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miércoles, 19 de abril de 2017

Uribe y Pastrana volvieron a mentir y los medios también


La primicia de LA FM lanzada a las redes sociales a la media noche del viernes 14 de abril es una pieza informativa que muestra qué no es y no debe hacer el periodismo.

El precepto de que “la sociedad tiene derecho a saber la verdad completa, comprobable, en forma oportuna, sin intereses ni prejuicios personales”, poco importó para el que informó de primeras, como para los que vinieron después.

A ningún medio ni periodista, durante tres días consecutivos, le pareció importante responder al abc del periodismo: qué, quien, cómo, cuando, dónde, por qué y para qué.

La "noticia" que amplificó este medio radial a partir de otro trino sin verificación, fue recogida, multiplicada, comentada y aumentada casi que por la totalidad de medios en Colombia y algunos internacionales (en español) durante el fin de semana.
En la madrugada del lunes 17 de abril el periodismo radial colombiano se ocupaba del "suceso" (ya tenían de qué especular después de Semana Santa), y de la "Carta" que el Senador Álvaro Uribe Vélez reveló, había enviado el día anterior al Congreso de los EE.UU.  

Las conjeturas, especulaciones, inferencias y opiniones se impusieron ante la ausencia de información y trabajo periodístico para obtenerla. Todos se "empelicularon"!! 

Por ejemplo. La corresponsal en Washington de WRadio, María Molina, se aventuró a confirmar quién coordinó "la tal" reunión de los ex Presidentes con Donald Trump.


En una de sus rocambolescas #EspeculacionesW María Isabel Rueda por su parte concluyó que, "en el estilo Trump, la credibilidad del presidente Juan Manuel Santos queda en entredicho, el simbolismo es violento, que Trump se haya reunido antes que el Presidente de Colombia con la oposición"(!!).  

Otro del CD, el senador Carlos Felipe Mejía también confirmó que en la reunión estuvo Uribe, pero dijo desconocer los detalles de los temas tratados.

Todos comentaban, analizaban y buscaban reacciones entre los congresistas y otros sobre la agenda noticiosa impuesta por Pastrana y Uribe a los medios y que todos daban por cierta. 

Muy pocos hicieron la tarea: periodismo.

La Silla Vacía pasó la noche de domingo a lunes pasando por su detector de mentiras la Carta de Uribe para encontrar que, "de las 27 afirmaciones sólo tres eran ciertas”.

En las redes sociales cómo Twitter, la diversión, hilaridad y debate crecían alrededor de "la tal" reunión que nunca existió.







Ningún periodista ni medio hicieron lo suficiente por la noticia ni por la sociedad. Nadie pudo contarle a los usuarios (en Internet) y consumidores (en el mundo análogo) de noticias las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que sucedió "la tal" reunión.

¿Por qué no había registro fotográfico ni de video del encuentro? 
¿Existía un comunicado oficial de la Casa Blanca o de la “Winter White House”? 
¿Por qué no se contactó a un periodista del equipo de prensa de Trump? 
¿Por qué no revisaron el TL de las cuentas oficiales en redes de la Casa Blanca? 
¿Por qué siendo Uribe tan activo en Twitter no levantó sospecha que no dijera ni mu? 
¿Por qué los dos se negaron a dar declaraciones

Todos olvidaron al parecer en el fin de semana la noción básica del periodismo como nos la recuerda el profesor y también periodista Miguel Angel Bastenier.
Después de 8 años de presidente y cinco de ex presidente activo y vivo en y por los medios, se podría decir que el país conoce a Uribe y cada vez más a Andrés Pastrana. Era previsible la mendacidad.

Era insólito que ni medios ni periodistas sospecharan ni les generara duda alguna que estos aliados no dieran declaraciones con bombos y platillos y ninguno filtrara la foto del momento o intimidades de la reunión.

Pero el ¡wake up! llegó después y por cuenta de la cadena televisiva CNN, entre otras cosas, vetada por Trump.

El 17 de abril a las 15:34 ET (19:34 GMT) CNN titulaba en su Web: “No hubo encuentro formal entre Uribe, Pastrana y Trump: esto fue lo que realmente pasó”.

Durante esos mismos casi tres días la prensa estadounidense hizo el trabajo periodístico que no hicieron los medios colombianos: la tal reunión nunca existió.

La noticia no falsa de CNN se convirtió en Twitter en el hazmerreír con el último café del día.

¿Pos qué pasó?

Que “Uribe y Pastrana nos volvieron a mentir”, como titula un hilarante post el medio digital Con la Oreja RojaY agrego yo: “y los medios también”.

Decir que Uribe es mentiroso es una de esas verdades de a puño. Al reconocido por sus usuales “cortinas de humo” y ser maestro de la mentira se le unió el rápido aprendiz Andrés Pastrana.

¡Qué pronto se olvidó el poder viral de las redes sociales que descubrieron estos personajes y que usan para poner verraca a la gente según confesaron.  

Pero yo no voy a mentirles.

¿Cómo hace un medio una noticia falsa?

Es relativamente fácil. Aunque pocas veces ocurre que los periodistas sean engañados y usados por sus fuentes, no es menos cierto que también lo permitan.

La verdad es que medios y periodistas cada día, y de manera notoria, en los medios análogos (tradicionales) como en los medios en la Web, hacen menos periodismo. 

La noticia de la reunión resultó ser falsa porque en apariencia era creíble y posible

Así lo creyeron o no lo vieron los periodistas de turno en la madrugada del viernes a sábado del 14 de abril, responsables de la cobertura del fin de semana.

La evidente y calculada invención de estos aliados los nubló. Olvidaron el ambiente de pugnacidad política (contexto) y la archiconocida política del miedo que profesa Uribe. 

También nadie (¡alerta!) creyó que un expresidente fuera a mentir en materia grave en un trino fácilmente verificable, y burlarse en las barbas (la misma casa) del "tío Sam".


Y aquí hago un paréntesis para recordar qué es una mentira.

Según la RAE mentir es: “Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa. Inducir a error. Fingir, aparentar. Falsificar algo”.

La fuente primaria de LA FM fue el trino de Pastrana quién, a las 20:26 del viernes de Semana Santa, le agradecía al estadounidense Trump “por la cordial y muy franca conversación sobre problemas y perspectivas de Colombia y la región”.

Después, a las 23:17 (3 horas y 9 minutos) LA FM anunciaba en primicia que “fuentes de muy alto nivel [Pastrana] confirmaron que el encuentro Trump-Uribe-Pastrana se había producido en la tarde del viernes Santo en el Estado de La Florida en Mar-a-Lago”.

La noticia que resultó ser falsa (bulo) fue creada por el mismísimo ex Presidente Pastrana a través de su mentiroso trino y la comedida ayuda para su propagación de LA FM.

Los periodistas tienen la obligación de ser fieles y exactos al contar un hecho. Consultar todas las fuentes posibles, contrastar lo dicho por estas, verificar la información y datos, pero sobre todo, blindar la información contra las inexactitudes, omisiones y falsedades.

Una fuente de información “es la persona o grupo de personas que le proporcionan a un periodista las informaciones de base o los apuntes para una noticia”.

¿Cuáles eran las fuentes de esta noticia?

Solo y únicamente el trino de Pastrana y el mismo Pastrana convertido en "fuentes de muy alto nivel". 

Desde la perspectiva no periodística e intereses del medio el trino se convirtió en noticia.

Medios y periodistas olvidaron que "una noticia es mucho más veraz y por tanto tiene más calidad, cuanto mayor sea la cantidad de fuentes consultadas) y su calidad dependerá de la mayor credibilidad que ofrezca la fuente utilizada y el pluralismo de las mismas (que sean complementarias) y sobre un mismo hecho ofrezcan interpretaciones distintas de las fuentes informativas utilizadas”. 

¿Cuál posverdad? 

Pero, pese a la noticia cierta de CNN, algunos periodistas en Colombia aún consideran y dicen que Pastrana no miente. Que la reunión Trump - Uribe - Pastrana solo fue un “cañazo”; que "el encuentro fue planeado" y que su existencia "quedó en duda"

¡No más mentiras! Un saludo casual y no planificado en la agenda oficial del presidente norteamericano no es una conversación y menos una reunión, como lo señala en la misma noticia de CNN. 

En lo que se ha definido como la era de la pos verdad lo que hacen las noticias falsas es apelar a la emocionalidad de la gente, no a su capacidad de reflexión. Por eso no importa si lo que se dice está o no comprobado. 

¿Qué mecanismos nuevos han incorporado los medios y  periodistas para blindar la información para contrarestar que sean ellos mismos los creadores de noticias falsas?

¿Qué hacen los periodistas en el mar de datos e información para sopesar y corroborar la veracidad de los hechos para volverlos noticias?

¿Tendrían los medios la responsabilidad de informar y formar en las plataformas digitales y redes sociales acerca de los algoritmos ocultos que hacen que veamos algunas informaciones de primeras y no otras en Facebook, Twitter y otras redes sociales?

Como dijo el presidente Barack Obama ,“si no somos serios sobre los hechos, y sobre lo que es verdad y lo que no lo es, si no podemos diferenciar entre los argumentos serios y la propaganda, entonces, tendremos problemas”.

Aunque hoy las personas leen más, así sean frases de 140 caracteres, lo que pone en evidencia el ámbito digital es que esto no significa que entiendan más y no porque caigan en noticias falsas. Hay quienes opinan que "a la gente no le importa si lo que lee es verdad".

“El periodismo serio tiene que ser más crítico con lo que circula en las redes. No se puede caer en la tiranía del tráfico. Tenemos que trabajar para que nos crean, para que nos respeten”, dice Nora Sanín, directora de la Asociación Colombiana de Editores de Medios Informativos, ANDIARIOS.

¿Por qué el periodismo colombiano se rehusó a mostrarnos este hecho en toda su dimensión?

"En la era de pos verdad el reto del periodismo es el mismo de siempre: seguir haciendo periodismo: buscar la información, elegir lo que interesa a la gente, indagar, verificar y procesar la noticia”, como lo recordó William Giraldo presidente del Círculo de Periodistas de Bogotá CPB el pasado 9 de febrero Día Nacional del Periodista. 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

La mitología de la decadencia


Sí. El 2016 será un año memorable por lo previsible de todo cuanto ha ocurrido en Colombia y en otras partes del planeta. La gente busca un lugar en el mundo, pero no cualquier lugar.

Una parte de la vida "ocurre" hoy  ̶  y de esta nos enteramos  ̶  a través de las plataformas digitales: sitios, blogs, redes, voces, textos e imágenes que dan cuenta en un clic de los fuimos siendo

Pero otra, inmensamente grande, compleja y las más de las veces triste, muy triste, sigue sucediendo entre los pobres y ninguniados de los suburbios y comunas  de Inglaterra - Colombia - EEUU. 

Es la vida de los Otros, de los que aguardan o se resignan, pero también, de los que aún matan o roban para vivir. 

Es la vida de los obreros de la 4G y las viviendas de interés de los constructores, ah, y de paso de las de "interés social"; 

Es la vida de los trabajadores de las fábricas de alimentos y confort y lujos y consumo para los que pueden pagar todo eso; 

Es la vida de los centenares que limpian casas y oficinas soñando que alguna vez será su turno para el futuro cuando el presente es esquivo y miserable.

Son muchos, muchísimos Otros. 

Los endeudados que deben todo, desde el pan en su mesa, la chaqueta para el invierno, la bicicleta que reduce el tiempo en Transmilenio, el Metro de Medellín o Londres y el Smart TV desde dónde ven lo que nunca podrán ser o tener. Son los que a palo seco desafían la tristeza y no caen en el abismo de la amargura cada día.  

Por eso no es sorpresa el NO (de seguir en la UE) de los británicos. El NO de los colombianos (de acoger un Acuerdo para el fin de la guerra). Tampoco el NO de los estadounidenses (de apoyar la vieja guardia y política estadounidense). 


Los electores en estos países comparten en común los mismos sentimientos y miedos: la frustración, el desencantamiento, la rabia. Son tierra fértil para el odio, la xenofobia, el machismo. 

Creen que el inmigrante les quita derechos en su propia casa. Creen que acordar el fin de una guerra le otorga al enemigo más derechos que a ellos mismos. Creen que proteger la obsolescencia de la industria, les garantiza empleo. 

Aún así quieren cambiar este destino compartido como sea y con quien sea, pero nunca jamas volverán a apoyar a un partido y tampoco a un político. En estos ya no creen nada.Por eso no es un asunto de ideología sino de oportunidad en el mundo.

No les importa que los sigan engañando ni correr el riesgo, otra vez, de ser usados y abusados. Son conscientes de ello. Quieren, eso sí, escuchar y creer en algo o alguien distinto, atípico, más cercano a lo que ellos mismos son y saben sin sonrojo alguno que son: los ignorados ignorantes olvidados. Un número que relata pero no cuenta.  

Por eso desafían su destino. No tienen nada que perder, porque no tienen algo. Tampoco tienen que ganar, porque no creen. Saben que son presa fácil de cualquier depredador político. Uribe o Trump. El que siga. Les da igual.

Pueda que para sus desafiantes victorias, los del NO en Inglaterra, los del NO en Colombia y los del NO en EEUU hayan hecho trampa, usado mañas y mentido. Siempre lo han hecho y lo seguirán haciendo.  

Pueda que se hayan aprovechado de los ignorantes ninguneados muertos de hambre  ̶  de eso se trata y los hay por millones ̶ 

Pueda que hayan usado el miedo para imponer sus ideas  ̶ tampoco es nuevo, siempre lo hacen ̶ 

Los del NO del Brexit, los del NO esquizofrénico y estúpido y los del NO "trumpetero", son todos la misma cosa pero distintos.  Apoyar al rey de la frivolidad no era nada difícil. 

Son los mismos humanitos, aquí y acullá diciendo lo mismo... Al fin de cuentas, participando, pero para gritar: ¡Hey! ¡Wake up! ¡¡Existimos!! No somos un número más. Y no más! Decidimos que nos mamamos de todos y de todo. 

¿No es acaso este un acto, a pesar de todo, democrático?

Nos envían un mensaje y el mensaje es que PUEDEN, como escribió en julio pasado Michael Moore. Y ayer, como el pasado 23 de junio y el 2 de octubre lo demostraron. 

Ganó la pulsión, el instinto de vida con traje de desencantamiento. Los escépticos, descreídos y masificados. Los embrutecidos de hambre, deudas y sin lugar en el mundo en una nación, en un territorio áspero.

Los del NO que no quieren ser europeos sino ingleses; los del NO que quieren una paz estable y duradera, pero antes que nada, igualdad de oportunidades; los del NO que no creen en demócratas ni republicanos, pero sí en alguien como Trump que les promete que cambiará el sistema

Los (blancos) estadounidenses ninguneados, acomodados y los sudorosos movidos por el miedo de perder lo que no tienen y podrían tener expresaron con su elección una contundente protesta movidos por un cóctel barato, pero efectivo.  

"El éxito de Trump, a nivel de voto electoral, se ha cimentado en el cinturón del óxido, traducido libremente, en los estados desindustrializados y decadentes", como escribe, entre fábricas y mapas, Andres P Mohorte (@mohorte).

Sí querida Nórida Rodriguez, todos queremos cambiar el mundo. Caber en él. Tener oportunidades laborales. Bien-estar. Una vida digna. También yo.

Claro que todo tiene que ver  ̶ aunque mínimamente ̶  con una visión oscurantista de la vida y una "creciente tendencia a la derechización del mundo" y la maltrecha e inicua (?) democracia. 

Creo que todo cuanto nos asombra hoy es solamente el cansancio y la desesperanza de miles de millones de personas que no son tratadas como seres HUMANOS por los HUMANOS.

Ojalá las consecuencias no sean devastadoras.   

¡Qué dios salve a América!

PD.: