Muchos jueces son absolutamente incorruptibles;
nadie puede inducirles a hacer justicia. Bertolt Brecht
La obra Mujeres Ocultas de la artista plástica María Eugenia Trujillo y el Museo Santa Clara fueron CENSURADOS hoy con medidas cautelares (!!??). ¿Cuál es la amenaza y contra qué derecho Constitucional? (Ver: "Medidas cautelares en la acción de tutela". Página 153).
Los fallos de tutelas proferidos por jueces del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, a favor de católicos vergonzantes, es una abierta violación a la libertad de expresión de la artista, pero también a mi derecho y libertad de conocer y expresarme sobre su obra. (Ver: "Tutela ordena suspender exposición de arte en el Museo Santa Clara". ElTiempo.com).
Uno no sabe si reír o llorar o las dos juntas, además de
pasar la mera vergüenza ante el mundo, los niños y los jóvenes. Las decisiones, además de violar principios constitucionales, son ridículas, anacrónicas y patéticas.
Pensar que Mujeres Ocultas ataca símbolos religiosos de la eucaristía y la fe cristiana en la custodia del “Cuerpo de Cristo”, es tanto como creer que el Sumo Pontífice, Papa Francisco, se burla de Cristo mondo y lirondo porque, por pura diversión, juega y se echa al cuello un Cordero, símbolo del sacrificio de El Salvador en la fe católica. (Ver: “Las fotos más insólitas del Papa Francisco”. ParroquiadelValle.com).
Cuando llegué después de las 6 de la tarde a ver la
exposición de la artista Trujillo, el Museo Santa Clara estaba cerrado. En la puerta un
letrero decía lo sucedido.
Dos jueces que nunca se interesaron en ir al Museo para
conocer el objeto de su fallo, esto es, ver las vaginas en sus custodias, - a ciegas o no querían ver- decidieron que las preciosas piezas ensambladas en bronce y tejidas en piedras, cristales,
hilos de colores, plumas reales y brillos,
“causarían un daño moral a sus visitantes y un atentado a la fe católica”.
¡Por favor! ¡No se puede ser más molusco, más, ignorante, más bruto, más
misógino!
Cada una de las piezas de la artista Trujillo exhibidas
bellamente en este maravilloso espacio colonial, se constituyen en objetos sutilmente
femeninos.
Bronces bordados en mostacillas y piedras incrustadas de la
vagina La Rosita; en aluminio repujado y bordada en hilo en La Chiquita o La
Imperfecta, maniquí en tela con bordados rojos… nos hablan del silencio, de la
negación y del maltrato, de esa perversa mirada masculina, de ellas y de ellos, y que hasta nuestros días buscan callarnos.
En nuestros días vivimos en medio de una inquisición de reprimidos
y de jueces incapaces de reconocer de sí
mismos la protuberancia que les cuelga entre las piernas y de la que el
artista Luis Caballero nos proporciona una magnífica obra plasmada de manera explícita en pequeños
formatos y técnicas diversas.
Los jueces, limpiándose su reverendo derrié con la
Constitución Política, nos quitan libertades y derechos en un Estado laico que
debe proteger y garantizar las libertades individuales.
Expresarse por todos los medios y formas (arte, música, textos, imágenes, etc), y el respeto a las minorías, son libertades y derechos que dos jueces pretenden entregar a la cruzada de católicos ocultos y enfermos reprimidos que insisten en imponernos su precaria y pobre mirada de la vida.
Expresarse por todos los medios y formas (arte, música, textos, imágenes, etc), y el respeto a las minorías, son libertades y derechos que dos jueces pretenden entregar a la cruzada de católicos ocultos y enfermos reprimidos que insisten en imponernos su precaria y pobre mirada de la vida.
El laicismo implica la neutralidad del Estado frente a todas
las religiones, pero los jueces de la República se empeñan en impedir que esto
sea una realidad e Colombia.
¿Será que no han leído
la Sentencia C-350/94 de la Corte Constitucional en la que se reconoce el laicismo en Colombia y se garantiza la
autonomía de las confesiones religiosas?
Así como el Estado debe ser libre de la indebida influencia de la religión, las organizaciones religiosas también deben ser libres de la indebida injerencia estatal. Pero aquí no pasa eso sino todo lo contrario.
Así como el Estado debe ser libre de la indebida influencia de la religión, las organizaciones religiosas también deben ser libres de la indebida injerencia estatal. Pero aquí no pasa eso sino todo lo contrario.
¿Por qué desconocen sistemáticamente la
neutralidad del Estado en materia religiosa? ¿Por qué no les cabe en sus
cabezotas que este es un Estado NO confesional? ¿Hasta cuándo dejarán de
intentar meternos sus camándulas y prejuicios en las vaginas vía judicial? ¿Cuándo entenderán
y defenderemos el carácter laico del país? ¿Por dónde cree Carlos Corsi Otálora
y todos estos misóginos que fueron paridos? ¿Acaso no fueron amantados ni acariciaron nunca una teta? ¿Son acaso estos defensorcitos de pacotilla hijos de una perra y no de mujeres seguramente extraordinarias creadas para la felicidad, el placer y el amor?
¡Enfermos!
“Mujeres ocultas” es la propuesta artística de
María Eugenia Trujillo, que recrea diferentes partes del cuerpo femenino en
piezas artísticas que hacen referencia a objetos semejantes a custodias, y también a celosías y maniquíes,
que retoma de la cultura conventual, para representar la subyugación y maltrato
histórico al que ha sido sometida la mujer durante siglos. Es una invitación a
la reflexión en torno al significado del cuerpo, el cual debe ser respetado,
protegido y custodiado como algo sagrado”. (Ver: “Mujeres
Ocultas, Exposición Temporal María Eugenia Trujillo”.
MuseoSantaClara.gov.co).
ADENDA. Sábado 31 de agosto. "- Búnker: Margarita, viste? ¡Hasta dónde hemos llegado!. - Margarita: No Búnker, no es hasta dónde hemos llegado sino de dónde no hemos podido salir: del Medioevo!".
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