Los árboles que no dejaron ver el bosque de la cumbre sobre el nivel del mal

Un título extenso como playa, ahí a dónde empieza y termina lo más emblemático de la opulencia y la desigualdad de Colombia. Imagen inequívoca de lo que soñamos, pero también de lo que somos y no queremos ver.

Ver... Mirar... Eso fue lo que faltó o escaseó en los medios de información nacionales. Qué nos contaran lo de fondo y con todas las letras sobre la llamativa y esperada cita de quienes están al mando del destino de los millones de gentes de Canadá, EEUU, el Caribe, Centroamérica y Latinoamérica. Un encuentro de toda mi incumbencia: social, política y humana. 

Pero donde el horizonte es confín solamente divisaron lo más meridiano: unos pocos árboles sin ver el bosque de grises y sombras para mostrarlo todo en blanco y negro. No dieron cuenta de los intereses y preocupaciones detrás de bambalinas.

El árbol Cuba, el árbol Malvinas, el árbol Drogas y los arbustitos Shakira, putas, agentes, burro y Clinton en el Café Havana, fueron los protagonistas de la corta y obvia visión de la TV, radio privada e incluso de los medios escritos. No quisieron ver. Por eso no conocimos qué pasaba en el frondoso (¿o espeso?) bosque, en el que unos y otros procuraban concertar pinceladas en un papel en el complejo entramado de luces y sombras de lo estatal, paraestatal y nacional de los reunidos.

Los Árboles

Cuba, Malvinas y Droga eran los árboles más próximos del bosque pero no los temas adoptados para consensuar (cinco ejes temáticos: desastres naturales, pobreza e inequidad, tecnologías, seguridad, infraestructura y cooperación solidaria), del “Conectando las Américas: Socios para la Prosperidad”, como se llamó la VI Cumbre de las Américas de la que el país, además de ser el anfitrión, la presidia. Temas que no se inventó nadie. Ni el país como anfitrión, ni su actual presidente. Asuntos, todos, resultado de reuniones ministeriales interamericanas y presidenciales realizadas desde 2009, junto con otras muchas técnicas que se adelantaron el año pasado después de hacer seguimiento y evaluar informes de anteriores Cumbres.

Resistente y alto árbol Cuba. Una voz que casi todos en el Continente quieren incluir en el a veces desafinado concierto de voces de la región. República que desde la percepción está menos aislada a como estuvo en los años 90 y hacia atrás. Pero el punto no es que los 30 y tantos de ese coro de naciones de la región estén o no de acuerdo de que Cuba regrese a la OEA, sino que quiera regresar, como lo explicó en la Radio Nacional de Colombia Julio Londoño Paredes, ex canciller y ex embajador en Cuba. Y tiene sentido si lo pensamos un poco. ¿Será que Cuba está dispuesta, por lo menos en lo formal (como Colombia), a acatar los 146 artículos de la Carta de la OEA en especial  lo establecido en materia de libertades y derechos humanos? Por otro lado, ¿Para qué quiere regresar si en 60 años demostró que puede vivir sin formar parte de la OEA?. Pero la VII Cumbre de las Américas en Panamá será a otro precio y allí estará.  

Las Islas Malvinas -no Falkland-, para que se sepa de qué lado estoy. Un árbol primigenio y grueso incrustado en Tierra de Fuego. Asunto vital para los argentinos (como parece no ser tanto para Colombia su disputa de soberanía ante Nicaragua de los límites marítimos y la posesión de cayos e islotes como Roncador, Serrana, Serranilla y Quitasueño en el archipiélago San Andrés y Providencia). Nadie quiere o debería querer que para que Argentina recupere su soberania, se repita la mortandad de jóvenes defendiéndola ante el poderío naval y aéreo de Gran Bretaña en la feroz y absurda guerra en que los metió el dictador militar Leopoldo Fortunato Galtieri y la Thatcher en mayo hace 30 años. Basta recordar cómo fue y cómo se quedó sola la república de Argentina en guerra contra Goliat.

El árbol Drogas o (la inútil) guerra contra el narcotráfico. Viejo, grueso, alto y sin duda el árbol que, entre todos, es el que da más sombra. Bajo este ha pelechado la industria del consumo, la industria del armamentismo y también, la de los jabones. Marcas, siglas y nombres de hombres y mujeres que han lavado y limpiado, muchas veces con éxito, cada uno de los dólares sangrientos que entran y salen por las ventanillas siniestras de todas las Américas y el Caribe. Los encumbrados y los que no que llegaron al corralito de piedra, incluso el mismisimo Obama saben que las políticas para enfrentar esta pandemia (producción-tráfico-consumo) fracasaron y hace tiempo. Pero, en está Cumbre y por primera vez y en adelante de manera pública, podremos hablar y discutir sin tapujos la posibilidad de legalizar la cocaína o, por lo menos, abrir las posibilidades de abordar y pensar como enfrentar el asunto de manera distinta.

En conclusión, “América Latina habló con libertad y convicción de fuerza desusadas” y “no hubo un comunicado que maquillara desavenencias”, como escribe en Madrid su editorial El País.   

Los Arbustitos  

Putas, agentes secretos, burro y Clinton no merecen sino esta línea. Shakira es otra cosa.

Sembradora de bosques

No llegó a la Cumbre como celebridad musical. Tampoco por buena persona. Shakira es una empresaria solidaria y exitosa en la protección de la niñez con un claro sentido de corresponsabilidad social. Durante los pocos días de su permanencia en el país, inauguró dos escuelas en el Choco, concertó con empresarios de la región y acompañó a las comunidades de Palenque en su fiesta de propietarios de sus propias tierras con todas las de la Ley.

Mi sobrino nieto Nicolás Aristizabal Díaz, dos años y medio.

La única mujer del continente que con su cara limpia y sus mechas rubias desordenadas, se plantó, durante 20 minutos, delante de 600 empresarios de la Cumbre Empresarial  para decirles que, de lejos, “la mejor forma de combatir la pobreza en América latina es invirtiendo en la educación de nuestros jóvenes y niños, y hacerlo especialmente desde los meses previos a su nacimiento, y creo firmemente que esta inversión social debe provenir no solo del gobierno, sino de todos nosotros, incluida la comunidad empresarial (…) Basada en mi experiencia personal de estos 17 años que llevo invirtiendo en educación y respaldándola, puedo afirmar este trabajo me ha brindado los mejores momentos de mi vida, tanto o más que mi carrera artística, porque he comprobado que cada dólar y cada esfuerzo invertido en las escuelas y en programas educativos simplemente, da resultados. Me encanta dedicar tiempo, dinero y esfuerzo en promover la educación, en la misma medida en que me encanta hacer música. ¡Porque la inversión en educación jamás me ha defraudado!”.

A sus 35 años recién cumplidos Shakira Isabel Mebarak Ripoll le recordó al Continente empresarial cuantos pares son dos moscas. Una gran lección llena de ideas de cooperación solidaria. El auditorio se puso en pie y la ovacionó.

Pero eso tampoco lo vieron los medios, por eso, me resultan inaceptables las idioteces que se dice de ella ahí y en las redes sociales.

El bosque

Estaba puertas adentro. Después (¿o antes?) de los árboles. En los salones y pasillos y alrededores del Fuerte de San Felipe, Getsemaní y el Fuerte de Manzanillo. Habitado por gente en guayabera y enguayabados. Mujeres y hombres de negocios que se mezclaban con otros hombres y mujeres de negocios (los del Estado). No era igual pero daba lo mismo.

Llegaron 31 para conocerse y reconocerse mejor. Para mirarse a los ojos después del maratónico trabajo de más de un año de centenares de técnicos y especialistas cuya actividad de construcción, concertación y negociación sostenía las razones “históricas, estructurales y coyunturales” del memorable fin de semana.  

Dicen algunos periodistas (corresponsales internacionales que hicieron la tarea de informar), - que se adentraron en el bosque para mirar más allá de los árboles-, y vieron los rostros de la preocupación sobre la desindustrialización en Suramérica; que escucharon hablar sobre cómo levantar las barreras comerciales que varios países latinoamericanos —especialmente Brasil y Argentina— están erigiendo para proteger sus industrias; qué para México es vital un acuerdo de libre comercio con Brasil; qué expresaron lo bueno que era que Colombia haya acercado a EUA y Brasil paralizadas por la desconfianza y el desconocimiento; que Felipe Calderón celebró el apoyo unánime qué le dieron para el Sistema Interamericano contra Crimen Organizado; qué Barack Obama aguantó con respeto todo el varillazo que en gavilla le dió un Continente que le reclama por todo (el sermón de AL), qué "se había acabado la época en que un imperio o un país con gran poder imponía a otros sus deseos" y seguramente muchisimos más qués que desconocemos.

Pero en el bosque no estaban solo estas gentes. También,  y previó a la Cumbre,  provenientes de los 31 Estados presentes, más de 400 jóvenes debatían problemáticas y planteaban soluciones porque sueñan ver una América más incluyente, “donde nuestras generaciones presentes y futuras tengan mayor influencia en la toma de decisiones”. Era su III Foro al interior de la Cumbre (los medios no dijeron ni pío).

Pero los jóvenes no eran los únicos que le apostaron a incidir en la VI Cumbre. También se tejieron  alianzas por la defensa de la Madre Tierra desde los indígenas de aquí, de allá y de todas las partes de este lado del planeta que se reunieron, junto con líderes sociales y sindicales, para ir más allá de Cartagena, como lo señalaba la intención.

La sociedad civil que estaba debatiendo en los distintos foros en Cartagena no hacían otra Cumbre alternativa como equivocadamente dijeron algunos medios. Esos foros y encuentros también forma parte de la VI Cumbre de las Américas y se preparan con la misma dedicación y atención técnica que la Cumbre. Sus percepciones, conclusiones y recomendaciones tampoco son un asunto aislado o de poca monta. Quedan consignadas en sendos documentos que forman parte del cuerpo completo de la Cumbre.

Todos, estudiantes, líderes sociales, sindicalistas e indígenas venían de un proceso activo de consultas, diálogos nacionales y regionales que se sucedieron, por lo menos en Colombia, a lo ancho y largo de su geografía. De eso sí nos informaron ampliamente en la Radio Nacional de Colombia.

El Gric

Pero en Colombia la gente cree que fue Juan Manuel Santos el que decidió hacer la Cumbre. No es así. Tampoco fue su gobierno que consiguió la sede haciendo lobby. Cartagena no se ganó el encierro de la cara oculta de sus gentes por presión de su alcalde. El Gric* (Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres) es el causante y verdadero protagonista de esta y de todas las Cumbres de las Américas.

Colombia fue sede y presidió la VI Cumbre de las Américas por transferencia que hiciera la Presidencia de la Cumbre de las Américas de la República de Trinidad y Tobago en reunión del Gric en Washington en septiembre de 2009. Desde entonces y hasta hoy, este organismo que no es de la OEA (de lo contrario no podría Juan Manuel Santos sentenciar que no habrá próxima cumbre sin Cuba), sostuvo más de 10 reuniones técnicas preparatorias en el último año para, una vez definidos los ejes temáticos o rutas de encuentro, poderse sentar a concertar y negociar entre los países. Para llegar a la encumbrada (y enrumbada) en Cartagena ya todo se ha consumado (acordado) y todos van solamente a consumir, a conocerse, a hacer puentes o atravesar los existentes. Así son y han sido estas Cumbres.

Pero hoy una especie de cumbre borrascosa (desinformación) en Colombia quiere acabar con esta cita continental. La carencia de los 16 párrafos previstos en la “Declaración” que no se emitió los lleva a la simplista reflexión entre el fracaso y el éxito. ¡¿Cuántas Declaraciones empezando por la de los Derechos del Hombre son, como se dice, una declaración a la bandera!? Se empeñan con esmero en deslegitimar la cita por la vía de sus costos (claro, desconocen el concepto del valor). Seguro la Cumbre Continental no "gastó" lo que el DAS para seguir, perseguir o asesinar personas en los 8 años del gobierno anterior, y seguro fue bastante menos costoso que la reelección #Uribe, atracos #Nules, #AndresFelipeAriasAIS, #SaludCoop, #JulioGómez, #DIAN, #Estupefacientes”.

La VI Cumbre de las Américas no era una contienda. Ni una apuesta. Tampoco una carrera. Solamente y nada menos es un escenario de diálogo continental.

La conclusión más general y no de mirada de árbol es que el Continente está junto pero no unido, en el disenso y en el consenso. Es lo que somos. No hay mensajes unanimistas aplanadores. Un nuevo discurso será posible con más diálogo y más cumbres.

Espero conocer conclusiones de los cinco temas previstos en la agenda oficial de este foro ritual como lo describe en The New Yorker la escritora Yvette Siegert. Igualmente, saber que hizo el canciller Jaime Bermudez Merizalde con el símbolo de la cumbres que recibió en Washington, la estatua “Inukshuk”, y cuándo y por qué la VI Cumbre de las Américas cambió el símbolo por el del Colibrí.

* El Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres (GRIC) es el principal órgano rector del Proceso de Cumbres de las Américas y es responsable de informar, a través de los Ministros de Relaciones Exteriores, sobre las medidas adoptadas en cumplimiento de los compromisos de las Cumbres de las Américas. El GRIC es responsable de facilitar la coordinación entre los Coordinadores Nacionales, y de garantizar el seguimiento y cumplimiento adecuados de los compromisos de la Cumbre, mediante el análisis de los informes nacionales anuales de los Estados Miembros, así como de otros informes que describen las medidas adoptadas y el progreso logrado en las reuniones ministeriales interamericanas y otras reuniones de alto nivel que consideran o guardan relación con los compromisos de la Cumbre.

NOTA. Este post es el resultado de la provocación que me dejó @Rosacris pasada la media noche, más que una espontánea iniciativa. No pensaba escribir sobre #VICumbreDeLasAmericas más allá de lo que informé y opiné sobre la misma en más de 300 twetts durante el fin de semana.