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domingo, 17 de junio de 2018

Petro no es como lo pintan, dice el senador electo Gustavo Bolívar

Bolívar y Petro en primer encuentro publico como Candidato a la Presidencia
 Suacha, domingo 18 de marzo - Foto Bunkerglo

Por Gustavo Bolivar, Junio 17 de 2018

Aunque no compartí sus luchas en el M-19, ni lo acompañé en su brillante paso por el Congreso, ni formé parte de la Bogotá Humana en su primera experiencia administrativa, hubo un detalle en Gustavo Petro que me permitió conocerlo y admirarlo profundamente.

Acababa de terminar su traumático paso por la Alcaldía de Bogotá y supe, por los medios de comunicación, que su sueldo estaba embargado y que la Contraloría Distrital le acababa de imponer una multa, impagable y exagerada de $200 mil millones por haber bajado la tarifa de Transmilenio a los pobres. 

A través de Liz Ariza, odontóloga que nos atendía coincidencialmente a Verónica, la esposa de Gustavo, a mi expareja y a mí, supe de la crisis económica que estas decisiones habían provocado en su familia. 

Yo acababa de inmigrar a Estados Unidos y, a pesar de que no lo conocía personalmente, desde allí, el 6 de diciembre de 2016, le escribí este mensaje privado por Twitter: “Tocayo, esto de la multa es una cochinada terrible. Mi solidaridad completa y un ofrecimiento desinteresado. No sé cómo estén sus finanzas, pero si necesita algo para movilizarse, yo con gusto puedo aportarle $10 millones en este momento. Sé que no es mucho, pero me interesa que siga exponiendo sus ideas. Si los acepta me dice dónde le consigno. Un abrazo”.

Bogotá - Marcha contra la Corrupción
Agosto 21 de 2011
Lo hice porque antes de irme a vivir a Estados Unidos organicé marchas contra la corrupción, entregué Premios Carroña a los buitres de la patria, marché contra la destitución de Petro por parte del exprocurador Ordóñez y apoyé iniciativas a favor de la transparencia en los recursos públicos. 

Sentí que dejaba huérfana esa lucha. Entonces me dije: si no voy a estar luchando en Colombia, apoyaré a quienes lo hacen. Ese es el origen del ofrecimiento que media hora después Petro me respondió: “Gracias Gustavo, por ahora me defenderé. Más tarde ya veremos”.

Un hombre que en plena crisis económica rechaza esa suma, pensé, es un hombre digno, un hombre desprovisto de ambición. Empecé a admirarlo más y a compartir sus tuits continuamente. 

El 13 de febrero de 2017 recibí un mensaje suyo en el que me decía: “Me parece que deberíamos construir una lista al Senado capaz de cambiar el Congreso. Deberías estar allí”. Le dije que lo pensaría, al tiempo que le reiteré mi disposición a colaborar en su campaña. 

En diciembre, diez meses después, luego de ires y venires acepté integrar la lista al Senado, y desde ese día hasta hoy he compartido los mejores momentos de esta campaña maravillosa, que él califica como “mágica”. 

Comenzó con la recolección de 850 mil firmas sin tener en las arcas de la campaña un solo peso. Esas 850 mil personas se convirtieron en más de 2’850.000 votos en la consulta y 4’800.000 en la primera vueltaCon la confianza que lo caracteriza, Gustavo Petro asegura que si hoy nos convertimos en 10 millones ganaremos la Presidencia.

Pero vayamos por orden. 

Antes de iniciar la campaña le sugerí que se tomara un descanso con su familia, porque sabíamos que se avecinaba un arduo trabajo que se extendería por varios por meses. Entonces lo invitamos, junto con su esposa, a nuestra casa en Miami. Aceptó a regañadientes. Primero porque le preocupaba dar unos días de ventaja a sus contrincantes y, segundo, porque no le gusta Miami. Dice que es una ciudad sin vida cultural, y en parte tiene razón. En parte porque eso está cambiando.

Allí convivimos durante cuatro enriquecedores días de comienzos de enero. 

Tener un hombre de la talla intelectual y de la estatura moral de Gustavo Petro en tu casa, durante días, es algo comparable a un semestre de estudios en la mejor universidad del mundo. Sabe de todo, y todo lo explica con una paciencia pedagógica que pocos poseen.

Hablamos de economía, de libros (acababa de leer La economía del cambio climático, de Michael Stern; El capital en el siglo XXI, de Thomas Piketty, y La tercera revolución industrial, de Jeremy Rifkin”). Trató de resumirlos, pero sintetizar es una de las pocas virtudes que no posee, así que las charlas se extendían por horas.

Una noche, en medio de unas cervecitas, hablamos de música. 

Antes de irnos a dormir me pidió que le pusiera unas canciones, un tanto nostálgicas, que lo trasladaron a su aguerrida juventud. Escuchamos Violeta Parra; Las casas de cartón, de Alí Primera; Playa Girón, de Silvio Rodríguez, y una que otra de Mercedes Sosa. Me sentí mamerto y feliz a la vez. Le conté que hacía unos meses tuve la grandiosa oportunidad de conocer, en La Habana, a Silvio Rodríguez durante el concierto que los Rollings Stones dieron en la isla. 

Ese día me di cuenta de que lo suyo no era el castrochavismo. Ni siquiera conocí a Fidel, me dijo. La ideología del M-19 nunca tuvo nada que ver con el comunismo, aseveró. [Precisó] que la de Bateman era una propuesta más nacionalista, pues en el interior del movimiento consideraban que tanto el comunismo como el capitalismo habían fracasado como sistemas socioeconómicos.

Otra noche, porque los días los ocupaba en leer y tuitear, hablamos de arte, de cultura y de culturas. [Expresó] que la ausencia de oferta cultural le disgustaba de Miami. Le conté que en Midtown existía un barrio que se llamaba Winwood, que se había hecho famoso en el mundo por sus grafitis y me pidió que lo llevara. 

Nos trasladamos hasta allí y quedó fascinado. Admiró con paciencia cientos de murales, de gran calidad y significado, plasmados por artistas, la mayoría anónimos, pero poderosos en términos cualitativos. Gustavo se sentía en su salsa. Un barrio lleno de galerías de arte y de artistas plasmando sus talentos en vivo. 

Y es que Petro fue un gran impulsor del arte callejero en Bogotá. Dice que la inclusión social es la clave de la seguridad en las ciudades. Y lanzó sus estadísticas, de las cientos que recuerda: “En Bogotá, apoyando el arte y la cultura entre los jóvenes de los barrios pobres, redujimos los índices delincuenciales en un 36 %”.

El día antes de regresar a la batalla, como dijo cuando abordaba el avión, fuimos a dar un paseo en lancha por la bahía de Bal Harbour. Llegamos al muelle de un restaurante de la calle 79 en la zona de North Bay Village. Mi expareja y Verónica se tomaron unas fotografías, desprevenidas en la playa. Con total serenidad, pero sin ocultar su preocupación les dijo: “Cuidado las ponen en las redes sociales porque me acaban”. 

Y razón no le faltaba. Lo hubieran acabado. Yo alcancé a imaginar los tuits: “Petro, comunista hijueputa en un yate” o, “mientras habla de justicia social este guerrillero asqueroso se da la gran vida en Miami”

Para que lo sepan: todos los gastos, desde los tiquetes hasta la última cena, las costeamos con mi familia. Petro no tiene ahorros. Vive al día. 

Un amigo de Miami, de los que cree que la política se hizo para enriquecer a politiqueros, me dijo que no entendía cómo un hombre que había sido alcalde y que había manejado tantos billones de pesos no tenía dinero. Le respondí que eso tenía una simple y sencilla explicación: Gustavo no roba.

De esos cuatro días me quedaron dos lecciones. La primera: que Petro no es como lo pintan. 

Petro no es como lo ha vendido la prensa ni sus contrincantes. El Petro que conocí es un hombre humilde, orgulloso de lo que sabe, que no es lo mismo que prepotente, un tanto tímido, lo que suele ser confundido con engreído, y por sobre todas las cosas, un hombre humano. 

Lo del eslogan no es estrategia de marketing. Bogotá Humana, Colombia Humana y si pudiera, Planeta Humano, son conceptos que nacen de una convicción profunda: el ser humano y su dignidad, que se traduce en el sujeto con derecho a tener derechos, está por encima de cualquier cosa que lo destruya. 

Es el eje fundamental de cualquier política. Es la razón de ser de cualquier lucha. Por eso el énfasis de su programa de gobierno es lo social. Lo mortifica el sufrimiento de sus semejantes y lo indigna la explotación humana. Palabras como esclavitud, injusticia y dignidad están presentes en todos sus discursos.

La segunda lección que nos dejó tiene que ver con la percepción que se tiene del Petro político. 

Uno sabe que viene de la izquierda, pero hay una contradicción latente en su ideología, pues la mayoría de sus propuestas son sencillamente liberales, progresistas y, si se quiere, “socialdemócratas”. 

Habla de capitalismo social, reforma agraria, justicia social y de la función ecológica del Estado social de derecho, que son conceptos que introdujo la Constitución de 1991. Meses después, luego de firmar sus compromisos en mármol ante Antanas Mockus, juró defender esa Constitución de la cual el M-19 fue coautor.

Después vino la campaña, la sorpresa, el delirio, lo que él llama el paroxismo, pero que para muchos fue, sencillamente, la locura. 

Primero organizó unos cuadros con sus amigos de antaño y con algunos exfuncionarios de la Bogotá Humana, delegó la elaboración de su agenda y conformó un grupo interdisciplinario para armar su plan de gobierno. 

Se sabe rodear. Cree en la ciencia, en las estadísticas y en el conocimiento. Es exigente y regaña, pero no maltrata. Todo mundo le corre porque sabe que es perfeccionista. Lo hacen con agrado, con cariño, y lo que es mejor, de forma voluntaria. Una vez estuvo lista la estructura y la estrategia se lanzó a las calles. 

Todo empezó con algunas caminatas por Barranquilla, Soacha, Bosa en Bogotá y una más en Suba. La gente salía a saludarlo con entusiasmo, pero empezamos a temer por su seguridad porque al inicio de la campaña le habían reducido la escolta y los cuatro agentes que lo custodiaban no daban abasto ante los cientos de personas que le salían al paso. Pero fue en Valledupar donde el asunto de las caminatas se desbordó. 

Esa tarde, durante una visita que hicimos al mercado popular, fue tanta la gente que se acercó a saludarlo, a hablarle, a contarle sus problemas, a tocarlo, que no pudimos avanzar más de una cuadra en dos horas. Temimos por su seguridad. Tocaba tomar decisiones. El jefe de escoltas consideró que era necesario salir del lugar. No había garantías.

Esa noche tomó una decisión: estamos maduros para ir a la plaza pública. Quiero plazas llenas. Hay que trabajar mucho para eso. Esa fue la directriz y ahí empezó lo que el llama “mágico”. 

Miles de personas en toda Colombia trabajando para realizar esas manifestaciones. Gente humilde compartiendo su pobreza para imprimir volantes, afiches, pasacalles. Las primeras grandes manifestaciones fueron en la costa. 

A Cartagena, a Valledupar y a Sincelejo llegaron miles de personas reflejando en sus rostros esperanza. Sin pedir nada a cambio, cantando el coro que compuso Antanas Mockus en 2010 el día que reconoció su derrota frente a Santos: “Yo vine porque quise, a mí no me pagaron”.

Terminó realizando más de 80 manifestaciones en todo el país. Algunas como las de Cali, Popayán, Pasto, Ibagué, Neiva, Pereira y Armenia, con más de 20 mil personas, o las de Barranquilla y Bogotá, que contaron con más de 50 mil almas. 

Calcula que más de un millón de personas salieron a verlo y a escucharlo y recuerda que ese fenómeno no ocurría desde Jorge Eliécer Gaitán. Eso lo enorgullece enormemente. Habló más de 160 horas y acuñó al final de cada discurso una frase que, me consta, hizo llorar de emoción a miles de seguidores: Me llamo Gustavo Petro y quiero ser su presidente”.

Perdió la voz en varias ocasiones, aguantó hambre porque dice que político que come no gana y hasta sufrió un atentado y medio. 

El atentado fue en Cúcuta. Ese día yo estaba dentro de la camioneta que lo llevaba al Parque Santander y me dio por transmitir en vivo, como siempre lo hice, porque alguien nos anunció que en los alrededores del lugar había una cantidad de gente hostil a la campaña que acababa de descender de siete buses. 

Al llegar nos recibieron a piedra y el conductor de la camioneta tomó la decisión de salir espantado del lugar. Petro se enojó bastante porque considera que es una derrota arrodillarse ante lo que el enemigo pretende. Entonces regresamos y el resto de la historia está registrada en el video y en las redes para el que quiera verlo

Le dispararon en cuatro ocasiones al carro. Y aunque el fiscal salió a decir que unas simples piedritas habían roto el blindaje de la camioneta, los expertos consultados por la W Radio y unos peritos que contratamos confirmaron que sólo un proyectil a gran velocidad podía causar un daño semejante.

En la primera manifestación que hicimos en Medellín me permitió hablar y me quise dar un lujo que terminó en regaño. No quería desaprovechar la oportunidad para decirle a Uribe en su propia tierra que me iba a esforzar desde el Senado para conseguir las pruebas que lo llevaran a la cárcel. 

Al llegar a un apartamento donde dormimos esa noche me dijo que eso no se hacía. Que él quería llevar su campaña con amor y sentenció el regaño con una enseñanza: al tigre hay que dejarle una salida o se te lanza encima. Diga que lo quiere llevar a la JEP, que con saber la verdad al país le basta. Siempre habla con sabiduría.

Unos días antes, en Quibdó, sucedió algo entre misterioso y sospechoso. El otro medio atentado. 

Los hombres de seguridad nos recogieron en el aeropuerto en una camioneta blanca blindada. En ella nos trasladamos a un evento en un restaurante de la ciudad y, al salir del mismo, apareció la camioneta blanca de nuevo. Subimos desprevenidamente. Antes de arrancar noté que los ventanales estaban muy transparentes y los golpee con los nudillos. No era blindada y le preguntamos al conductor qué había pasado. Dijo que la otra se había dañado. Petro tomó la decisión de bajarse. Al momento apareció la camioneta blindada que teníamos antes. Le preguntamos al conductor qué daño había sufrido y nos dijo que ninguno. ¿Le iban a hacer un atentado ese día? Nunca lo sabremos.

Lo único cierto, y esto ya es un logro en el país de la intolerancia, es que Gustavo Petro es el único candidato que desafía al establecimiento, el único que se ha enfrentado a la clase política corrupta de Colombia y no muere en el intento. Para la muestra siete botones: Uribe Uribe, Gaitán, Pardo Leal, Galán, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro y Álvaro Gómez.

Y pase lo que pase hoy, como dijo su hija Antonella, ya Petro es un ganador. Triplica la máxima votación de la izquierda en toda su historia y deja un legado a las ciudadanías libres, como las llama: no se rindan, no resignen sus sueños, el cambio está en sus manos.

Si se convierte en presidente, pasará a la historia como el gobernante que hizo posible el sueño de una Colombia Humana, justa, menos desigual, próspera, decente en el manejo de sus recursos públicos, autosostenible en términos ambientales y lista para una era de paz. 

Si sucede lo contrario, lo veremos luchando hasta el día de su muerte porque jamás bajará los brazos. Es un luchador, terco como él solo, un guerrero en toda la extensión de la palabra. Me llamo Gustavo Bolívar y quiero que Gustavo Petro sea mi presidente".

Este texto del Senador electo Gustavo Bolívar fue publicado en El Espectador
Lo reproduzco en Sentipensantes  (sin autorización del autor), porque el texto me pareció un relato sin pretensiones y en primera persona. Fotos ©Bunkerglo 

lunes, 9 de abril de 2018

Batallas de papel

Marcha por la Vida. Bogotá, Plaza de Bolívar. Foto by ©Bunkerglo
Marzo 7 de 2015. 


Batallas de papel


Es más sencillo desminar el lenguaje,
Esgrimir un lápiz como un bastón para tantearlo
Y que no vuele en pedazos el poema,
Que ver los desmembrados del mundo,
El cortejo de mutilados
Por los comerciantes de la guerra.
¡Qué clase de guerrero soy
Que solo evita las minas del lugar común,
Las trincheras camufladas de las grandes
                                                             verdades,
Las heridas de francotirador de un adverbio,
La granada de mano de una errata!
Es más sencillo resguardarse en el estudio
Como en una cómoda tienda de campaña,
Mirar de lejos el campamento enemigo
                                           de los malos poetas
Y desminar el tedio de las horas nocturnas.
¡Qué clase de poeta soy,
Un pobre centinela del lenguaje,
Un lento estafeta que no llega,
Un soldado oculto en un caballo de madera
                                    que se queda dormido,
Qué clase de sujeto soy
Que se conmueve al ver las fotos de los
                                                     mutilados
Mientras vuelve a la mesa de trabajo
Con un maltrecho silencio
¡Y una bandera de papel como mortaja!

Juan Manuel Roca




miércoles, 3 de mayo de 2017

Señoras y señores ésta es nuestra primera y última palabra

Nicanor Parra - Foto tomada de Internet sin autor visible

"Nicanor Segundo Parra Sandoval es un poeta, matemático y físico chileno cuya obra ha tenido una profunda influencia en la literatura hispanoamericana", dice en wikipedia. 

Para mi es uno de los grandes poeta vivos que pongo al lado de los polacos Wislawa Szymborska y el menos conocido como poeta Ryszard Kapusicinski.

Inexplicable que nunca haya recibido un Nobel. Es hiperealista, claro, si en poesía se permite esta descripción. ¡Hoy tiene 104 años!  

Se me antoja para estos días y tiempos de "Optimismo trágico", como dice Boaventura de Sousa Santos, otro poeta del pensamiento hiperrealista, de las ausencias y las urgencias.


Manifiesto


Señoras y señores 
Ésta es nuestra última palabra. 
-Nuestra primera y última palabra- 
Los poetas bajaron del Olimpo.

Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros 
Es un artículo de primera necesidad: 
No podemos vivir sin poesía.

A diferencia de nuestros mayores 
-Y esto lo digo con todo respeto- 
Nosotros sostenemos 
Que el poeta no es un alquimista 
El poeta es un hombre como todos 
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.

Nosotros conversamos 
En el lenguaje de todos los días 
No creemos en signos cabalísticos.

Además una cosa: 
El poeta está ahí 
Para que el árbol no crezca torcido.

Este es nuestro mensaje. 

Nosotros denunciamos al poeta demiurgo 
Al poeta Barata 
Al poeta Ratón de Biblioteca. 

Todos estos señores 
-Y esto lo digo con mucho respeto- 
Deben ser procesados y juzgados 
Por construir castillos en el aire 
Por malgastar el espacio y el tiempo 
Redactando sonetos a la luna 
Por agrupar palabras al azar 
A la última moda de París. 

Para nosotros no: 
El pensamiento no nace en la boca 
Nace en el corazón del corazón.

Nosotros repudiamos 
La poesía de gafas obscuras 
La poesía de capa y espada 
La poesía de sombrero alón. 
Propiciamos en cambio 
La poesía a ojo desnudo 
La poesía a pecho descubierto 
La poesía a cabeza desnuda.

No creemos en ninfas ni tritones. 
La poesía tiene que ser esto: 
Una muchacha rodeada de espigas 
O no ser absolutamente nada.

Ahora bien, en el plano político 
Ellos, nuestros abuelos inmediatos, 
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos! 
Se retractaron y se dispersaron 
Al pasar por el prisma de cristal. 
Unos pocos se hicieron comunistas. 
Yo no sé si lo fueron realmente. 
Supongamos que fueron comunistas, 
Lo que sé es una cosa: 
Que no fueron poetas populares, 
Fueron unos reverendos poetas burgueses.

Hay que decir las cosas como son: 
Sólo uno que otro 
Supo llegar al corazón del pueblo. 
Cada vez que pudieron 
Se declararon de palabra y de hecho 
Contra la poesía dirigida 
Contra la poesía del presente 
Contra la poesía proletaria.

Aceptemos que fueron comunistas 
Pero la poesía fue un desastre 
Surrealismo de segunda mano 
Decadentismo de tercera mano,
Tablas viejas devueltas por el mar. 
Poesía adjetiva 
Poesía nasal y gutural 
Poesía arbitraria 
Poesía copiada de los libros 
Poesía basada 
En la revolución de la palabra 
En circunstancias de que debe fundarse 
En la revolución de las ideas. 
Poesía de círculo vicioso 
Para media docena de elegidos: 
"Libertad absoluta de expresión".
Hoy nos hacemos cruces preguntando 
Para qué escribirían esas cosas 
¿Para asustar al pequeño burgués? 
¡Tiempo perdido miserablemente! 
El pequeño burgués no reacciona 
Sino cuando se trata del estómago.

¡Qué lo van a asustar con poesías!

La situación es ésta: 
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo 
Por una poesía de la noche 
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual 
La poesía alcanza para todos.

Nada más, compañeros 
Nosotros condenamos 
-Y esto sí que lo digo con respeto-
La poesía de pequeño dios 
La poesía de vaca sagrada 
La poesía de toro furioso.

Contra la poesía de las nubes 
Nosotros oponemos 
La poesía de la tierra firme 
-Cabeza fría, corazón caliente 
Somos tierrafirmistas decididos- 
Contra la poesía de café 
La poesía de la naturaleza 
Contra la poesía de salón 
La poesía de la plaza pública 
La poesía de protesta social.

Los poetas bajaron del Olimpo.


Parque Simón Bolívar - Foto Bunkerglo

miércoles, 19 de abril de 2017

Uribe y Pastrana volvieron a mentir y los medios también


La primicia de LA FM lanzada a las redes sociales a la media noche del viernes 14 de abril es una pieza informativa que muestra qué no es y no debe hacer el periodismo.

El precepto de que “la sociedad tiene derecho a saber la verdad completa, comprobable, en forma oportuna, sin intereses ni prejuicios personales”, poco importó para el que informó de primeras, como para los que vinieron después.

A ningún medio ni periodista, durante tres días consecutivos, le pareció importante responder al abc del periodismo: qué, quien, cómo, cuando, dónde, por qué y para qué.

La "noticia" que amplificó este medio radial a partir de otro trino sin verificación, fue recogida, multiplicada, comentada y aumentada casi que por la totalidad de medios en Colombia y algunos internacionales (en español) durante el fin de semana.
En la madrugada del lunes 17 de abril el periodismo radial colombiano se ocupaba del "suceso" (ya tenían de qué especular después de Semana Santa), y de la "Carta" que el Senador Álvaro Uribe Vélez reveló, había enviado el día anterior al Congreso de los EE.UU.  

Las conjeturas, especulaciones, inferencias y opiniones se impusieron ante la ausencia de información y trabajo periodístico para obtenerla. Todos se "empelicularon"!! 

Por ejemplo. La corresponsal en Washington de WRadio, María Molina, se aventuró a confirmar quién coordinó "la tal" reunión de los ex Presidentes con Donald Trump.


En una de sus rocambolescas #EspeculacionesW María Isabel Rueda por su parte concluyó que, "en el estilo Trump, la credibilidad del presidente Juan Manuel Santos queda en entredicho, el simbolismo es violento, que Trump se haya reunido antes que el Presidente de Colombia con la oposición"(!!).  

Otro del CD, el senador Carlos Felipe Mejía también confirmó que en la reunión estuvo Uribe, pero dijo desconocer los detalles de los temas tratados.

Todos comentaban, analizaban y buscaban reacciones entre los congresistas y otros sobre la agenda noticiosa impuesta por Pastrana y Uribe a los medios y que todos daban por cierta. 

Muy pocos hicieron la tarea: periodismo.

La Silla Vacía pasó la noche de domingo a lunes pasando por su detector de mentiras la Carta de Uribe para encontrar que, "de las 27 afirmaciones sólo tres eran ciertas”.

En las redes sociales cómo Twitter, la diversión, hilaridad y debate crecían alrededor de "la tal" reunión que nunca existió.







Ningún periodista ni medio hicieron lo suficiente por la noticia ni por la sociedad. Nadie pudo contarle a los usuarios (en Internet) y consumidores (en el mundo análogo) de noticias las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que sucedió "la tal" reunión.

¿Por qué no había registro fotográfico ni de video del encuentro? 
¿Existía un comunicado oficial de la Casa Blanca o de la “Winter White House”? 
¿Por qué no se contactó a un periodista del equipo de prensa de Trump? 
¿Por qué no revisaron el TL de las cuentas oficiales en redes de la Casa Blanca? 
¿Por qué siendo Uribe tan activo en Twitter no levantó sospecha que no dijera ni mu? 
¿Por qué los dos se negaron a dar declaraciones

Todos olvidaron al parecer en el fin de semana la noción básica del periodismo como nos la recuerda el profesor y también periodista Miguel Angel Bastenier.
Después de 8 años de presidente y cinco de ex presidente activo y vivo en y por los medios, se podría decir que el país conoce a Uribe y cada vez más a Andrés Pastrana. Era previsible la mendacidad.

Era insólito que ni medios ni periodistas sospecharan ni les generara duda alguna que estos aliados no dieran declaraciones con bombos y platillos y ninguno filtrara la foto del momento o intimidades de la reunión.

Pero el ¡wake up! llegó después y por cuenta de la cadena televisiva CNN, entre otras cosas, vetada por Trump.

El 17 de abril a las 15:34 ET (19:34 GMT) CNN titulaba en su Web: “No hubo encuentro formal entre Uribe, Pastrana y Trump: esto fue lo que realmente pasó”.

Durante esos mismos casi tres días la prensa estadounidense hizo el trabajo periodístico que no hicieron los medios colombianos: la tal reunión nunca existió.

La noticia no falsa de CNN se convirtió en Twitter en el hazmerreír con el último café del día.

¿Pos qué pasó?

Que “Uribe y Pastrana nos volvieron a mentir”, como titula un hilarante post el medio digital Con la Oreja RojaY agrego yo: “y los medios también”.

Decir que Uribe es mentiroso es una de esas verdades de a puño. Al reconocido por sus usuales “cortinas de humo” y ser maestro de la mentira se le unió el rápido aprendiz Andrés Pastrana.

¡Qué pronto se olvidó el poder viral de las redes sociales que descubrieron estos personajes y que usan para poner verraca a la gente según confesaron.  

Pero yo no voy a mentirles.

¿Cómo hace un medio una noticia falsa?

Es relativamente fácil. Aunque pocas veces ocurre que los periodistas sean engañados y usados por sus fuentes, no es menos cierto que también lo permitan.

La verdad es que medios y periodistas cada día, y de manera notoria, en los medios análogos (tradicionales) como en los medios en la Web, hacen menos periodismo. 

La noticia de la reunión resultó ser falsa porque en apariencia era creíble y posible

Así lo creyeron o no lo vieron los periodistas de turno en la madrugada del viernes a sábado del 14 de abril, responsables de la cobertura del fin de semana.

La evidente y calculada invención de estos aliados los nubló. Olvidaron el ambiente de pugnacidad política (contexto) y la archiconocida política del miedo que profesa Uribe. 

También nadie (¡alerta!) creyó que un expresidente fuera a mentir en materia grave en un trino fácilmente verificable, y burlarse en las barbas (la misma casa) del "tío Sam".


Y aquí hago un paréntesis para recordar qué es una mentira.

Según la RAE mentir es: “Decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa. Inducir a error. Fingir, aparentar. Falsificar algo”.

La fuente primaria de LA FM fue el trino de Pastrana quién, a las 20:26 del viernes de Semana Santa, le agradecía al estadounidense Trump “por la cordial y muy franca conversación sobre problemas y perspectivas de Colombia y la región”.

Después, a las 23:17 (3 horas y 9 minutos) LA FM anunciaba en primicia que “fuentes de muy alto nivel [Pastrana] confirmaron que el encuentro Trump-Uribe-Pastrana se había producido en la tarde del viernes Santo en el Estado de La Florida en Mar-a-Lago”.

La noticia que resultó ser falsa (bulo) fue creada por el mismísimo ex Presidente Pastrana a través de su mentiroso trino y la comedida ayuda para su propagación de LA FM.

Los periodistas tienen la obligación de ser fieles y exactos al contar un hecho. Consultar todas las fuentes posibles, contrastar lo dicho por estas, verificar la información y datos, pero sobre todo, blindar la información contra las inexactitudes, omisiones y falsedades.

Una fuente de información “es la persona o grupo de personas que le proporcionan a un periodista las informaciones de base o los apuntes para una noticia”.

¿Cuáles eran las fuentes de esta noticia?

Solo y únicamente el trino de Pastrana y el mismo Pastrana convertido en "fuentes de muy alto nivel". 

Desde la perspectiva no periodística e intereses del medio el trino se convirtió en noticia.

Medios y periodistas olvidaron que "una noticia es mucho más veraz y por tanto tiene más calidad, cuanto mayor sea la cantidad de fuentes consultadas) y su calidad dependerá de la mayor credibilidad que ofrezca la fuente utilizada y el pluralismo de las mismas (que sean complementarias) y sobre un mismo hecho ofrezcan interpretaciones distintas de las fuentes informativas utilizadas”. 

¿Cuál posverdad? 

Pero, pese a la noticia cierta de CNN, algunos periodistas en Colombia aún consideran y dicen que Pastrana no miente. Que la reunión Trump - Uribe - Pastrana solo fue un “cañazo”; que "el encuentro fue planeado" y que su existencia "quedó en duda"

¡No más mentiras! Un saludo casual y no planificado en la agenda oficial del presidente norteamericano no es una conversación y menos una reunión, como lo señala en la misma noticia de CNN. 

En lo que se ha definido como la era de la pos verdad lo que hacen las noticias falsas es apelar a la emocionalidad de la gente, no a su capacidad de reflexión. Por eso no importa si lo que se dice está o no comprobado. 

¿Qué mecanismos nuevos han incorporado los medios y  periodistas para blindar la información para contrarestar que sean ellos mismos los creadores de noticias falsas?

¿Qué hacen los periodistas en el mar de datos e información para sopesar y corroborar la veracidad de los hechos para volverlos noticias?

¿Tendrían los medios la responsabilidad de informar y formar en las plataformas digitales y redes sociales acerca de los algoritmos ocultos que hacen que veamos algunas informaciones de primeras y no otras en Facebook, Twitter y otras redes sociales?

Como dijo el presidente Barack Obama ,“si no somos serios sobre los hechos, y sobre lo que es verdad y lo que no lo es, si no podemos diferenciar entre los argumentos serios y la propaganda, entonces, tendremos problemas”.

Aunque hoy las personas leen más, así sean frases de 140 caracteres, lo que pone en evidencia el ámbito digital es que esto no significa que entiendan más y no porque caigan en noticias falsas. Hay quienes opinan que "a la gente no le importa si lo que lee es verdad".

“El periodismo serio tiene que ser más crítico con lo que circula en las redes. No se puede caer en la tiranía del tráfico. Tenemos que trabajar para que nos crean, para que nos respeten”, dice Nora Sanín, directora de la Asociación Colombiana de Editores de Medios Informativos, ANDIARIOS.

¿Por qué el periodismo colombiano se rehusó a mostrarnos este hecho en toda su dimensión?

"En la era de pos verdad el reto del periodismo es el mismo de siempre: seguir haciendo periodismo: buscar la información, elegir lo que interesa a la gente, indagar, verificar y procesar la noticia”, como lo recordó William Giraldo presidente del Círculo de Periodistas de Bogotá CPB el pasado 9 de febrero Día Nacional del Periodista.