradictor desarmado a un guerrillero, a un terrorista como enemigos nacionales.

FARC, ELN, AUC, ETA… Colombia… España, por mencionar solo algunos lugares de las tales "madrigueras de terroristas". 

Hasta ese 10 de septiembre EEUU venía haciendo en los patios, especialmente en el ámbito económico lo que le daba la gana, sino que lo diga el cronista Germán Castro Caycedo. La diferencia ahora es que, desde el 11 tienen "licencia" para hacerlo. 

Y, en un mundo globalizado, qué? Qué de la ONU? Qué de la OEA? Qué de la OTAN y sus 18 aliados que, por primera vez en su historia invocó el artículo V del Tratado que obliga a los Estados miembros a ayudarse mutuamente si uno de ellos es atacado? ¿Qué esta en la balanza? ¿Seguridad y Libertad? ¿De quién, por qué? ¿Para qué?  ¿Qué forma tendrá la respuesta militar de Bush si la CIA el FBI, el Pentagono y todas las policías secretas? 

¿Están absolutamente seguros (pese a que “Os odia” ha negado en dos oportunidades ser el autor intelectual de las acciones terroristas), que realmente sea el saudita Osama Bin Laden el autor intelectual del bárbaro atentado? ¿Y después de destruirlo qué? ¿Por dónde continuará USA en su reacción defensiva contra el terrorismo? Porque, no se nos olvide que Bush ha advertido que le han declarado la Guerra a USA, no que USA la haya declarado

Fueron las preguntas que me hice en casa de mi amigo y fotógrafo Federico Serrano en Miami Fla., cinco días después que conseguimos salir de S.F. hacia la puerta de mi salida de EEUU. Un transito que cumplí de manera generosa y reparadora hasta el último día de septiembre cuando regresé al país.  

Y el cuadragésimo tercer presidente, que como Uribe también estuvo 8 años consecutivos en el poder, hizo su anunciada guerra en 2003. Y también es asesinado Bin Laden, pero en el 2011. 

Bush invade a sangre y fuego a Irak so pretexto de buscar armas de destrucción masiva, y de paso, dar con el paradero de Osama bin Laden. 

“El gobierno de Uribe Vélez fue el único sudamericano que apoyó la aventura criminal del presidente Bush de invadir Irak bajo falsas acusaciones y mentiras preparadas por sus asesores militares y de seguridad”, escribió Apolinar Diaz-Callejas. 


Pero No En Nuestro Nombre gritamos millones en planeta. No queremos guerras y rechazamos la de Irak. Recuerdo que una noche en Marzo de 2003 salimos y protestamos en la Plaza de Bolívar contra la guerra y contra la decisión de Uribe de apoyarla. 

El recién posesionado Uribe Vélez dejó de llamar a las Farc, al Eln y a las Auc "grupos irregulares" o "actores irregulares armados",  y comenzó a decirles terroristas. 

Poco tiempo tuvo que pasar para que, por arte de magia, desaparecieran 40 y tantos años de un conflicto armado interno para convertirlo en terrorismo. En “Colombia no hay violencia política sino terrorismo”, advirtió. Por eso, también de manera "velada" fue cerrando con el terror de sus acciones los espacios democráticos en el país.

Pasaron las horas y dos días después, la gente comenzó a salir a las calles en la bella ciudad de San Francisco

Los medios ya no solo hablaban de la tragedia, sino del terrorista del mundo más buscado Osama bin Laden y de Al Qaeda.

María Victoria, con un temple digno de una mujer colombiana se ocupó de movilizar a su familia en EEUU y conseguir un largo, pero seguro itinerario que la llevaría nuevamente a NY para reunirse con su familia y honrar la vida de su hermano. 

Nosotros, entretanto, andábamos las calles de SF durante cinco días en espera de poder volar y llegar a Miami vía regreso a Bogotá. 

El 11/09 ocurrió algo más que unos atentados terroristas en EEUU. También tomó impulso el desafuero criminal de un gobierno en Colombia que estuvo ocho años en el poder y del que, aún hoy, se continúan develando sus abusos y crímenes. 

Coletilla. Tengo muchos motivos para recordar el 11 de septiembre y no solo el del 2001. Ese día, pero en 1973, la fuerza armada y carabineros en Chile dieron un golpe de Estado para derrocar a SalvadorAllende, presidente socialista de la Unión Popular y de quien recientemente se comprobará se suicidó al interior del presidencial Palacio de La Moneda ese mismo día.  Apenas ocho años después, en 1981, nacía una bella y talentosa mujer, mi primera sobrina, María José Díaz y, también, los 11 de septiembre celebramos el cumpleaños de mi amiga y también colega Gloria Cecilia Gómez.