Mi Misma
Radical, liberal y sentipensante del patio Santiago Pérez, del jardín del Olimpo y las aulas que cuelgan de los cerros orientales de la Universidad Externado de Colombia.
Una alquimia de afectos y conocimientos de profesores, compañeros de aula y hasta hoy entrañables amigos, y los mismísimos José de Recasens y Fernando Hinestrosa, fueron potentes reflectores en mi segunda infancia. La universitaria.
En mi maleta colegial venían mis primeras herramientas: principios familiares y convicciones liberales y en derechos humanos.
Mi cimientos son laicos traídos de mi formación escolar con especiales mujeres, religiosas (monjas) españolas que ya no usaban hábito. Corrí, me caí y crecí en los inmensos patios, jardines y corredores en el colegio Santo Ángel de la Guarda, al norte de la Bogotá de los años 70. Un colegio privado cuyo origen es Quillán al sur de Francia.
"Por lo que pueda pasar me meto", más que una consigna hoy, es una convicción que me habita de manera natural desde niña y que me ha permitido acercarme al Otro y a lo otro: asuntos, temas y actividades de la vida humana.
En mi mochila llevo un andar de aprendizajes y vivencias, de construcción y también de des-construcciones entre personas y lugares a donde he podido Ser, HaCer y CreSer.
El andar profesional me ha permitido recoger herramientas de otras disciplinas que han enriquecido mi mirada y perspectivas, pero también acercarme a ámbitos laborales distintos del periodismo.
Al periodismo le incluí una formación (chapuzón) en gerencia de proyectos y gerencia de mercadeo, todo lo cual me han resultado de gran utilidad para hacer visibles acciones en ámbitos de la vida ciudadana y en derechos.
Me apasiona el conocimiento y apropiación de los instrumentos de la comunicación moderna que nos entregó la Internet (para ser o no ser más felices), más lenguajes que junto a la fotografía, el video y el audio enriquecen mi posibilidad de expresarme.
En ello no he ahorrado ni tiempo ni dólares ni trabajo. Así que invertí para sistematizar experiencia, mi conocimiento autodidacta y apropiar conocimientos en el ámbito del periodismo y contenidos digitales.
En este Blog escribo en primera persona, con palabras e imágenes, pero también con frecuencia desde la voz de los Otros que comparten sentipensamientos.
En este espacio procuro ser más que cuidadosa. El rigor es mi guía. Cada nuevo post o texto es una exigencia en la calidad del lenguaje, uso de la gramática y síntesis de pensamiento.
En todo cuanto escribo solo trato de juntar mis pedazos, como dice Eduardo Galeano.
Los ámbitos siguen siendo los mismos que me habitan desde la infancia: el Otro, sus derechos, la gente, la democracia, la ética y el periodismo.
He vivido la experiencia y dinámica del periodismo desde los medios de información (mainstream) en radio, como corresponsal y en TV.
La comunicación me ha llevado a prestar servicios en entidades del Estado nacionales, locales, empresa privada, organismos internacionales y también en ONG.
Dirigí la ONG "Apoyémonos”, cuando apenas se empezaba a hablar de VIH/Sida en Colombia porque aún era un asunto de los maricas, nada más. Nos ocupamos con un grupo de colegas y amigos, la mayoría mujeres, en hacer prevención, información, comunicación y acompañamiento en ETS/Sida.
También dirigí la Corporación Medios para la Paz, otra ONG que enfocó sus esfuerzos, talento y disposición en la formación de periodistas con periodistas para hacer del cubrimiento del conflicto armado ̶ la guerra ̶ un ejercicio informativo más responsable ante y para la sociedad.
Me he ocupado en gestión de la información y la comunicación y en DDHH de manera autónoma como consultora de entidades nacionales e internacionales.
Creó contenidos para la web, desde textos muy cortos a otros muy extensos, apoyándome en todas las herramientas de tecnología de comunicación digital disponibles para ello.
Me involucré con dedicación y pasión en las redes sociales (Twitter, Linkedln, Facebook) y hago de este Blog un medio de comunicación (no de información) para pensar en voz alta y compartir mis reflexiones con Otros interesados en los mismos temas o asuntos.
Disfruto muchísimo cocinar y juntar amigos a manteles. Me encantan los aeropuertos, viajar sola, perderme, descubrirme y asumir cada día de la vida como si fuere el primero, pero también el último día por vivir.
Lo mío es contar, narrar lo que veo y que quizás otros no ven, no es otra cosa que mi propio asombro ante lo que no veo de lo que veo. No es un galimatías. Lo que encontrará en mis textos es solo una mirada sobre lo que no se ve a simple vista.
Quizás por eso, en este espacio, escribo de manera extensa, subvierto la "regla" de la brevedad porque a veces narrar lo que no se ve a simple vista requiere de más espacio que el "normal".
Amo vivir y sentirme viva.
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¿Qué cuántos años tengo?
"Tengo la edad que siento y quiero. La edad en que puedo gritar sin miedo lo que pienso, hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, a lo desconocido.
Tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos. ¡Qué importa cuántos años tengo!. No quiero pensar en ello. Unos dicen que ya soy viejo y otros que estoy en el apogeo. Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente en mi cerebro.
Tengo los años necesarios para gritar lo que pienso, para hacer lo que quiero, para reconocer viejos hierros, rectificar caminos y atesorar éxitos. Ahora no tienen por qué decir: Eres muy joven, no lo lograrás. Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos, y las ilusiones convierten la esperanza en hechos.
Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras en un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
¿Qué cuántos años tengo?
No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas… valen mucho más que eso. ¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta!. Lo que importa es la edad que siento.
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos. Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.
¿Qué cuantos años tengo? Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que siento y quiero.."
José Saramago.