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martes, 22 de noviembre de 2016

Palabras que maullan


Por Juan Manuel Roca 

Así como hay poetas solares y poetas lunares, los hay que aman a los perros o a los gatos.

Yo, como mi maestro Baudelaire, que sabía leer las horas en los ojos de los felinos como se hace en la China, según su invectiva, prefiero a los gatos. Porque nunca acabamos de tener un gato. 

Él es expropiador, okupa, misántropo, misterioso, independiente y hasta escultor, pues todo el día vive haciendo estatuas de sí mismo en los sillones mientras duerme su nirvana: un gato es mil gatos, de acuerdo a su postura. 

El gato es en suma un verdadero anarquista de los tejados. Vive de manera lenta pues el tiempo, más que los ratones, es su verdadera presa. 

Los perros lo saben y lo odian, porque ellos, y a causa del malicioso hombre que los ha envilecido a su servicio, están con la propiedad privada, le ladran con furor a los mendigos, son clasistas y serviles con y como sus amos. ¡Vaya! Si hasta hay perros policías. 

Se me dirá que hay unos canes muy bellos y cómplices que auxilian a extraviados y dipsómanos. Llevan colgados a sus cuellos unos barrilitos de cognac, pero su población es escasa y no alcanza a reivindicar a la población canina que aúlla sin tregua y sin compasión por el vecindario en las noches urbanas. 

Nadie imagina un gato policía, ni siquiera detective, a pesar de que este segundo y también deplorable oficio tenga algo de misterioso, como nos informan las páginas de Conan Doyle, un tipo que dividía el mundo tajantemente entre víctimas y victimarios, entre los que ponen la herida y los que ponen el puñal. Con todo esto, creo que es por esa condición insumisa y filosófica de los felinos que hay más maullidos y ronroneos en la poesía del mundo que ladridos caninos. 

Yo le leo toda esta parrafada a mi gato gris perla, que se llama Barbieri, y aunque no es de angora ni es persa, ni es letrado ni sabe latín como los gatos de Roma, aunque no aprecia las metáforas de los poetas escaldos como lo hacen sus congéneres germanos, parece entender lo que le leo pues me guiña uno de sus ojos azulencos y pasa de inmediato a dormir en su almohadón.

El texto y la foto fueron publicados por el autor, de manera separada, en su apasionante muro en Facebook el 22 de noviembre de 2016. Me contó después Roquita que la foto fu tomada en casa de Fernando Rendón en El Retiro, Antioquia. Los minifelinos son apenas tres de los seis que habitan su casa.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Yo no sé muchas cosas, es verdad

"Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto. 
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con 
cuentos,
que los gritos de angustia del hombre
los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan
con cuentos,
que los huesos del hombre los
entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los
cuentos...
y sé todos los cuentos."

León Felipe

miércoles, 9 de noviembre de 2016

La mitología de la decadencia


Sí. El 2016 será un año memorable por lo previsible de todo cuanto ha ocurrido en Colombia y en otras partes del planeta. La gente busca un lugar en el mundo, pero no cualquier lugar.

Una parte de la vida "ocurre" hoy  ̶  y de esta nos enteramos  ̶  a través de las plataformas digitales: sitios, blogs, redes, voces, textos e imágenes que dan cuenta en un clic de los fuimos siendo

Pero otra, inmensamente grande, compleja y las más de las veces triste, muy triste, sigue sucediendo entre los pobres y ninguniados de los suburbios y comunas  de Inglaterra - Colombia - EEUU. 

Es la vida de los Otros, de los que aguardan o se resignan, pero también, de los que aún matan o roban para vivir. 

Es la vida de los obreros de la 4G y las viviendas de interés de los constructores, ah, y de paso de las de "interés social"; 

Es la vida de los trabajadores de las fábricas de alimentos y confort y lujos y consumo para los que pueden pagar todo eso; 

Es la vida de los centenares que limpian casas y oficinas soñando que alguna vez será su turno para el futuro cuando el presente es esquivo y miserable.

Son muchos, muchísimos Otros. 

Los endeudados que deben todo, desde el pan en su mesa, la chaqueta para el invierno, la bicicleta que reduce el tiempo en Transmilenio, el Metro de Medellín o Londres y el Smart TV desde dónde ven lo que nunca podrán ser o tener. Son los que a palo seco desafían la tristeza y no caen en el abismo de la amargura cada día.  

Por eso no es sorpresa el NO (de seguir en la UE) de los británicos. El NO de los colombianos (de acoger un Acuerdo para el fin de la guerra). Tampoco el NO de los estadounidenses (de apoyar la vieja guardia y política estadounidense). 


Los electores en estos países comparten en común los mismos sentimientos y miedos: la frustración, el desencantamiento, la rabia. Son tierra fértil para el odio, la xenofobia, el machismo. 

Creen que el inmigrante les quita derechos en su propia casa. Creen que acordar el fin de una guerra le otorga al enemigo más derechos que a ellos mismos. Creen que proteger la obsolescencia de la industria, les garantiza empleo. 

Aún así quieren cambiar este destino compartido como sea y con quien sea, pero nunca jamas volverán a apoyar a un partido y tampoco a un político. En estos ya no creen nada.Por eso no es un asunto de ideología sino de oportunidad en el mundo.

No les importa que los sigan engañando ni correr el riesgo, otra vez, de ser usados y abusados. Son conscientes de ello. Quieren, eso sí, escuchar y creer en algo o alguien distinto, atípico, más cercano a lo que ellos mismos son y saben sin sonrojo alguno que son: los ignorados ignorantes olvidados. Un número que relata pero no cuenta.  

Por eso desafían su destino. No tienen nada que perder, porque no tienen algo. Tampoco tienen que ganar, porque no creen. Saben que son presa fácil de cualquier depredador político. Uribe o Trump. El que siga. Les da igual.

Pueda que para sus desafiantes victorias, los del NO en Inglaterra, los del NO en Colombia y los del NO en EEUU hayan hecho trampa, usado mañas y mentido. Siempre lo han hecho y lo seguirán haciendo.  

Pueda que se hayan aprovechado de los ignorantes ninguneados muertos de hambre  ̶  de eso se trata y los hay por millones ̶ 

Pueda que hayan usado el miedo para imponer sus ideas  ̶ tampoco es nuevo, siempre lo hacen ̶ 

Los del NO del Brexit, los del NO esquizofrénico y estúpido y los del NO "trumpetero", son todos la misma cosa pero distintos.  Apoyar al rey de la frivolidad no era nada difícil. 

Son los mismos humanitos, aquí y acullá diciendo lo mismo... Al fin de cuentas, participando, pero para gritar: ¡Hey! ¡Wake up! ¡¡Existimos!! No somos un número más. Y no más! Decidimos que nos mamamos de todos y de todo. 

¿No es acaso este un acto, a pesar de todo, democrático?

Nos envían un mensaje y el mensaje es que PUEDEN, como escribió en julio pasado Michael Moore. Y ayer, como el pasado 23 de junio y el 2 de octubre lo demostraron. 

Ganó la pulsión, el instinto de vida con traje de desencantamiento. Los escépticos, descreídos y masificados. Los embrutecidos de hambre, deudas y sin lugar en el mundo en una nación, en un territorio áspero.

Los del NO que no quieren ser europeos sino ingleses; los del NO que quieren una paz estable y duradera, pero antes que nada, igualdad de oportunidades; los del NO que no creen en demócratas ni republicanos, pero sí en alguien como Trump que les promete que cambiará el sistema

Los (blancos) estadounidenses ninguneados, acomodados y los sudorosos movidos por el miedo de perder lo que no tienen y podrían tener expresaron con su elección una contundente protesta movidos por un cóctel barato, pero efectivo.  

"El éxito de Trump, a nivel de voto electoral, se ha cimentado en el cinturón del óxido, traducido libremente, en los estados desindustrializados y decadentes", como escribe, entre fábricas y mapas, Andres P Mohorte (@mohorte).

Sí querida Nórida Rodriguez, todos queremos cambiar el mundo. Caber en él. Tener oportunidades laborales. Bien-estar. Una vida digna. También yo.

Claro que todo tiene que ver  ̶ aunque mínimamente ̶  con una visión oscurantista de la vida y una "creciente tendencia a la derechización del mundo" y la maltrecha e inicua (?) democracia. 

Creo que todo cuanto nos asombra hoy es solamente el cansancio y la desesperanza de miles de millones de personas que no son tratadas como seres HUMANOS por los HUMANOS.

Ojalá las consecuencias no sean devastadoras.   

¡Qué dios salve a América!

PD.: 


martes, 11 de octubre de 2016

"Sumando Ausencias"... como la de Jaime Pardo Leal











Hoy hace 29 años, en 1987, fue asesinado el candidato a la presidencia y presidente del movimiento político de izquierda Unión Patriótica, Jaime Pardo Leal. Sindicalista judicial, abogado, Magistrado. Un hombre de PAZ. 

Hoy, como hace 29 años, estuve en la Plaza de Bolívar. Allí llegó la multitudinaria marcha de dolor que acompañó su féretro para rendirle homenaje en ese mismo espacio a dónde muchas veces fue un orador memorable.    

Hoy, como entonces, fui a la Plaza de Bolívar para hacer un registro periodístico de lo que allí estaba ocurriendo para mis lectores Sentipensantes. Otrora, hace 29 años, para un noticiero de TV. 

Hoy, como ese día, se realizaba una acción de duelo. En 1987 por su asesinato a manos del paramilitarismo, el mismo que el pasado 2 de octubre puso un palo en la rueda del Acuerdo de Paz, con mañas, mentiras y engañando al electorado, como entonces, para impedirnos la ilusión del fin del conflicto armado.

Hoy, sin embargo, la acción de duelo era por el resultado del Plebiscito teniendo como centro o eje del mismo a LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO a través una obra artística efímera, pero profunda, de Doris Salcedo.  

Hoy, la Plaza de Bolívar, se cubrió con el manto blanco de más de 2000 nombres de personas víctimas de las casi 250 mil de 52 años de conflicto armado. 

Una "bandera mortaja", como la describió Salcedo, cosida a mano por todas las manos todas como un acto simbólico de duelo cubrió los casi 13 mil metros cuadrados de la emblemático Plaza de la Democracia.

Para este trabajo escribió los nombres con ceniza sobre telas blancas, ceniza que se la llevará el viento pero, quizás, no la dignidad de estas miles de anónimos colombianos.

He visto y registrado a miles de familiares de víctimas del conflicto armado recorrer con los nombres y rostros de sus deudos tramo a tramo la Plaza. 

Voces que se han alzado por cientos y miles hasta juntar 50 mil personas juntos en marchas, protestas, plantones... "Sumando Ausencias" como hoy con el trabajo artístico de Doris Salcedo.

Me gustó ver a los hombres enhebrando, cosiendo, sumando... Los hombres que nos llevaron a esta degradada guerra. ¡Qué sean los hombres los que zurzan la esperanza en este limbo de incertidumbre y cansancio!

"Las víctimas de la violencia solo existen si las recordamos. Estas tienen que estar dentro de nosotros para que sean recordadas. Y esa es la intención", explicó la artista.

Fotos by @Bunkerglo.