¿Si Colombia no cumple, qué deben hacer Nicaragüa y el mundo?

Cayos Miskitos, Caribe Foto de Nicaragua - Foto tomada de la Internet   

Nicaragüenses y colombianos comparten hoy por igual un sentimiento común: una inmensa expectativa ante el cercano fallo de la Corte Penal Internacional en La Haya, con el que se podrá fin al conflicto limítrofe marino entre los dos países. Lucía Pineda Ubau, periodista, bloguera y tuitera preparó para Sentipensantes el siguiente texto en el que nos cuenta como es esta común vivencia.

La visión que se tiene del conflicto de límites entre Nicaragua y Colombia en Managua y en el Caribe nicaragüense es distinta.

El que vive en el pacifico se aventura a hablar hasta de agarrar un fusil para defender el territorio nicaragüense si Colombia no cumple con la resolución que dice el máximo tribunal de justicia en La Haya.

Este fin de semana que fui a realizar una gestión bancaria y me saludaron muy atentos 3 guardas de seguridad. Uno de los vigilantes bajito, moreno, pelo chiriso, con bigotes  y de nombre Byron Altamirano, comenzó a opinar de las últimas elecciones municipales. Como lo vi muy conversador le pregunté de sus expectativasdel fallo de La Haya e inmediatamente me dijo: “vamos a ganar porque Nicaragua tiene la razón”.  “Los colombianos saben que los nicaragüenses somos arrechos, hasta la mamacita de los narcos han dado el trasero aquí”, reafirmó Altamirano quien se siente orgulloso de los quiebres de drogas que la fuerza naval y la policía nacional realizan con mucho más éxito en comparación a los otros países de la región.

El segundo vigilante con un porte tipo robocop y de lentes oscuros identificado como Ernesto Vásquez opinó que si “antes entre los nicaragüenses nos matamos (en referencia a la guerra de 1980) sería sabroso meterle un plomazo a un extranjero por defender la soberanía y mi vida”.

Municipio de Bluefields, Nicaragua  - Foto tomada de la Internet

El tercer vigilante de la empresa VANGUARD DELTA no me quiso dar su nombre, pero se me vendió como un hombre con experiencia militar, que realizó varios cursos en Cuba, alcanzó el grado de Teniente primero en la década de 1980, estuvo en los frentes de batalla, se especializó como buzo, en manipulación de explosivos. En caso extremo de una guerra por el incumplimiento de Colombia, me dijo que tomaría el fusil y no mandaría a su hijo de 17 años.

Pero los tambores de guerra bajaron un poco de tono y los hombres vieron la posibilidad de aplicar medidas que impacten la economía colombiana. 

¿Si Colombia no cumple qué debe hacer Nicaragua y el mundo?, les pregunté. La respuesta del más rudo, Ernesto Vasquez, fue “si le aplican un bloqueo como el de Cuba ahí van a sufrir. Esa gente está acostumbrada a la buena vida, no como nosotros. Es un lugar donde la coca se mueve y ese es su fuerte. Las Farc, estoy seguro, está con Nicaragua y el gobierno de Colombia está vergueado, pues al lado tienen a Venezuela que es amigo de Nicaragua, adentro tienen a las Farcs, y Nicaragua no se deja porque aquí se arman medio millón de hombres balazos”.

¿Creen que ahí hay petróleo? Fue otra pregunta que les formulé a estos hombres encargados de la seguridad del banco. “Ahí creo que hay”, dijeron en conjunto. “Por algo Colombia  está peleando y no dicen nada y el bigotudo no es pendejo”, refiriéndose al Presidente Daniel Ortega, reafirmó sonriendo Byron Altamirano.

¿Y ustedes conocen esa zona en disputa?  “Yo he andado por esos lados”, me contestaron sin precisar el lugar y justificaron que no es necesario conocer mucho “porque ahí de seguro que está metido el ejército de Nicaragua, ellos son baqueanos, ellos serían la guía de un posible batallón de jóvenes que se envíen para allá.

Pero la óptica que tienen algunos habitantes del municipio de Bluefields que está a 3 horas en panga de San Andrés, es diferente. Gran parte de las familias tienen parientes que hoy son colombianos y desde hace 5 años no pueden viajar a verlos, ya que el gobierno de Colombia quitó el consulado que tenía en Bluefields y les resultaba más económico y rápido tramitar la visa ahí que venir a Managua y viajar en avión.

Conversé vía telefónica con Ángela Martínez de raza orgullosamente negra. Su padre era colombiano y le heredó el negocio de hacer excursiones a San Andrés. Me comentó que quiere una solución a este conflicto de límites. “Estoy a la expectativa para poder volver a ir a San Andrés y hacer encuentros especialmente en lo cultural, ver a la familia, a mis tíos, primos, hermanos”, dijo.

Las excursiones era uno de sus ingresos porque además llegaban a vender chacalín seco, sandias, verduras que en San Andrés es más cara porque según cuenta no producen mucho y ahora dependen de lo que les llevan de Puerto Limón, Costa Rica. “Para que te des una idea: 3 plátanos en San Andrés lo venden a 1 dólar, la libra de chacalines secos a 5 dólares, una sandia a 5 dólares, todo es caro”, comenta Martinez.

Estas dos visiones ante un conflicto de límites, la del pacifico y la del Caribe, comparten algo en común y es que para los nicaragüenses se debe de recuperar la plataforma marítima que iría más allá del meridiano 82. Pero que esto no afecte a la familia, tanto a los que quieren viajar a San Andrés para reencontrarse, como para los que dicen yo me voy a la guerra, pero no toquen a mis hijos.

by Lucía Pineda Ubau
ESPECIAL PARA SENTIPENSANTES 
@luciapinedaubau 
Managüa, Nicaragua - noviembre 17 de 2012