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jueves, 27 de enero de 2011

Auschwitz: un sufrimiento que no tiene nombre

¿Estás loca? ¿A qué vas a ir a Auschwitz? Fue el comentario más bien generalizado entre amigos y parientes cuando les comenté que, ya estando en Varsovia, tenía que llegar hasta Auschwitz. Quería ir a pedir perdón por el más abominable de los actos del hombre contra el hombre. Una historia que aunque lleva por nombre El Holocausto, las palabras nunca conseguirán describir, mencionar o explicar cómo fue posible que esto ocurriera, que se permitiera que esto pasara.

También, era una promesa que le había hecho a mi amigo Aarón Ossiaz, un colombiano cuyos tíos abuelos no pudieron escapar de este lugar, si bien vivieron la gesta de resistencia hasta la muerte, algunos en Polonia, otros más en Alemania y Austria, todos en campos de muerte.


En junio de 2009 fui a Varsovia a visitar a Alicja Kapuscinska. Desde allí me movilicé en tren hasta Cracovia y luego en autobús hacia Oswiecim, a 60 kilómetros al oeste de Cracovia, a dónde está ese escenario de barbarie, uno de los 42 campos de exterminio o fábricas de muerte nazi: Auschwitz I –Birkenau.

Aunque el hoy Museo lo comprende las mismas 191 hectáreas, solo fui capaz de recorrer casi todas las barracas de sus instalaciones principales. Dolía caminar. Dolía mirar. Dolía respirar. En cada paso taladra la misma pregunta: ¿Cómo fue posible que existiera esto y nadie se levantara para impedirlo?

El realismo en este lugar no es mágico sino pragmático. Total. No estuve en la enfermería, había leído sobre este espacio en Awschwitz y sabía que no iba ser capaz de estar allí, solo pude mirar los calabozos, los dormitorios, los hornos crematorios, las oficinas de la SS y urnas con objetos de las víctimas, prótesis, juguetes, zapatos, ropas…y otros espantosos espacios de este complejo de la muerte, a donde se calcula, fueron asesinados 1 millón de personas, todos por ser judíos.


“Al pensar en crímenes como el Holocausto - escribe R.Kapuscinski en Lapidarium IV-, en el cruel mundo de Auschwitz y de Vorkutá, en la masacre de armenios y en la pesadilla de Camboya, se nos hace cada vez más patente que el único remedio capaz de impedir que se repitan tales monstruosidades consiste en adelantarse al golpe, en actuar antes de tiempo y hacerlo de tal manera que nuestra acción impida a la historia tomar un rumbo tan espeluznante, evitando así que su interior crezca ese tumor maligno y maldito; en una palabra, la única oportunidad radica en una profilaxis vigilante al tiempo que decidida, en una lucha sin cuartel contra el mal cuando aún está el germen".

Auschwitz es el símbolo de las atrocidades y el genocidio contra judíos, polacos, rumanos, checos, gitanos, rusos, ucranianos, bielorrusos… durante la Segunda Guerra Mundial. Por eso, lo menos que pude hacer fue repudiar que, Plinio Apuleyo Mendoza escribiera en su texto de opinión (que no investigación como tramposamente permitió El Tiempo que se publicara ese texto de opinión), citara a Álvaro Araujo Castro (culpable de aliarse con 'paras' para llegar al Congreso http://ow.ly/3M7h9 ) hoy en la cárcel La Picota diciendo: "para quienes no conocen lo que estamos viviendo, este pabellón es nuestro Auschwitz". http://ow.ly/3M7uL    

Hace un año, y bajo el titulo de este texto, y al cumplirse 65 años de la liberación del ejército soviético de Auschwitz, Semana.com publicó en su Galería de Fotos y bajo el mismo título de este texto, algunas imágenes que registré, con inmenso dolor, en este inimaginable escenario de terror. http://ow.ly/3M5yM

martes, 25 de enero de 2011

“No tuve que ir a google para saber con certeza si esos hechos se habían dado o no”, dijo Claudia López

Debajo de la cabeza de la Juez enmarcada en el ventanal del piso cuarto y en un severo contra luz, solo se alcanzaba a ver dos de tres letras: AS. ¡As! La D de DAS, edificio vigilante y sombra del juicio oral #SampervsLopez que se desarrollaba al frente, no estaba al alcance de mi mirada y lente de la primera fila en la pequeña sala de audiencias del Juzgado 23 Penal Municipal de Bogotá en Paloquemado.

Al otro lado de la baranda del estrado judicial y a las espaldas de Samper (ex presidente que llegó a la presidencia con dineros del narcotráfico), compartíamos apretados los 9 asientos modulares de formica azul con los colegas de @Lasillavacia, @angelicalozanoc y otros, mientras un poco más de 20 personas de pie y de manera discontinua, daban cuenta, unos y otros blindados de BlackBerry, iPhone, cámaras de TV., micrófonos y libretas de apuntes, de lo que sin duda es y será uno de los juicios más determinantes para el ejercicio pleno de la libertad de opinar en Colombia.

Comportarse en un Tribunal es cosa seria. Ni exclamaciones. Ni comentarios. Y menos fotos de la Juez.  Ningún tipo de expresión que pudiera suscitar rechazo o aprobación de cuanto allí se dijera. Por supuesto, me comporté como era debido.

En medio de la incomodidad en la tribuna, calor, falta de aire y sin ubicar un conector de corriente porque seguro el BB se descargaría, se inició muy a las 9:10 am el juicio oral contra Claudia Nayibe López Hernández por presunta calumnia e injuria, demanda interpuesta en junio de 2010 por el ex presidente Ernesto Samper Pizano.

El juicio no empezó bien. Un manifiesto malestar y “regaño” de la Juez a las dos partes por falta de respeto a la justicia, al presentar las estipulaciones a mano y con tachaduras, molestia avivada por la representante del Ministerio Público, hace que se suspenda la sesión por unos minutos hasta que los documentos no se pasen debidamente y sin enmendaduras.

Especialmente en la mañana la sesión fue bastante deshilvanada por cuenta de la Fiscal que parecía, la habían enviado de castigo para encargarse del caso, y que a leguas se le veía una enorme presión o por el personaje involucrado o porque no conocía ni entendía el tema o por las dos anteriores (o porque su cabello estaba quemado de tanto aplanchar). Y como no iba a ser así, si es la tercera Fiscal que envían en este proceso. En contraste, una delegada del Ministerio Público, hábil y precisa, cuyas preguntas todas y pocas fueron pertinentes y atinadas. La Juez que, aunque por momentos no hablaba sino balbuceaba (ahora que escribo esto, ¿me demandará por esta pendejada?), y quien se mostró vigilante todo el tiempo de no quedar registrada en ningún tipo de imagen, con la ayuda de un policía mozuelo, sin embargo, estaba definitivamente sintonizada y conocía la materia que estaba siendo juzgada.

Del mismo lado del estrado judicial y a espaldas de la tribuna, sosteniendo su cabeza en uno de esos gestos con el que más se le reconoce y que no se sabe si es pereza, sueño, dolor de muela, flatulencia o qué, “la defensa de la víctima”, como decía la Juez, y la víctima en este proceso no es Claudia López y mucho menos la libertad de opinión sino el mismísimo Ernesto Samper, atendió el desarrollo de esa primera y tediosa parte en la que, básicamente, las dos partes presentan ante el juez pruebas y testimonios.

El abogado Julio Sampedro, enfundado en un traje gris y vestido para la ocasión y quien considera que “lo que hace Claudia López es crear hechos que son falsos. Crea un hecho en cambio de crear una opinión” (http://ow.ly/3JwaM), apenas si se le sintió en la mañana, porque en la tarde delegó sus funciones a un novel abogado de chaleco corto y cuerpo grande cuyas escasas intervenciones entre dientes no fueron del todo recogidas por la Juez.

Adelante mío y después de la baranda estaban Carlos Rodriguez, abogado de Claudia López, su abogada suplente Luz Marina Monzón, y la mismísima Claudia quien despertó  a todos en la sala después de un ligero almuerzo después del medio día , haciendo de cada pregunta y contra pregunta de su abogado, de la delegada del Ministerio Público y de las bobadas de la Fiscal, una espléndida y lucida exposición argumental, documental y de memoria. Si, de  memoria porque aunque podía solicitar permiso de la juez y anuencia de “la defensa de la víctima”, no se apoyo en sus apuntes, documentos, ni en ninguno de los cuatro libros que llevaba.

Testigos y pruebas

Antes de que la Fiscalía presentará los testigos de “la defensa de la víctima”, Samper Pizano, bajo la gravedad del juramento (si, otra vez jurando en vano) hizo una brevísima y floja exposición sobre como lo ha afectado a él, a “su hijo” menor y a su honra y buen nombre la columna de Claudia López http://ow.ly/3JxiS,  no sin soltar las siguientes  perlas: "jamás en mi vida he tenido una tacha judicial o disciplinaria”, (y yo sin poder siquiera carraspear). "No soy una persona rica, vivo de mi pensión y me tocó invertir tiempo y dinero en esta defensa" (jajaja) y pide, por último, que este juicio 'tenga final ejemplarizante subrayando que, “afortunadamente el país me conoce”. Pero claro que sí!! Junto a Samper estaba también prestando juramento uno de los policías que actuaron como testigos, o mejor, lectores porque no fueron interrogados.

Por su parte, y junto a los dos testigos que la Juez hizo llamar porque no estuvieron en la sala durante toda la mañana, Claudia López renunció a su derecho al silencio para actuar como testigo en su propio proceso de defensa, se declara inocente y presta juramento junto con los dos testigos la periodista María Teresa Ronderos y el jurista, ex Relator para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el argentino Eduardo Bertoni quien había llegado apenas 24 horas antes al país para conocer a la acusada.

En un hecho que me pareció harto inútil, la Fiscal y “la defensa de la víctima” presentaron como testigos a dos acicalados policías, uno del CTI, Jonathan Guerrero, y otro, Carlos Rico, investigador de la misma entidad para que leyeran, cada uno en su momento y seguro sin entender demasiado, las sesiones correspondientes a la preclusión de la investigación que en su “contra” adelantó la Comisión de Investigaciones de la Cámara (como seguro pasará con quien ya sabemos), y en el que “se le juzgo” por el ingreso de dineros del narcotráfico a su Campaña. Esas fueron las pruebas y testimonios que presentó al proceso Samper de los mismísimos anales del Congreso obtenidos mediante certificación judicial.

Las pruebas aportadas por el demandante fueron la columna de opinión impresa, original del periódico y fotocopias certificadas de los anales del Congreso con el texto que absuelve por preclusión a Samper del juicio político adelantado en la Cámara de Representantes. Y pare de contar.

Samper, quien por dejar los anteojos no pudo leer por solicitud de la Juez en el tribunal la fecha de la columna de Claudia López y fue ella quien se la recordó, si se tiene en cuenta que es el interesado en el asunto y se siente gravemente lesionado, curiosamente se retiró del juicio antes de terminar la mañana por “compromisos impostergables”, dejando a su abogado, que también se largó al medio día para endosarle el embargo de la defensa a un novato que, tal vez, se batía por primera vez en estas lides. Por fortuna este muchacho, no tuvo que actuar demasiado.

Pero bueno. Vuelvo a los testigos. La Fiscal, obrando en “la defensa de la víctima” rechaza los testigos expertos  María Teresa Ronderos y a Eduardo Bertoni porque  según el articulo x de un código de procedimiento, tenía que haberse presentado un peritaje de los mismos cinco días antes. Sin embargo, la Juez no acoge la observación  de la defensa y permite la presentación de los mismos.

La Fiscal le pregunta a Ronderos si alguien de su familia tuvo relación con Samper. Ella responde que sí. “Mi hermano fue Ministro de su gobierno”. Ronderos, con precisión y riqueza temática y del lenguaje, responde a cada pregunta con una clara y sencilla cátedra sobre la diferencia entre información y opinión, el cubrimiento del 8.000 y sobre la libertad y defensa de las ideas desde J. Milton hasta Stiglitz.

“En las columnas de opinión el periodista se basa en los hechos que reporta la prensa. Toma los hechos publicados y los comenta dentro de la misma opinión. Muchas veces no le corresponde al columnista verificar los hechos. En los artículos de información es más riguroso. Es un espejo de los hechos, una verificación de lo que está pasando dentro de los límites del espacio”, anotó Ronderos.

Otro tanto hace Bertoni, quien no podrá referirse en lo absoluto al bloque constitucional colombiano sobre derecho y libertad de opinión. Sin embargo, hace una interesante exposición sobre tres casos presentados por la Comisión IDH y juzgados en 2010 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Costa Rica, Paraguay y Panamá y sus efectos en el artículo 13 de la Convención Americana, casos desde los cuales se podía inferir igualmente el caso “SampervsLopez”.   El nivel de protección del funcionario público es menor en tanto que, como persona pública, está expuesta al escrutinio, cuestionamiento y opinión.  

Mi víctima: Claudia López

Sí, a diferencia de la Juez, mi víctima es Claudia López y la libertad de expresión y opinión en Colombia que ella encarna con este juicio.

Mi bendita grabadora colapsó. 62 archivos que aunque ya están en el PC no he querido borrar. Ahora tendré que hacerlo. Quería grabar completamente la intervención de la acusada, pues sabía que se vendría con algo muy bueno. Y así fue. Además de declararse inocente en la mañana, Claudia López no se retractó de ninguna palabra, línea y opinión expresadas en la columna que suscitó la demanda.

Sin pausa, firme, con seguridad, claridad y convicción, colocando cada palabra y puntuación precisa, Claudia López dijo no haber escrito, nunca jamás, sobre la vida privada y particular de nadie y no porque sea ilegítimo o ilegal, sino porque lo que a ella le interesa son los hechos controversiales de la vida pública y política del país como es el caso de Samper.

“El ingreso de dineros del narcotráfico a la Campaña de Samper no es un hecho por comprobar, sino comprobado que supuso la sentencia de gente como Medina y Botero por delitos contra la ley. Es un hecho establecido.”

La Fiscal, que hizo que Claudia López se tomará algo más de 35 minutos para exponer en detalle su trayectoria profesional y laboral, al parecer trantando de cuestionar que no era periodista por que no había estado en tantos medios (¿?) de información, quedó descolocada una y otra y otra vez, mientras la tribuna se impresionaba en silencio y con miradas de la trayectoria de formación, meritos y experiencia de la investigadora y columnista de opinión.

Cuando la Fiscal le preguntó a López si en su columna ella hablaba de la Campaña o de Samper, la columnista le responde, por enésima vez que, “los hechos controversiales públicos y judiciales no fueron solo sobre la Campaña sino sobre Samper. Una columna de opinión es desde la primera a la última palabra. Es un conjunto, es una valoración desde mi opinión sobre la conveniencia o inconveniencia en la designación de Ernesto Samper como embajador en Francia. Cuando hablo de Samper Pizano habló del Presidente, de la Campaña, de su trayectoria, de 10 años. De la primera a la última letra y punto me estoy refiriendo a la persona de Ernesto Samper, a su trayectoria política y a su Campaña (…) “No tuve que ir a google para saber con certeza si esos hechos se habían dado o no”, dijo Claudia López.

“En mi experiencia como analista política, el primer responsable de una Campaña es su beneficiario. El que va por el mayor beneficio, tiene la mayor responsabilidad”.

En la columna, ¿hasta dónde va la información [que cita de Semana], y donde inicia su opinión y comentarios? Le pregunto la delegada del Ministerio Público a lo que López contestó que “eso está perfectamente delimitado por la puntuación de la columna. Tanto la puntuación, entonación y contenido la delimitan”, y lee en voz alta, subrayando en la lectura lo que acaba de explicar al tribunal. “Cuando me refiero a Samper, me refiero, sin lugar a dudas, a Ernesto Samper Pizano, a su trayectoria política y a los hechos que rodearon su Campaña”.

Así que, lo menos 6 veces, Claudia López se ratificó en su opinión escrita en la columna. http://ow.ly/3KfYU

Casi que a las 5 en punto de la tarde concluye la audiencia por decisión de la Juez y, de acuerdo con las partes, pese a que la defensa de Claudia López estaba lista para presentar los alegatos, no lo era igual para la Fiscal.

Las preguntas que rondan son las mismas y más, luego de escuchar esta sesión del Juicio que, esperemos, concluya el 24 de febrero cuando fue citada la reanudación de la audiencia para conocer los alegatos de las partes.

¿Es una injuria o calumnia opinar sobre la inconveniencia de que Samper Pizano fuera embajador de Colombia del gobierno de Uribe, debido a sus antecedentes de cómo con dineros del narcotráfico llegó a la presidencia? 

¿Por qué Samper demandó a Claudia López sobre acusaciones harto conocidas, planteadas y publicitadas en más de 100 artículos, libros, videos y opiniones sobre el tema de un hecho público en 1994 y un proceso de enjuiciamiento en el congreso contra Samper en 1996?

¿La columna de Claudia López tenía como objetivo cuestionar el criterio de #Alvacrim, para designar a Samper como embajador, máxime si los mismos EEUU le había negado la visa en su momento (no sé si ahora la tenga), cuestionamiento que surtió el efecto esperado como fue retirar esa designación?

Aún me pregunto si Samper se siente tan lesionado (o será que ya le duele menos) en su honra, ¿por qué abandonó la audiencia y luego lo hizo su abogado?

Claudia López, como yo y miles de personas más (si no son millones) no tenemos la simple percepción aunque como bien dice ella, tendríamos el derecho, sino que tenemos la suficiente ilustración documental, informativa, académica, política, controversial y fundada de que Ernesto Samper Pizano sí recibió dineros del narcotráfico y sí sabía del ingreso de esos dineros. http://ow.ly/3K4Fh

Como recordaba hoy María Teresa Ronderos, la libertad de opinión y de información fue la garantía para que, 20 años después, se pudiera comenzar a juzgar los hechos del Palacio de Justicia. Informaciones y opiniones de cientos de columnistas, incluso de funcionarios del Estado que fueron considerados apátridas y algunos más locos y que no fueron tomadas por ciertas, 20 y tantos años después permitieron corroboran que sen ese execrable hecho si hubo asesinatos y desapariciones de personas mano del ejército nacional, es decir, del Estado.

El 24 de febrero estaré allí, con las pilas puestas y espero, también con batería en el móvil y espacio en mi grabadora, para después relatar mi opinión sobre este enjuiciamiento a la libertad de opinión en Colombia por demanda de uno de los más sub judice de los colombianos: el presidente narco Samper.

Texto e imagenes Bunkerglo

domingo, 23 de enero de 2011

Ryszard Kapuscinski en primera persona


No quería ver el día
no quería ver el sol
Sólo la oscuridad
la oscuridad
apretaba los párpados
para que ni un rayo
lograra colarse
en mi interior
porque entonces hubiera visto
que allí reina el vacío
desde el invisible principio
hasta el invisible final

Ryszard Kapuscinski, Febrero 2006 

Una de mis últimas conversaciones con Ryszard Kapuscisnki fue la tarde de un domingo 2 o 3 de mayo de 2004, en una de las bancas del Parque de la 93 en Bogotá. 

Estaba de visita invitado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) para presentar un libro de su autoría editado por la Fundación Nuevo Periodismo con el sello de FCE. 

“Los cinco sentidos del periodista” fue dado a conocer en Colombia en el marco del Día universal de la libertad de expresión en la XVII Feria Internacional del Libro de Bogotá.

Por petición suya, esa fría tarde, lo 'rescaté' de un largo almuerzo a donde “todos me hablaban, pero además, todos querían hacerse fotos conmigo. ¿Para qué? ¡Qué tontería!”, me contó con una exclamación mientras subía su ceja derecha sobre el brillo de su cálida y celeste mirada.

Recorrimos un par de veces el parque casi vacío, para luego caer sin demasiada alegría en Oma para apurar un par de cervezas mientras continuábamos des-armando el mundo y volviéndolo a armar. 

Le gustaba la cerveza y mucho. Hablamos, como decimos en Bogotá, de lo divino y humano, en especial, de dos de sus pasiones: la fotografía y la poesía, porque antes que periodista y antes que escritor, Ricardo sentía que era primero poeta y fotógrafo.

Repasamos y compartimos nuestros respectivos achaques de salud, eso si, omitiendo todos los detalles, también, de su inmenso cansancio y de la inutilidad que sentía de seguir viajando cuando, lo que realmente quería era nunca tener más que salir del altillo en el tercer piso de su cálida casa a donde vivió toda su vida. 

Era su refugio. Allí se entregaba a la lectura sin fatiga, organizando las miles de notas que hacía en papelitos durante sus viajes y, desde luego, a escribir. Lo acosaba una necesidad imperiosa de escribir. Avanzar en el libro que tenía entre manos sobre América Latina.

Con Alicja en el restaurante favorito de Ricardo. Varsovia 2009
Ryszard ha estado presente de manera permanente en mi vida personal y profesional desde que lo conocí hace 10 años. 

Fui a encontrarme con su recuerdo hoy en ese parque. 

Justo en ese lugar y por primera vez en mi vida, exhibían una fotografía mía en la exposición de Foto Museo "Un día en la Vida de Colombia 200 años después"

Justo en ese lugar que “no me dice nada y me dice todo”, como lo describiera aquella tarde.  

También, quería que supiera que otra vez esa enfermedad infecto contagiosa llamada periodismo volvió a atacarme renovando todo con sus cinco sentidos: estar; ver; oír; compartir y pensar.

"Hay que ser escépticos, realistas, prudentes para ejercer el periodismo, pero nunca cínicos porque el cinismo es inhumano y, para poder describir esta pobre existencia humana, se necesita ser muy humano". 

En público o en privado era algo que, realmente, era muy importante para él. Quería que lo supieran los jóvenes periodistas que escribirán del mundo. ¡Y este hombre sí que lo era!

Profunda y sencillamente humilde. Vivió con la misma austeridad pese a sus innumerables premios y reconocimientos que, aunque le significaron algo de dinero, pero frente a los que confesaba no tener la más mínima noción de su valor ni el interés. 

Tampoco tuvo nunca ningún afán por atesorarlo. Recuerdo que hablando del dinero, de la vanidad, del arribismo humano, me contó que toda su vida había tenido el mismo auto. Allí lo conocí.

Hoy 23 de enero se conmemora un año más de la muerte de Ricardo (como prefería que le dijera), el Heródoto, el caminante, el que estuvo siempre del lado de las víctimas, desentrañando la verdad en cuanta guerra y conflicto pudo colarse para vivirlo, medirlo y contarlo. 

En 2007 y dos meses antes de cumplir 75 años el 4 de marzo, perdió  en Varsovia su última y más importante batalla: con la muerte. 

Mañana llamaré a Alicjka, como hace un año, dos, tres… Me enteraré de cómo va la exposición que se inauguró el pasado 16 de diciembre en Varsovia con parte de su obra fotográfica. También, sobre cuántos nuevos textos se han traducido y si, una vez más, este año se reunirán en Polonia sus 23 traductores de su obra en igual número de idiomas. Si su hija al fin consiguió crear la lápida que quería para su padre en el Cementerio de Powaski.

Ricardo me reunió con Alicja Kapuscinska, su esposa.

Paz en la tumba de uno de los grandes humanistas, la persona más excepcional que he  tenido el privilegio de conocer y tratar en mi vida.

ADENDUM. 
1:20 pm hora de Colombia 7:30 pm hora de Varsovia. En la mañana, Alijcja, su hija que vino desde Canadá, familiares y amigos celebraron una misa en una iglesia católica en memoria de Ricardo. Este año, quizás sí, la obra artística  y lápida para su tumba que hace su hija, al parecer, si podrá terminarla . Claro, le digo, "las mejores cosas en la vida toman tiempo" (risas). Su exposición fotográfica sigue siendo muy visitada y estará abierta dos meses más. "No Alijcja, talvez este año no consiga llegar hasta Varsovia porque quizás no me movilice hacia Europa, debo ir a NY y a BA, le comento. Sí, claro que te aviso cuando sea así".  

AL FINAL

Al final
todos
nos encontraremos
sin intercambiar palabras
sin intercambiar miradas
ni gestos
a pesar de que desde entonces
ya para siempre
estaremos juntos

Ryszard Kapuscinski, Febrero 2006  

 

“El delito está flotando por sí solo y los colombianos empezaron a verlo”: Daniel Coronell

“Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona, se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias”. 

Esta es una de las sencillas y agudas reflexiones de otro maestro (universal) del periodismo, Ryszard Kapuscinski, en cuyo tamaño y medida caben suficientemente personas como Daniel Coronell. 

Aunque me alegra su recién nombramiento como Vicepresidente y director de Noticias de Univisión (el conglomerado de medios en español más grande de Estados Unidos http://ow.ly/3InO7), confieso, también, que me entristece. A la sociedad colombiana se le escapa uno de sus mejores ciudadanos. 

Desde cuando era chiquito en el periodismo, Daniel Coronell ha sido coherente, consistente y activo con una profesión que, en su caso, más que una vocación es una misión. Y algo más que me permitiré decir (así parezca antipático): es el sello que nos viene a los que pasamos por las aulas de comunicación y periodismo en la U. Externado de Colombia. 

Pero, haciendo honor a la verdad, Daniel Coronell no es ningún genio del periodismo. Tampoco su teórico reformador. Menos, el padre de una novedosa pedagogía de enseñanza. Sin embargo, de lo que no cabe la menor duda, es que el comunicador hace periodismo. Puro y duro. Nada más. 

Y es que, en un país en donde la información es solo mercancía y hacer periodismo se reduce a poner una grabadora para que la fuente oficial diga lo que quiera y como quiera en vivo y en directo  y sin que medie la revisión de la información, el contraste con otras fuentes y sin ningún contexto, ejercer el ABC del periodismo, ser equilibrado y decente, hacen que su ejecutor sobresalga de manera contundente. 

En esencia, lo que hace Daniel Coronell es hacer rigurosamente su trabajo y garantizar que, bajo su batuta, todo se haga bien y en derecho, haciendo del oficio de investigar un arte y  de él un Maestro. Solamente por eso, ha sido un periodista notablemente incómodo para todos los gobiernos de turno desde que inició su carrera. La fiscalización periodística sobre Uribe Vélez y su (corrupto) gobierno, es apenas uno más de los ejercicios de su destacada actividad, pero sin duda también, el que más titulares de primera plana ha producido, propios y de otros medios, por lo inadmisible de los hechos.

Por supuesto ejercer el periodismo en Colombia y como debe ser es algo que no se aguanta el poder. El legal y tampoco el ilegal y criminal que, con frecuencia, se confunden. Por eso Daniel Coronell ha tenido que huir del país un par de veces para despistar al enemigo, proteger su vida y la de su familia. 

Pero, como el mismo lo hizo saber, “@DCoronell: No me pudieron doblegar con amenazas, con seguimientos ilegales, ni con campañas de desprestigio anteriores. Tampoco lo lograrán ahora”. Un ahora que no pudo sostener en el 2005 y lo hizo salir con su familia durante dos años del país. 

Pocos como él tienen tan clara la película de que, la única (y gran) misión de todo periodista es la de desentrañar la verdad, estar al lado de las víctimas y su compromiso con la felicidad (que es lo mismo que bienestar) de las sociedad, como lo subrayó siempre Ryszard Kapuscinski. Lo demás es oficio, y en su caso, del mejor. 

Es uno de los comunicadores sociales más apreciados y de mayor prestigio de Colombia. Su independencia y talento son reconocidos hoy más allá de la frontera.  Por eso se va esta vez. "@Bunkerglo: @DCoronell le mostró al país lo que este no quería ver. Gana comunidad hispana, pierde comunidad colombiana". 

La siguiente entrevista fue realizada a finales de 2010 por el abogado, ambientalista y defensor de los ecosistemas, el cartagenero Rafael Vergara Navarro, @rvergaran, para La Jornada de México. El diario mexicano, sin embargo, solo publicó algunos apartes http://ow.ly/3Ixgy Su autor me la confió de manera íntegra para publicarla en este Blog. Rafa, muchas gracias. 


“El delito está flotando por sí solo y los colombianos empezaron a verlo”: Daniel Coronell 

Se acabó el 2010, ¿Cuál es su balance para la democracia colombiana? 

Tengo la sensación de que Colombia le debe mucho más a la Corte Constitucional, de lo que está dispuesta a aceptar. El hecho de que esos siete magistrados hayan marcado un alto a la carrera del entonces presidente Uribe que quería perpetuarse, le puso un nuevo ritmo a la democracia en el país. No tardaremos en darnos cuenta de todo lo que evitaron con su decisión de no a la reelección de Uribe. Colombia está en mora de hacerle ese reconocimiento a la Corte  Constitucional.  

Si bien la elección de Santos no varía el fondo del gobierno Uribe, si muestra unas variaciones de forma que son importantes. Nos  habíamos  acostumbrado a un gobierno entrometido, que irrespetaba los fueros de la Justicia, que espiaba a los altos jueces que investigaban a sus aliados involucrados con el narcotráfico y los grupos paramilitares, que espiaba a los dirigentes de la oposición y a los periodistas porque no a él [Uribe Vélez] no le parece que la reserva de la fuente es un derecho que permite garantizar la libertad de información. Para ellos este derecho es un obstáculo en el cumplimiento de sus planes.


Frente a la monopolización de los medios de comunicación ¿Cómo ha hecho para poder sobrevivir Noticias UNO en un canal independiente? 


Siendo creativos. No estamos holgados, pero lo hemos logrado como CMI. Combinando las actividades propias del noticiero con producciones para terceros, y otras actividades que subsidian la permanencia de nuestra voz. Es intento que vale la pena, hemos vuelto la necesidad virtud. 


Esta manera de abordar con responsabilidad, pasión y rigor académico como profesor universitario, le ha traído a usted sinsabores y angustias. En el 2005 tuvo que enfrentar el exilio. ¿Qué pasó? 


En diciembre del 2004 supe por primera vez que mis comunicaciones estaban interceptadas. Pude oír tres conversaciones. Pensé que querían determinar cuáles eran mis fuentes y extremé las medidas de precaución. Incluso, en muchas ocasiones he tenido que salir de país para reunirme con mis fuentes porque en mis condiciones es difícil mantener la confidencialidad. Vivo en un país donde, con razón, mucha gente teme por su vida, incluso, por su estabilidad laboral. 


En abril del 2005 arrancó una terrible campaña de amenazas, de desprestigio pero sobre todo se concentraron en mi hija de  6 años. Recibía llamadas en que me describían su vida cotidiana, que llegó al colegio en tal hora, vestida de rosa –me decían-, recibía coronas fúnebres a su nombre y al de mi esposa. Después, correos electrónicos intimidantes y difamatorios. Todo esto convirtió la vida de mi familia y la mía en un infierno terrible. Decidimos salir de Colombia y lo logramos gracias al Comité para la Protección de los Periodistas que funciona en New York que me dio la mano y nos incluyó en su programa de emergencia. Dos días después me informaron que me recibirían en  un programa de intercambio académico en la Universidad de Stranford.  Estábamos en Argentina regresamos a Colombia y en dos días dejamos cerrada la casa. El perrito de mi hija lo dejó encargado a su amiguita y metimos nuestras vidas en tres maletas a vivir nuevamente. Al año me propusieron y fui aceptado como profesor visitante en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Berkely. En 2007 regresé a Colombia. 


¿Qué es lo que le “saca la piedra” a Uribe de Usted? Al ex presidente le mencionan Daniel Coronell y se engalla, se enrosca…. 


Sí, monta en cólera. He sido constante y consecuente en las denuncias sobre el pasado y el presente del presidente Uribe. Lo fui cuando era un candidato sin ninguna opción. Desde cuando él dice que los leales estaban con él, cuando marcaba en las encuestas el 2%. También desde esa época, denunciaba lo que era Uribe.


Tuve un papel relevante en la denuncia de la compra de su primera reelección, en “las chuzadas”, en los negocios de sus hijos, en la corrupción del proceso re eleccionista, y eso lo ha molestado y llevado a identificar la información con el mensajero y quisiera que esas informaciones desaparecieran, o por lo menos que la persona que las ha investigado terminara en la cárcel. Durante su gobierno hizo tres intentos por criminalizarme. Recientemente la ha emprendido contra mí en Twiter. Lo que trato es de conservar toda la cortesía en el lenguaje, no insultarlo jamás, pero también persistir en un trabajo periodístico de investigación que es muy importante. 


¿Cuál es para usted el perfil ideológico de Uribe? 



Es, ante todo, un gran oportunista. En el comienzo de su carrera parlamentaria posaba de centro izquierda y pensaba que daba votos trabajar en el área laboral. Después de su paso por la gobernación de Antioquia, estuvo marcado por una fuerte tendencia a la derecha que le dio unos resultados electorales y que pensó, podía trasplantar a la esfera nacional. Algo que logró con éxito  porque  ha sido muy consistente con su discurso de fuerza que, unos años atrás, no tenía posibilidad política. 

Cuando  el péndulo en Colombia giró hacia la derecha, Uribe estaba parado allí donde no quería estar nadie. Él era dueño de un discurso que los demás, con similar oportunismo trataron de imitar, y que lo ha proyectado hasta donde ha llegado. 


Durante su gobierno Uribe logró cosas importantes en materia de seguridad –no tantas como dice-, y a la par que hizo muchas cosas buenas, también hizo muchas cosas malas. Incluso he llegado a pensar que las malas las hizo muy bien y las buenas muy mal porque la herencia que deja, más allá del tema de la seguridad  que es muy importante, con sus avances muy notables que hay que reconocer, ha sido la vulneración del orden constitucional, de violación de los derechos humanos, de atropello sistemático a la Justicia, a la oposición política y a la prensa. 


¿Un Fujimori? 


Hay similitudes y diferencias. Uribe tuvo tentaciones parecidas a las de Fujimori pero, por fortuna, el aparato institucional colombiano es un poco más firme que lo que era en el Perú. Pero hay enormes similitudes en el uso de la inteligencia del Estado como herramienta política, también en cuanto a la vulneración de los derechos humanos de los más débiles, a las alianzas de personas cercanas a él con grupos irregulares para combatir otros grupos irregulares, así mismo en la inversión permanente en el culto a la personalidad y en la imagen del gobierno. 


Al leer el fallo que frenó el intento de la re reelección de Uribe, siento que  las consecuencias están a mitad de camino. ¿Hasta dónde se intentó cambiar el orden constitucional de manera fraudulenta? 


¡Claro!, es que la primera reelección en si fue producto de un fraude, eso ya está demostrado más allá de las opiniones. Hay tres congresistas condenados por eso. Lo que pasa es que el proceso judicial no ha operado con el mismo ritmo en el caso de los funcionarios del gobierno de Uribe, pero el fraude en la primera reelección fue evidente, y también lo hubo para buscar la segunda, en la conformación del referendo reeleccionista, en su financiación, en las cuentas públicas que presentaron. Un fraude que fue advertido y evaluado por la Corte Constitucional y que pesó mucho en la decisión de no darle paso a una tercera administración de Uribe. 


Ahora el ex presidente plantea que lo fraudulento fue sin conocimiento de él. Eso es imposible. No creo que los promotores del referendo hayan actuado por su cuenta y riesgo y a espaldas del beneficiado. No creo que en la primera reelección la compra de los votos a los parlamentarios se haya hecho sin el conocimiento del presidente. Es más. Hay testimonios de los implicados que indican que eso no fue así. 


Por último, el uso del aparato de inteligencia del Estado -el DAS-,  para perpetuar a Uribe en el poder es un hecho. En su confesión y declaraciones del jefe de inteligencia del DAS establece cuales eran los blancos principales: magistrados de la Corte Suprema de Justicia, parlamentarios de la oposición y un periodista. Eso muestra el talante y hasta donde estaban dispuestos a llegar, no solo para saber que estaba haciendo cualquiera que pudiera hacerle contrapeso, sino con  el propósito de involucrar criminalmente a quien no resultara cómodo para el régimen. 

¿Por qué usted denunció penalmente al ex presidente Uribe? 


Porque pensé que no debía soportar la andanada sin reaccionar. Tengo la certeza que no servirá de mucho porque es un reportero ante un hombre tan poderoso como él, pero es una constancia para que mis hijos sepan, dentro de unos años, que su papá no acepta como propio los calificativos que quiso endilgarle en el hombre más poderoso de Colombia. 


¿De qué lo acusa Uribe? 


De sicario, mafioso, extorsionista,  estafador… No me acuerdo de más. 


Y, ¿cómo es el tema con los hijos del ex presidente? 

Son varios en diferentes períodos. Hace dos años una investigación  mía puso en evidencia que Tomás y Gerónimo se habían enriquecido obteniendo utilidades cercanas al 10.000 % porque, el espacio donde se encontraban unos lotes de ordeño de su propiedad, fueron declarados como Zona Franca y, por efecto, de la valorización de esas tierras tuvieron esa utilidad. 



Lo anterior no tendría nada de particular si no fuera porque, buena parte de esas decisiones que permitieron ese negocio, provenían de subalternos de su padre.  Eso en el ámbito nacional. En el municipal, el alcalde, cuya administración había permitido unas variaciones en el esquema del uso de la tierra, terminó comprando parte de esas tierras y  beneficiándose también a través de una empresa familiar donde tenía parte el alcalde. Ellos se la vendieron a muy buen precio comparado con el negocio que habían hecho un día antes con otras personas. 

Por otro lado, durante el escándalo de la compra de la primera reelección, uno de los mecanismos fue la entrega de las Notarias que, en Colombia, son un negocio muy rentable. Está probado que algunas se entregaron para comprar el favorecimiento político de los congresistas a cambio de votar a favor la reelección. A raíz de eso surgió el tema de una notaría en Tunja Boyacá que, en conversación que  tengo grabada con su antecesor,  me cuenta  que ella [la notaria] es cuota de Tomás, el hijo mayor. Haber revelado esta grabación les disgustó mucho. 


En tercer lugar, tiene que ver con la relación bastante complicada de los hijos con un político de menor envergadura de la costa, Javier Socarrás, involucrado en varios ilícitos: falsificación de su título profesional y otro, más grave, que es uno de los involucrados en el tráfico de fallos en el Consejo de Estado. 


Últimamente, y a raíz de una investigación y publicación del Miami Herald, se hace mención del encuentro de Tomás Uribe en Panamá con unos contratistas cuestionados: los Nule y una multinacional brasilera de construcciones. Todo se basa en unas declaraciones que Nule le entregó al periódico y que reprodujo la emisora colombiana la FM.  El contratista dice que Tomás Uribe no se benefició con la contratación. Lo que planteo es que hay un conflicto de intereses y hay que revisar, éticamente, por qué el hijo del presidente se reúne con personas que están interesadas en contratar obras gigantescas con el gobierno que preside su padre. Me parece que aunque sea una gestión desinteresada, es una gestión que no es admisible. 


¿Cuál fue el papel de los grandes medios en el intento de la perpetuación o sublimación del liderazgo de Uribe, además de minimizar lo negativo de su personalidad y potenciar frente a la crítica el llamado estado de opinión? 


Sucedió algo que no es culpa de Uribe propiamente, sino que se venía produciendo antes de su elección y es una concentración sin precedentes de los medios colombianos. Concentración que antes se daba pero de otra manera que permitía que se repartieran los contra pesos. Por ejemplo: Los ex presidentes y sus familiares tenían noticieros, y el de Pastrana no pensaba como el de López y el de Turbay pensaba distinto. De alguna manera había un control. Ese modelo que nos parecía aberrante resultó ser mejor frente al que los dueños del gran capital en Colombia terminaran siendo dueños también de los medios de comunicación. Una empresa como Editorial Planeta terminó haciéndose al control de El Tiempo, el principal periódico nacional, lo que es una circunstancia adicional bastante negativa para la democracia. La información se volvió subalterna de los negocios de los dueños de los medios. Los medios se volvieron mas patronalistas, y en esa medida, estaban dispuestos a informar solo aquello que más convenía a quien firmaba los cheques. Eso hace que hubiera existido muy poco periodismo, y que incluso, las posiciones que se mantuvieron firmes con propósito periodístico, comenzaran a parecer como expresiones de oposición en el comportamiento social colombiano. 


Muchos medios tienen una gran deuda en lo que fue la omisión en el cubrimiento informativo durante estos años del gobierno Uribe, cuya corrupción, empieza a emerger ahora como simple resultado en la rotación en los cargos. Ni siquiera porque haya un gran esfuerzo consistente de investigación periodística, sino porque la basura acumulada bajo la alfombra durante tantos años empezó a salir por sí sola y ya es imposible no verla. A pesar de las rabietas y criminalización del ex presidente y de algunos de sus amigos contra quien quiera denunciar [la corrupción], no van a poder tapar el sol con un dedo. El delito está flotando por sí solo y los colombianos empezaron a verlo. 


¿Será que Juan Manuel Santos podrá conducir con éxito esta Colombia convulsa? ¿Se superará la polarización en la sociedad colombiana? 


Estoy favorablemente sorprendido con Santos en algunas cosas y en otras sigue igual. Lo que sí creo es que el uribismo como fenómeno político va a quedar en la historia, pero en la coyuntura va a quedar como “auto fagocitándose”.  Es algo muy especial porque es el propio Uribe el que está haciendo todo lo posible por reducir su legado a las proporciones reales, y está llevando a que la gente vea claramente los pies de barro de lo que fue su largo período presidencial. 


Con sus 46 años, ¿Qué perspectivas le ve a la Colombia de la década? 


Soy optimista. Todas las confusiones y malos momentos que ha pasado el país y que han originado unos entusiasmos no siempre justificables y unas decepciones que no deberían ser tan completas, están abriendo una perspectiva de largo plazo importante. Creo que Colombia tiene un alma buena y que esa alma buena terminará salvándola, incluso, de sí misma.
Twett emitido por @DCoronell el 25 de octubre de 2010, al concluir conversación con algún twitero.
Edición del texto original y fotos @Bunkerglo / Gloria Ortega Pérez. Las imágenes fueron tomadas durante su participación en el Foro Libertad de Expresión y Estado de Derecho adelantado en la Universidad Externado de Colombia en noviembre de 2007.