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miércoles, 18 de agosto de 2010

Carrobomba en Bogotá: una vuelta y dos mandados

Los colombianos en general y en particular los periodistas que vivimos en Bogotá e hicimos la cobertura periodística de la demencial criminalidad terrorista en los últimos años de los 80 y principios de los 90 nos convertimos, por obra de la persistencia, en expertos en identificar autorías materiales y origen de los atentados.
 

Esto nos hace pensar que, por sus características, el acto terrorista en el complejo de edificios sedes de Caracol Radio y la Agencia EFE en Colombia, no pareciera ser cometido por la demencia de las FARC. Tampoco es claro que estuviera dirigido contra la cadena radial y menos aún contra Darío Arizmendi, su director, como nos lo quizo sugerir hoy en su increíble vanidad. 

Como reportera del TeleNoticiero del Medio Día (con la información), viví entre 1989-1990 el período más cruel, sangriento y demencial que haya conocido Bogotá. Los atentados terroristas no sóloe ran diarios, sino que podrían ocurrir dos o tres en el mismo día. Carros bomba explotaba por doquier, todos según los organismos de seguridad de entonces, de autoría del narcotráfico. Nunca se señaló al paramilitarismo de entonces de responsable de alguno, peor seguramente así fue. Antes del asesinato del periodista Guillermo Cano pocos hablabamos en los medios del narcotráfico, pero después de esto y posterior atentado a El Espectador crecieron las voces y el valor, pero también miedo de hoy. 
 
Hay cosas que no se borran de la memoria. Episodios. Entierros. Momentos.


Muchisimos atentados terroristas y asesinatos se cometieron en Bogotá. Recuerdo haber cubierto por lo menos 30 atentados, pero nunca he conseguido olvidar dos en particular. Los que fueorn contra el jefe del Departamento Administrativo de Seguridad DAS Miguel Maza Márquez. Uno ocurrió antes del medio día, como a las 10 de la mañana en la carrera 7 con calle 57 (muy cerca al ocurrido hoy). El otro, en las propias instalaciones del DAS. Grabado como un mal sueño el del avión de Avianca a dónde murió nuestro compañero de estudios del Externado de Colombia y amigo Ricardo Ponce de León. 

En el primer atentado al director del DAS camine dos calles entre partes humanas destrozadas y regadas en la vía. Los ocupantes de uno de los autos que transitaban casi detrás del auto blindado de Maza Marquez eran conocidos míos. Todos murieron. 

Vi la muerte, la destrucción, el espanto en centros comerciales, en CAI, sedes políticas, parqueaderos subterráneos (Hotel Tequendama)... Despertábamos en las mañanas, como hoy, por un bombazo. Las ondas expansivas rebotaban contra los cerros orientales (curiosamente siempre he vivido en los bajos de estas montañas), sonaba inmediatamente mi teléfono (no habían celulares) y la pregunta: Búnker, lo escuchó? o es que andamos muy paranoicos? ¿Dónde cree que fue? La respuesta era la misma. Sí. Fue una bomba, y hasta apostábamos a adivinar donde había sido. 

Creo que desde el 2006 cuando ocurrió el misterioso atentado en la Universidad Militar (del que tampoco sabemos el autor intelectual), no se presentaba algo similar. El de hoy ocurrió lejos de mi casa. No me arrancó del sueño, pero si me regresó a ese tiempo oscuro, doloroso, gris.
 

Fue una especie de una vuelta y dos mandados. Por su características, lugar, hora, cantidad de detónante utilizado y no buscar el daño de personas sino material, responde a lo que ya conocemos hace la extrema derecha, dentro y fuera de las FFMM. 

También, es un claro mensaje utilizando el referente de un medio de información, en este caso , cuya labor informativa se ha caracterizado, en la básica y en FM, por ser independiente. 

Los autores intelectuales quieren que le quede claro a la sociedad y a la ciudadanía democrática "quien manda aquí". Extrañamente no pagarán recompensas por información sobre atentado. Y, aunque quizás no haya sido directamente contra la cadena radial, lo que no se puede desconocer es que ejerce un periodismo más responsable e independiente que otras estaciones y medios.

Ocho años sin Libertad de Expresión

En los últimos 8 años en Colombia se violó la La Libertad de Expresión según artículos 15, 20, 75 y 111 de la CPN (1991).

Artículo 15. Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo, tienen derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en archivos de entidades públicas y privadas.


En la recolección, tratamiento y circulación de datos se respetarán la libertad y demás garantías consagradas en la Constitución.


La correspondencia y demás formas de comunicación privada son inviolables. Sólo pueden ser interceptadas o registradas mediante orden judicial, en los casos y con las formalidades que establezca la ley.

Para efectos tributarios o judiciales y para los casos de inspección, vigilancia e intervención del Estado podrá exigirse la presentación de libros de contabilidad y demás documentos privados, en los términos que señale la ley.


HECHOS: Interceptaciones y persecusión ilegal del DAS contra periodistas, lideres de oposición, HMagistrados, políticos, etc.


Artículo 20. Se garantiza a toda persona la libertad de expresar su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación.

Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho de rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura.


HECHOS:
Crímenes extrajudiciales por parte del Estado (mal llamados falsos positivos), persecusión y asesinatos de periodistas.


Artículo 75. El espectro electromagnético es un bien público inenajenable e imprescriptible sujeto a la gestión y control del Estado. Se garantiza la igualdad de oportunidades en el acceso a su uso en los términos que fije la ley.


Para garantizar el pluralismo informativo y la competencia, el Estado intervendrá por mandato de la ley para evitar las prácticas monopolísticas en el uso del espectro electromagnético.


HECHOS:
no pudo ser adjudicado el Tercer Canal por las numerosas irregularidades que presnetó proceso, tanto, que solo había un proponente.


Artículo 111. Los partidos y movimientos políticos con personería jurídica tienen derecho a utilizar los medios de comunicación social del Estado en todo tiempo, conforme a la ley. Ella establecerá así mismo los casos y la forma como los candidatos debidamente inscritos tendrán acceso a dichos medios.
(1991)
 

HECHOS: El único que utilizó los medios del Estado para su convenencia en los últimos ocho años fue Uribe.

"Artículo 20. Libertad de expresión e información


Comprende este artículo además la responsabilidad de los medios masivos de comunicación, derecho a la rectificación y prohibición de censura.


La libertad de expresión es una condición necesaria para que el ser humano se desarrolle plenamente en sociedad, pues se entiende por el que el hombre por que se preocupa el derecho en Colombia, no es el hombre aislado sino el hombre en sociedad. Es así como el artículo 1 dice que la República de Colombia se funda en el respeto a la dignidad humana, el trabajo, la solidaridad y la prevalencia del interés general. Por lo tanto se busca con la libertad de expresión la realización del ser humano como individuos dentro de una sociedad.


Pero no solo se busca la realización del individuo con la libertad de expresión, también la realización del Estado social de derecho, democrático, participativo y pluralista. El ser político se desarrolla en un Estado democrático, solo si puede expresarse libremente, difundir su pensamiento, recibir información veraz e imparcial y si es el caso fundar medios masivos de comunicación que no podrán por lo tanto ser monopolio exclusivo de nadie, ni aún del Estado.


Con respecto a la responsabilidad social que se le impone a los medios de comunicación, es pertinente decir que esto responde a las condiciones de la sociedad actual. Con razón decía Napoleón que temía más a un periódico que a cien fusiles. Pues bien, hoy en día no se trata sólo de periódicos sino de verdaderos medios masivos de comunicación como la televisión y la Internet que llegan a casi todos los confines del planeta y que a nivel nacional se difunden tan ampliamente que pueden llegar a tener efectos positivos o negativos en forma muy amplia.


Hoy en día los comentarios sobre estos medios masivos de comunicación son ya de otra magnitud, por ejemplo dice Eduardo Galeano que ya no los fines justifican a los medios, sino los medios de comunicación justifican a los fines. Con esto nos da a entender que las necesidades del mercado que no siempre son las necesidades de la mayoría de la población, llevan a los detentadores de los medios de comunicación que son generalmente algunos grandes grupos económicos a justificar cualquier cosa para proteger sus propios intereses.


En ocasiones es tal el poder de los medios de comunicación que se ve afectado el derecho de la libre competencia económica. Esto se da cuando grupos económicos propietarios de los medios de comunicación optan por promocionar sus productos negando así en la práctica a los propietarios de productos de su competencia, la posibilidad de comprar espacios para publicidad.