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sábado, 25 de junio de 2016

¡Qué hijueputa felicidad!


Sobre el 23J/2016 o día del fin del conflicto armado con las Farc todos hemos querido expresar nuestro sentir.  Encontré algunos textos Sentipensantes que he traído al Blog sin consultar a sus autores. Iré agregando algunos más.


¡Qué hijueputa felicidad!


No suelo pronunciarme directamente por aquí, pero qué hijueputa felicidad que la patria que mi padre soñó para mí, y por la que también se armó -con pluma y cámara-, sea hoy más plausible, y qué hijueputa felicidad que mi madre, que renunció a la lucha armada hace años, esté feliz. 

Qué hijueputa felicidad que los hijos de mi hermana Valeria, mis sobrinos, tengan una segunda oportunidad sobre la tierra, y qué hijueputa felicidad que mi hermana Manuela pueda volver en paz, en menos de un mes, a su patria. Qué hijueputa felicidad mis amigos, que me invitan hoy a tomar guaro en la calle, algo liberados del miedo congénito que nos trajo a todos a este platanal.


Hoy la gente ha empleado el vocablo "histórico" sin que ello implique un abuso, una muletilla. Ladran los detractores con voces que suenan a siglo XIX, atizan el fuego hablando de impunidad, pero pueden estar tranquilos: el verdadero crimen, el suyo, que es negar la paz y ansiar la anulación del otro, no quedará impune. La historia los está castigando en silencio, sin violencia ni barrotes, mientras el vecino me alcanza tras el mostrador el guaro y los cigarrillos, me da las vueltas y me dice sonriente: "ya iba a cerrar veci, yo también me voy a celebrar el acuerdo".

Excusen el ritornello -lugar común obligatorio en manifestaciones virtuales de esta naturaleza y en las tarjetas Hallmark-, pero qué hijueputa.

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We can live in peace
If you have a Colombian nearby, go and hug them! Today was such a wonderful day that we already forgot about yesterday's disappointing football game. Today our government and our largest illegal armed group agreed to a final, definite cease-fire after 52 years of conflict!

The final peace deal has not been reached, and that might take a while. And when it is signed, its implementation will be cumbersome and complex. And, besides that, we'll still have other illegal armed groups operating in the country, plus corruption, greed, state inefficiency, discrimination, poverty, inequality, the pillaging of natural resources and many more issues to contend with.

But today we showed ourselves that we can do it, we can live in peace, we can solve our problems by talking, by trusting each other. It might seem basic to you, but for us this might be one of the greatest things we have witnessed in our lives.

A Colombia without war still seems far away, but every day it looks more and more possible!

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"Viva la paz, viva la paz"? Viva la paz!!  

El proceso de paz ha llegado a buen puerto, así sea como ese proceso desangelado, enclaustrado, ajeno, que ha venido siendo impulsado de forma paradojal por una sumatoria de debilidades de quienes lo han venido asumiendo directamente incluso como oposición, y en un escenario nacional de enormes precariedades de la imaginación política, pleno de ladinismos y desconexiones entre la gente urbana, la juventud y el campo, de arrogancias de los agentes del desarrollo extractivista, de implacables cinismos empresariales, y de heroísmos y tenacidades campesinas; donde a punta de incredulidades apenas se escucha, o mejor, se alcanza a sentir el respirar profundo del león dormido de la opinión, tímidamente convocado de antemano para la refrendación de lo pactado, con el mínimo umbral electoral, en una medianía política necesaria pero patética que acuña e institucionaliza en el mayor momento constituyente de fundar ese bien público por excelencia, la paz, con base en la constante histórica de la abstención…

Y el himno nacional del siglo XIX ahí! (Cuán ridículo sonó y se vio en esa austera ceremonia de La Habana de ayer). Y el chiste patéticamente bueno: “Cesó la Uribe noche”… Y el inconsciente colectivo convocado plenamente hasta en la circunstancia geográfica, cuando se ha hecho realidad aquel juego infantil que rezaba: “De La Habana bien un barco cargado de…”, y ya todos podemos gritar: de Paz!

La colombianidad plena, como quien dice… Pero afortunadamente y por primera vez, no trágica! (Aunque el discurso de Timochenko -qué nombre anacrónico! Faltaba en el párrafo de arriba sobre el escenario, la palabra Anacronismos…-, estuvo cargado de alusiones al asesinato de cuatro jóvenes esta semana en Barrancabermeja, a la violencia presente en las regiones, a la detención provocadora del reinsertado Velandia…).

Pero en fin, una fiesta, sí, estamos de fiesta y no nos estamos matando al mismo tiempo, y además estamos diciendo que no queremos ni debemos matarnos más! Una fiesta de colombianos sin llanto y sin tragedia! (Aunque sigue siendo tragicómica, pues los resentidos siguen vociferando y amenazando –esperamos que su debilidad sea proporcional a su estilo desencajado de los últimos meses-, o porque las manipulaciones de siempre ya son más que evidentes (cfr. Claudia López en el set de RCN ayer…).

En fin, aún con una escritura a la cual se le imponen los paréntesis y los guiones, los adjetivos y los signos de admiración o de interrogación, los suspensivos, podemos decir que aquí está otra vez entre nosotros la Esperanza! Sin duda se ha vuelto a levantar y a encender en el país el pabilo de la esperanza, así aflore la paradoja también en el sentimiento, pues de inmediato se hace inevitable preguntar (se): ¿Esperanza en qué?

Tal vez esperanza porque al empezar a faltar en el escenario nacional ese elemento de lo que ya es una identidad colectiva, el conflicto armado, (otro paréntesis: Al menos en el origen campesino del mismo, pues faltaría -otra vez faltarían cinco pa’l peso?- el componente de ese conflicto que tuvo un origen diferente en sectores de la clase media, en la lucha estudiantil, en la radicalización mesiánica y religiosa, presentes en el nudo aún por desatar del ELN-);

y porque quizás por primera vez en la historia del país en una coyuntura decisiva como ésta, se le conocen todas las caras a los “enemigos agazapados de la paz” (ya se sabe públicamente quiénes son los ideólogos, los financiadores, los sicarios, los líderes, los candidatos y los candidotes), ahora sí podremos, podríamos, debemos, deberíamos encontrar un camino real de transformación de esa otra paradoja nacional: somos conservadores y acomodados hasta en la forma de cambiar!

Y podremos, podríamos, dar un mentís a la sátira decimonónica del Tuerto López que se hizo eco de ese otro momento en el primer tercio del siglo XX, cuando se intentó dejar atrás “La Guerra de los Mil Días”, en un momento como este en el cual intentamos dejar atrás una “guerrilla” de 52 años!:

FABULITA

"¡Paz nobis!" Wilson

"¡Viva la paz, viva la paz!"

Así

trinaba alegremente un colibrí
sentimental, sencillo de flor en flor...
Y el pobre pajarillo
trinaba tan feliz sobre el anillo
feroz de una culebra mapaná.

Mientras que en un papayo

reía gravemente un guacamayo

bisojo y medio cínico:
-¡Cúa, Cúa!


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viernes, 24 de junio de 2016

De La Habana viene un barco cargado de… grandeza humana

Un tsunami que se erigió en La Habana pero cuyo epicentro era Colombia conmovía al mundo. 

Estábamos en la mente y corazón de millones de personas en el planeta. En justicia y de pie nos ovacionaron con un aplauso mundial.

El 23-J/2016 Colombia puso el punto final a la historia de horror, muerte y destrucción de 52 años de confrontación armada con las Farc- EP. 

Vivimos, sin retórica alguna, un momento histórico: el último día de la guerra.

Los combatientes sin distinción de trinchera vistieron el mismo color en sus trajes de fatiga y con un balígrafo ratificaron lo pactado estrechando las manos. 

Éramos titular y portada de un trascendental hecho que las agencias de noticias llevaron al mundo entero en textos, vídeos e imágenes. 

Hasta hubo medios que hicieron una cobertura Minuto a Minuto.

A Colombia llegaba un barco de La Habana cargado de grandeza humana. 

Porque se necesita mucha sensatez y sentimientos para poner por encima del dolor, del rencor, del odio, del miedo y de la incertidumbre, el interés por el Otro y los Otros y con convicción pactar el cese bilateral al fuego para encumbrar el sueño superior de paz y alcanzarlo.

Eso fue lo que hicieron nuestros representantes institucionales del Estado en la Habana y los combatientes delegados de las Farc-EP desde noviembre de 2012. 

Conversar, conocerse, mirarse a los ojos, construir confianza y decir ¡ya basta!

Terminó el pretexto llamado conflicto armado que impedía reenfocar recursos financieros, técnicos y talento humano para zanjar la pobreza, la exclusión y la inequidad de oportunidades entre los colombianos.

Ojalá la “señora de la guadaña” no venga a meter sus narices en estos buenos y nuevos días, ni se deje corromper, otra vez, por el fanatismo político, el odio y la perturbación mental de algunos.

Este texto recoge algunos titulares y textos en español de algunos medios del continente y algunos nacionales del 23 de junio de 2016 cuando cesó la horrible (Uribe) noche e inauguramos el nuevo libro de nuestra historia.  




El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró este jueves que el acuerdo de alto el fuego bilateral alcanzado en La Habana con el jefe supremo de las FARC, Timoleón Jiménez, conocido también como Timochenko, significa el fin del grupo como grupo armado.

"No solamente se acordó el fin de las confrontaciones, sino que también se definió un cronograma preciso para que las FARC dejen las armas para siempre. Esto significa ni más ni menos el fin de las FARC como grupo armado”, dijo Santos desde La Habana, donde asistió a la firma del acuerdo.
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“Los colombianos hemos convivido con el miedo y la incertidumbre de la guerra. Se volvió parte de nuestra vida cotidiana. Con lo que se acaba de firmar, damos la vuelta a una página trágica de nuestra historia, esto nos permitirá no repetir lo que tanto daño nos causó.Llegó la hora de ser un país con esperanza”. 

El presidente de Colombia Juan Manuel Santos sintió que hablaba por todos al sellar con las FARC los acuerdos del alto el fuego y las hostilidades bilaterales.

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"Colombia se situó ayer más cerca que nunca de firmar la paz con el histórico acuerdo de poner fin al conflicto sellado en La Habana ante el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”, y con el espaldarazo de la comunidad internacional". 
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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, partió este jueves 23 de junio a Cuba para asistir a la firma del acuerdo sobre el cese al fuego bilateral y definitivo con las FARC, principio del fin de medio siglo de conflicto armado con esa guerrilla.

Colombia y los rebeldes de las FARC se acercan a un acuerdo de paz FARC y gobierno de Santos logran acuerdo para fin del conflicto armado Ban estará en firma del cese al fuego entre las FARC y Gobierno colombiano “Rumbo a La Habana a silenciar para siempre los fusiles. SíALaPaz”, escribió en su cuenta en Twitter el mandatario, que desde que asumió el poder en 2010 impulsa un acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal y más antigua guerrilla del país.



La Habana.- El Gobierno de Colombia y las FARC firmaron hoy en La Habana el pacto para preparar el fin del conflicto en Colombia, que incluye el cese al fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas, garantías de seguridad y el mecanismo de refrendación de los acuerdos de paz.

Tras ser suscrito por los negociadores del Gobierno y de la guerrilla y los representantes de los países garantes y acompañantes, el presidente de Cuba, Raúl Castro, entregó el documento a su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, y al líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, quienes se estrecharon la mano bajo el aplauso de los asistentes.




Bogotá. Durante años fueron enemigos. Pero a partir de este jueves el presidente Juan Manuel Santos y el jefe máximo de la guerrilla FARC, 'Timochenko', pasarán a la historia por su determinación para alcanzar la paz en Colombia tras medio siglo de enfrentamientos.



Colombia y las FARC firmaron el alto el fuego definitivo en un histórico acto en La Habana.

El Gobierno del presidente colombiano Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaron hoy en La Habana un acuerdo histórico de cese del fuego bilateral y definitivo que incluye la "dejación" de las armas por parte de la guerrilla.

El acuerdo fue refrendado por Humberto de la Calle, jefe negociador gubernamental, y por el jefe guerrillero Luciano Arango, alias "Iván Márquez", en presencia del presidente Santos y el jefe de las FARC Rodrigo Londoño, alias "Timochenko". 



El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC sellaron este jueves un histórico acuerdo de cese al fuego y desarme bilateral y definitivo, un paso crucial hacia el fin del conflicto armado más antiguo de América.

"Hoy es un día histórico para nuestro país: después de mas de 50 años entre muertes, atentados y dolor hemos puesto un punto final al conflicto armado con las FARC", dijo el presidente Juan Manuel Santos, quien desde que asumió el poder en 2010 impulsa la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas).




El gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC oficializaron el jueves el abandono de las armas por parte de los rebeldes.

El anuncio fue hecho por los delegados de los países garantes, Cuba y Noruega, en presencia del presidente colombiano Juan Manuel Santos, el máximo jefe de las FARC Rodrigo Londoño o "Timochenko" y el secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon, entre otras personalidades. 




El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC anunciaron este miércoles un acuerdo de cese del fuego, el primer paso del fin de un enfrentamiento entre las partes que marcó la historia de la nación sudamericana y que dejó miles de víctimas y pérdidas materiales.

“Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP informamos a la opinión pública que hemos llegado con éxito al Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo; la Dejación de las armas, las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de Derechos Humanos, movimientos sociales o movimientos políticos”, expresó un comunicado conjunto de las partes leído en esta capital por uno de los negociadores rebeldes.



EL PAÍS - Uruguay 

El gobierno de Colombia y las FARC firmaron este jueves en La Habana el pacto para preparar el fin del conflicto en Colombia, que incluye el cese al fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas, garantías de seguridad y mecanismo de refrendación de los acuerdos de paz.

Tras ser suscrito por los negociadores del gobierno y de la guerrilla y los representantes de los países garantes y acompañantes, el presidente de Cuba, Raúl Castro, entregó el documento a su homólogo colombiano Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Timochenko, quienes se estrecharon las manos bajo el aplauso de los asistentes.

La ONU recibirá y destruirá las armas de las FARC en Colombia. EEUU ya ha felicitado a Colombia por el acuerdo, según informa la agencia de noticIas AFP.



El presidente colombiano Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC sellaron este jueves el acuerdo del cese bilateral y definitivo del fuego, el paso previo para dar por terminado un conflicto armado y político que lleva más de medio siglo y ha dejado unos 220.000 muertos.
El acuerdo, firmado ante el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y varios presidentes de América Latina, establece el cronograma y los procedimientos para que los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se concentren en zonas específicas y entreguen las armas a la ONU como parte de su transición a la política.

El presidente colombiano Juan Manuel Santos y los terroristas de las FARC sellaron hoy el acuerdo del cese bilateral y definitivo del fuego y el abandono de armas de los terroristas, dos pasos previos para dar por terminado un conflicto armado y polí­tico que lleva más de medio siglo y ha dejado unos 260,000 muertos.
El anuncio fue hecho por los delegados de los paí­ses garantes, Cuba y Noruega, en presencia de Santos, el máximo cabecilla de las FARC, Rodrigo Londoño o "Timochenko", y el secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon, entre otras personalidades.


“Hoy es un día histórico para nuestro país después de más de 50 años de enfrentamientos, muertes, atentados y dolor. Hemos puesto un punto final al conflicto armado con las FARC”, señaló el mandatario.


El acto para oficializar el acuerdo de cese al fuego bilateral y definitivo en Colombia comenzó en La Habana, encabezado por el presidente Juan Manuel Santos y por "Timochenko", máximo líder de las FARC, y con la asistencia de seis presidentes de la región y el secretario general de la ONU.




Una nueva era se abre paso en Colombia. Después de más de 50 años de conflicto, el Gobierno de Colombia y las FARC han firmado un cese al fuego bilateral y definitivo, la antesala de un acuerdo de paz con la guerrilla más antigua de América Latina que se producirá, casi con toda seguridad, antes de que acabe el verano. A partir de entonces, se implementará la tregua, la concentración de los guerrilleros y la dejación de las armas, que serán fundidas por la ONU para crear tres monumentos.




El gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) refrendaron este jueves en La Habana, Cuba, un acuerdo histórico de cese el fuego bilateral y definitivo para poner fin al conflicto interno que vive ese país desde hace de 52 años.

Luego de tres años de negociaciones, el mandatario colombiano y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, firmaron este acuerdo con miras a poner fin al que se considera como el conflicto armado interno más antiguo de América Latina.




Este 23 de junio Colombia dio un paso histórico con un acuerdo sobre uno de los puntos más importantes de la agenda de negociación entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC: el fin del conflicto armado.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo durante el evento que el conflicto ha durado más de 50 años y que hay generaciones enteras acostumbradas a la guerra que no han conocido un solo día de paz. "¡Nos llegó la hora de vivir sin guerra! ¡Nos llegó la hora de ser un país en paz, un país con esperanza!", expresó.





No fueron pocos los que en aquellos días vaticinaban el fracaso, como ya había ocurrido en Colombia con anteriores procesos de paz. Sin embargo, los trascendentales acuerdos que hoy se han anunciado por la Mesa nos acercan, como nunca antes, al fin del conflicto armado que por más de cinco décadas ha sufrido el hermano pueblo colombiano.


EL ESPECTADOR - Colombia 

El presidente Juan Manuel Santos, en el discurso reconoció que subsisten fenómenos criminales relacionados al narcotráfico pero que es necesario reconocer que se terminó la guerra con la guerrilla más antigua del mundo




"Esta es la paz de todos sin excepción. Y gracias a Dios ya no es un sueño. La paz se hizo posible. La paz es posible. Ahora, vamos a construirla". 

Con estas palabras, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, selló el acuerdo de cese al fuego bilateral y dejación de armas, que abre el camino hacia el fin del conflicto con la guerrilla de las Farc en Colombia.


REVISTA SEMANA - Colombia

El 23 de junio de 2016 queda como una fecha histórica para Colombia. El Gobierno y las  FARC dieron el salto más importante en casi cuatro años de negociación que, de una vez y por todas, pondrá punto final a la violencia.




EL COLOMBIANO - Medellín, Colombia

El presidente de la República, Juan Manuel Santos, anunció este jueves desde La Habana en la firma del acuerdo del punto 3 del fin del conflicto, que comprende un cese bilateral de hostilidades, la dejación de armas y las zonas de concentración, que el acuerdo final se firmará en Colombia y no en Cuba como se viene haciendo (Lea: Con este balígrafo se firmará el acuerdo de paz)
“Quiero ser muy claro en que todavía faltan temas importantes por acordar, y hemos convenido con las Farc que vamos a evacuarlos lo más pronto posible. El acuerdo final lo firmaremos en Colombia”, indicó el Jefe de Estado, muy emocionado por los acuerdos alcanzados este jueves en la mesa.

“Hoy es un día histórico para nuestro país”, dijo el presidente al resaltar que han sido más de 30 años de intentos para lograr la firma que hoy se dio y que posibilitará la firma del acuerdo final y la construcción de la paz.



EL TIEMPO - Colombia

Con un histórico apretón de manos entre el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el jefe de las Farc, Timoleón Jiménez, se acordó el fin de la guerra de más de 50 años que ha vivido Colombia. Rodolfo Benítez, representante del gobierno de Cuba, fue el encargado de leer el acuerdo alcanzado por las partes. Lo hizo en el salón de protocolo de El Laguito, en La Habana (Cuba), y ante los ojos del secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, de cinco presidentes y una delegación del Gobierno, Congreso, gremios y decenas de periodistas que fueron testigos del trascendental momento. Estas fueron las reacciones de los colombianos en las calles durante la firma del fin del conflicto. 



EL INFORMADOR - Santa Marta, Colombia

El conflicto político dejó más de 220.000 víctimas fatales y desplazó a millones de campesinos a las ciudades desde que iniciaron las hostilidades en 1964.

"Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las Farc-EP informamos a la opinión pública que hemos llegado con éxito al Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo; la Dejación de las armas, las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de Derechos Humanos, movimientos sociales o movimientos políticos", expresó un comunicado conjunto de las partes leído en esta capital por uno de los negociadores rebeldes.





El Gobierno Nacional y las Farc firmaron este jueves en La Habana el pacto para preparar el fin del conflicto en Colombia, que incluye el cese al fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas, garantías de seguridad y mecanismo de refrendación de los acuerdos de paz.

Tras ser suscrito por los negociadores del Gobierno y de la guerrilla y los representantes de los países garantes y acompañantes, el presidente de Cuba, Raúl Castro, entregó el documento al mandatario Juan Manuel Santos y el jefe de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverri, alias de ‘Timoleón Jiménez’ o ‘Timochenko’, quienes se estrecharon las manos bajo el aplauso de los asistentes.

Dentro del acuerdo quedó establecido que la Organización de Naciones Unidas recibirá la totalidad de las armas de las Farc tras su dejación para su destrucción y la construcción de tres monumentos con lo que quede de ellas.




“Esta es una proyección irreversible de que el acuerdo final de paz será firmado de manera muy pronta”.
Así lo afirmó el jefe negociador del Gobierno Nacional en los diálogos de paz con las FARC en La Habana, Humberto de la Calle Lombana, en la rueda de prensa al final del acto protocolario de este jueves, en donde se reveló el contenido del acuerdo sobre el cese del fuego y de hostilidades bilateral y definitivo.
“Hemos doblado definitivamente la página de 52 años de conflicto armado. Hemos zanjado el mecanismo de refrendación: el Gobierno y las FARC se atendrán a lo que decida la Corte Constitucional, lo que decida la Corte será aceptado categóricamente por ambas partes”, dijo De la Calle.




Hoy se pactó en La Habana el cese el fuego bilateral y definitivo entre el Gobierno y las Farc, lo que le pone punto final a una guerra interna de más de 50 años.

jueves, 23 de junio de 2016

Cesó la horrible noche: el último día de la guerra



Pensando en Sara, Nico y Juan José

Hoy es el último día del conflicto armado con las Farc-EP. Esta organización guerrillera le dice adiós a las armas por la vía de la palabra, de la conversación, de la confianza, de los acuerdos, de los disensos y ya no más por la vía de la guerra. 

Pensé que no estaría viva para este momento. Se siente extraño el último día de la guerra. Soy sobreviviente y testiga de este conflicto armado. Como lo somos todos y cada uno de los colombianos, con o sin víctimas directas de esta larga y horrible noche. 

Miles de personas murieron por crímenes que nunca cometieron. Somos una sociedad urdida entre lágrimas y odio. Asesinaban a uno y otro y otro y a otro y otros en una espiral de nunca acabar, que no terminaba, sin fin.

"Algo mal hicimos como sociedad para sufrir 60 años de violencia. Tengamos la grandeza de perdonarnos por la paz", como dijo Maurice Armitage, alcalde de Cali. 

¡Cuantos abrazos e hijos perdidos! 

El desamparo fue la saga casi que inamovible junto a la indiferencia e insolidaridad por todo cuanto hemos vivido y especialmente, por quienes lo han padecido mucho más. "Tanta sangre vista", como escribió Rafa Baena.

Hoy empezará Colombia a escribir la historia de "Había una vez una guerrilla... y después de 52 años firmaron el fin del conflicto armado". Un cuento que escribirán los niños de hoy con la letra de la amistad, de la confianza, del interés común, ah sí... eso se llama paz.

"La dura realidad es una desoladora confusión de herniosos ideales y torpes realizaciones, pero siempre habrá algunos empecinados, héroes, santos y artistas, que en sus vidas y en sus obras alcanzan pedazos del Absoluto, que nos ayudan a soportar las repugnantes relatividades", cómo escribió Ernesto Sábato en su Antes del Fin

Y en Colombia tenemos a esos empecinados. 

Los que cayeron bajo el fuego de las balas asesinas, y los que durante en los últimos casi cuatro años en La Habana (Cuba) sostienen una conversación genuina, honesta, desde el corazón, con el convencimiento de que las armas ni la guerra son el camino ya para alcanzar las soluciones de la infelicidad de un pueblo.  

Hoy cesó la horrible (Uribe) noche. 

La música y la voz serán en adelante el único rumor de fondo en nuestras disputas y diferencias, y no el golpeteo de la balas y el estruendo de las pipetas-bomba ni el grito aterrador de la muerte.

Pasaremos la última página de una historia de 52 años de muerte y destrucción con un final feliz. 

Renacemos de entre las cenizas para alzar el vuelo, sin armas, por todos y cada uno de los colombianos que no conocemos pero que pasan penurias. 

Hoy dejaremos el horror y barbarie, del secuestro, de la incertidumbre, del miedo. 

Al fin llegó ese punto final. Hoy damos la cuota inicial en la construcción de un proyecto común, de nación, reconociéndonos como somos, desde la diferencia; mirándonos desde el Otro para desde ahí retomar la mejor ruta, la de la palabra y la mirada para andar la vida.   

Estoy muy emocionada. Solo siento una profunda gratitud por quienes han dejado la piel en la cerca en los últimos 52 años para que podamos vivir este día. 

Por los abuelos que llevan a cuestas todas nuestras guerras, por los niños pequeños y los que nacen hoy de esta tribu llamada Colombia. 

Sara, Nico y Juan José, mis amados sobrinos, 7 meses, 7 y 14 años, aún no son conscientes de ello. No saben ni comprenden que hoy es el día más importante de sus vidas. 

Ninguno de los tres será no serán ya potenciales combatientes en armas y sus rebeldías, trascendentes, gigantes y muy humanas, seguro se expresarán como ciudadanos libres, sin ataduras, sin miedo. Serán creadores y constructores de bien-estar en su país.

La colombianidad, nuestras vidas y la de los niños hoy toman otuna nueva ruta.