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miércoles, 19 de marzo de 2014

Santos: Memorias de una traición


En este link pueden escuchar el audio completo de la entrevista. http://owl.li/uLVUG  o  http://owl.li/uLYPY 


Sin embargo, el Presidente de la República Juan Manuel Santos le hizo trampa al Alcalde Gustavo Petro. Le mintió al país y se burló de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y a los 7 comisionados con un cinismo pasmoso. Traición.

Como dijo alguien en tuiter, "dura más un merengue en la puerta de una escuela, que la palabra de Juan Manuel Santos".










La Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió, en los últimos cinco años (2010-2014), 29 decisiones en las que concedía medidas cautelares a colombianos, de manera individual o colectiva, para proteger el derecho a sus vidas. Todas han sido acatadas por el gobierno. http://owl.li/uLQCV 

                En este link pueden lee el documento completo http://owl.li/uLWzm  

En el caso del Alcalde Gustavo Petro, era la primera vez que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le concedía a un ciudadano colombiano medidas cautelares para proteger sus derechos políticos





El colombiano era el Estado más respetuoso acatando decisiones de la Comisión con respecto a medidas cautelares, me dice un funcionario del Sistema Interamericano de DDHH. También hoy se rompió esa tradición.





 





 


No confío en Juan Manuel Santos. No creo en su palabra. Tampoco en su gestión. Me siendo manoseada y ultrajada en mi deseo más profundo porque se instaure la paz en Colombia. Pero no así. No mintiendo. No haciendo trampa. No es desconociendo el ordenamiento jurídico del país. Traicionó la difícil construcción de confianza. ¿En qué más nos está mintiendo el presidente?

Qué decepción, también, Alfonso Gómez Méndez. Insólito que un jurista de su dimensión este en la misma onda de la traición. Desconocer el ordenamiento jurídico del país y el sistema jurídico interamericano es, lo menos, descarado de su parte. 

Esto que le pasa hoy a Bogotá y a Colombia no se trata de Gustavo Petro. No. 

Como muchas veces he tenido que decirlo y escribirlo, no voté por él. Sin embargo, desde el día siguiente de su posesión, se convirtió en el referente de los excluidos, de los que piensan diferente, de los que hablan claro, de la minoría política, del que cuestiona, de los que dan todos los días pequeñas batallas para tener un espacio en este país, con dignidad, con respeto, con derechos. 

A Gustavo Petro no lo dejaron gobernar un sólo día. El acoso judicial, el de los medios, el de la derecha, el de una ciudadanía temerosa por la diferencia se lo impidieron desde el primer día de su posesión.

¡Qué verguenza la colombianidad!








Plaza de Bolívar -  Bogotá, marzo 19 de 2014 - 6 pm.


Pocos años atrás le arrebataron al país excepcionales líderes su posibilidad de disoñar, con el poder de las balas y el peso de una lápida. Hoy los eliminan con las armas de una juridicidad retorcida que se acomoda a intereses personales, del gobernante de turno y ahora, de cálculo político. 

Nos arrebataron, como cuando asesinaban a los mejores, el derecho a decidir mediante un proceso de participación en las urnas si Gustavo Petro se iba o se quedaba. La justicia sigue de viaje en este país que un día se levantará.

Nota de la Editora. El título original de este post fue durante algunas horas: Juan Manuel Santos es un farsante. Fue modificado por Memorias de una traición, para que reflejara mejor lo que plantea el texto.

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