Siempre me han gustado las postales, esas tarjetas
ilustradas con imágenes o fotos usualmente rectangulares hechas en papel grueso
que permiten escribir en uno de sus dorsos y enviarlas con un sello postal de
esos que ya existen pocos. Tengo montones de toda una vida.
Una de las bondades de la fotografía digital es que,
desde que dí el salto de la análoga, comencé a hacer mis propias postales
o posters. Primero fue el medio para enviar mensajes de cumpleaños y, en general
un saludo, después, la idea evolucionó y se convirtió en la manera de compartir
algunas de las muchas fotografías que día a día estoy haciendo.
Hoy es un proyecto que reúne algo más de 200 posters, todos, con imágenes de mi autoría y los textos, las voces de Otros a través de versos, poemas, apartes de
ensayos, pensamientos, frases de cine... Estas son algunas.