No importa el lugar, el grado de dificultad o la hora del servicio. Sea de día o de
noche va a donde lo requieren con interés y prontitud. Sabe con claridad que un enjambre de abejas
disperso no da espera porque puede causar más que un susto. Es apicultor por accidente. Ama las abejas
como estas a las flores. Su habilidad es recuperar enjambres, retirar panales y producir la más pura miel de abejas y cera.
"Juankamiel" es Juan Carlos Gómez Cabal, alguien que ha hecho de su oficio un arte. Se mueve con naturalidad por entre
reinas, obreras y zánganos. ¡Es el rey del panal!
Su contacto con este insecto es muy próximo, amistoso y profundo. Por su habilidad, que más parece un don, lo buscan en Bogotá y Cundinamarca para retirar abejas y panales. Una exigente labor que demanda atención y serenidad extrema cuando, de manera natural, centenares de abejas se pegan a su escafandra como al panal, barrera segura que lo protege de no ser picado.
Su contacto con este insecto es muy próximo, amistoso y profundo. Por su habilidad, que más parece un don, lo buscan en Bogotá y Cundinamarca para retirar abejas y panales. Una exigente labor que demanda atención y serenidad extrema cuando, de manera natural, centenares de abejas se pegan a su escafandra como al panal, barrera segura que lo protege de no ser picado.
Aunque de niño su papá le enseñó apicultura, para Juankamiel las
abejas fueron un afortunado accidente en su vida. “Estuve en una época muy enfermo y tenía que pasar temporadas de reposo en una finca en un municipio
cercano a Bogotá donde había abejas.
Como no tenía nada que hacer, retomé ese contacto".
Lo que nunca previó Juankamiel es que estos frecuentes encuentros con el milenario animalito, le revelarían su talento: recoger miel de gran calidad después de una cuidadosa y excepcional oficio para mover sin dañar enjambres, abejas y colmenas allí a donde se necesite. “En un momento de la vida, hace 12 años, se convirtió en un recurso porque me había quedado sin trabajo”.
Lo acompañé en su labor de recoger un enjambre de miles de abejas y retirar su panal. Entre la pared y el techo de una casona en el barrio Las Aguas de Bogotá, un gran enjambre de abejas tenía una exquisita colonia me miel. Tarea que le tomó más de seis horas.
Me enfundé en una de esas escafandras de esgrima con careta redonda y malla metálica, guantes de goma de nitrilo de puño largo y botas de caña alta con suela de caucho (pantaneras). No imaginan el nivel de dificultad para tomar fotos, pero bueno, lo logré.
"En 12 años sigo aprendiendo de las abejas. Una cosa fascinante que tienen las abejas, es que desde que las abejas están volando sobre la tierra son iguales, no han evolucionado. Entonces, la actividad que yo hago, en cierta forma, es la misma que hizo el hombre de las cavernas".
¿Cómo así?
Las abejas han existido en toda historia de la vida del hombre. Todos han evolucionado. Han variado comportamiento. Pero las abejas son iguales a las del hombre neandertal. Es algo muy bonito. En el libro “Los doce tratados de la agricultura”, uno de esos doce es sobre la apicultura. Desde el hombre Neandertal hasta nuestra época, es muy parecido a lo que hacemos. No han cambiado.
¿Qué significa trabajar con abejas en una ciudad? No deberían estar en
el campo…
Las abejas son del campo y en las ciudades son un problema, básicamente, porque la época de reproducción de las colmenas de abejas crean enjambres y colonizan espacios de todo tipo: en las construcciones, en las alcantarillas, en las cajas de inspección, en cajones abandonados que tiene la gente o en los patios. Lo que yo hago es solucionar esos problemas. Erradicar esas colonias de abejas de una manera técnica, garantizando que el problema no se pueda volver a repetir. Si la gente sigue las indicaciones, se causa un menor problema para las personas que están cerca a dónde están esas colonias.
Por ejemplo. Bogotá ofrece unas condiciones muy favorables para el
desarrollo de las colonias porque está 4 grados por encima del clima de la
sabana de Bogotá, de La Calera, de Guasca, de Sopo. Y Bogotá tiene muchos
techos que tienen huecos y zarzos que, potencialmente, pueden ser colonizados
para que las vivan muy cómodamente ahí. Además normalmente buscan sitios a los cuales es difícil
acceder.
Porqué es más seguro para ellas.
¿Y cuando están en las ciudades es porque están pérdidas?
No. Hay una oferta importante de flores y se pueden desarrollar muy bien. De hecho las colonias que uno recoge en Bogotá son muy grandes. Y, en época de producción de miel, se puede sacar mucha miel.
¿Y existen épocas de producción de miel?
Sí. Hay épocas de producción y otras en que no hay miel.
¿Y cómo se define eso?
No es tan fijo como en países de estaciones. Pero si hay una época de floración. Y dónde hay más producción de abejas en Bogotá es cuando está florecido el eucalipto.
¿Hay una coincidencia?
El eucalipto ofrece muchísimo néctar que les gusta a las abejas. Cuando hay oferta de néctar, las colonias crecen mucho y es en la época en los que salen los enjambres. Hay un dato de la oficia de FOPADE y es que en Bogotá, entre octubre y abril de no se qué año, se presentaron 3 mil emergencias de enjambres. En 6 meses, son 500 mensuales… Entre 15-20 diarias. En el trópico todo funciona distinto. Es productor de reinas. Este año, por ejemplo, me han comprado 10 reinas. Un apicultor productor de reinas en un país de estaciones en una temporada puede vender 10 – 15 mil reinas. La razón es la siguiente. Aquí una colmena solamente tiene una reina. Si yo divido una colmena a los 15 días tengo dos reinas. Eso se puede hacer en un país del trópico, pero no en un país de estaciones porque, a los 15 días, es demasiado tarde. Por eso, un apicultor debe tener listas reinas cuando empieza el periodo de floración de cada fruto. Se van moviendo por los distintos campos. Cobra por cada colmena polinizadora.
¿Qué opina del uso de la picadura de abejas de manera medicinal?
Pese a la literatura científica dice que cuestiona que la picadura de las abejas resuelve varias enfermedades, hoy es más como un bum y hay mucho charlatan. En una época era la baba de caracol que servía para todo, en otra, la apitoxina, en otra la culebra cascabel… Pienso que en todo eso es más una estrategia para vender, que no reporta ningún beneficio para la gente, especialmente cuando se ofrece en combos por la TV “pague dos y lleve tres”. Todo eso es más un asunto comercial que otra cosa.
¿Qué hay que aprender de las abejas?
Son muy organizadas. Hay gente que piensa que la sociedad ideal humana sería como la de las abejas, pero eso no es así. La estructura social de las abejas es estática. esclavos que hacen lo mismo siempre.
¿Por qué hay campañas para proteger a las abejas?
En EEUU necesitan las abejas. Si un cultivador de almendras, al principio de la primavera, no lleva a su cultivo en una fecha precisa a un apicultor que le ponga 80-100 colmenas en sus campos de almendras, no va a tener cosecha de almendras. El almendro se poliniza, únicamente, por medio de la abeja. En Colombia nuestros cultivos son, por un lado, mucho más dispersos y, por otro, al ser trópico hay muchos otros insectos que polinizan como abejas nativas. Por ejemplo, algunas moscas, incluso
los colibríes ayudan a polinizar. La apicultura aquí es distinta a la que se practica en países con estaciones.
¿Pero… por qué hay que defender a las abejas?
Las abejas son muy importantes para la alimentación humana. Cerca del 80% de los frutos deben estar polinizados por una abeja. Si no existieran las abejas, tampoco existirían muchísimos de los alimentos que llegan a nuestra mesa.
Las movilizaciones mundiales en defensa de las abejas se dan porque se ha descubierto que unos insecticidas modernos crean desorientación en las abejitas. Las abejas, al tener contacto con esto, se pierden y no pueden regresar a la colmena. Esto se llama el síndrome de desaparición de las colmenas. Y es muy dramático porque los apicultores llevaban sus colonias de abejas a polinizar los cultivos y en un momento ya no tenían abejas.
Entonces, es una preocupación importante, en especial, en países de estaciones donde la abeja es indispensable para la polinización. Nosotros estamos en el trópico y no es tan determinante la polinización de las abejas. Juankamil cree se puede vivir como apicultor, pero, para eso, hay que tener bastantes colmenas y estar dispuesto a hacer de todo.
Durante dos años, la comunidad mundial se movilizó hasta conseguir que la Unión Europea prohibiera, en mayo de este año, los pesticidas que matan a las abejas de mega empresas como Bayer. Apicultores, otros colectivos y la ciudadanía a través de llamadas, correos electrónicos y millones de peticiones consiguieron salvar a las abejas y con ello, la polinización de dos tercios de la comida del planeta.
Abejas apicultura
Si utiliza alguna foto de este Post y del Blog debe indicar el siguiente crédito: "Foto(s) by Bunkerglo/Gloria Ortega Pérez http://somossentipensantes.blogspot.com". La autora comparte su obra exclusivamente en medios digitales. No autoriza la reproducción parcial o total de los materiales (fotos y textos) en ningún medio impreso (análogo) sin expresa autorización de su propietaria. Derechos protegidos por CC Creative Commons.
4 comentarios:
Gracias por este hermoso reportaje sobre nuestro amigo del alma.
Gloria:
Que reportaje tan especial sobre nuestro amigo del alma.
Gracias en nombre del combo.
Fantástico ! Quedé empapada (enmielada) del tema abejístico y de la tremenda labor de Juan Carlos. Es un duro medírsele a semejantes panales y además bajo el piso, uyyyy.
Me hubiera gustado oir "como abeja al panal" de J.L.Guerra.
Bun excelente reportaje !
¡Qué buen oficio! Además de noble, útil.
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