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viernes, 29 de agosto de 2014

Queremos ser actores del posconflicto no del conflicto, dice el actor Julio Correal

Estar sindicalizado siempre ha significado un acto revolucionario, y en Colombia una acción de tenacidad  y valentía. 

Pero qué cerca de mil actores consiguieran asociarse y en un sindicato, es mucho más que todo eso junto. Podría indicar un paso firme en la ruptura de la arraigada cultura antisindical colombiana.

Mientras que en otros países el promedio de sindicalización es del 25%, en Colombia apenas alcanza el 5%, según reveló en mayo pasado el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT) Luis Alejandro Pedraza. (Ver: “El ejercicio del sindicalismo en Colombia”. Canal YouTube). 


Mentiras conocidas y verdades por conocer

“La pobre palabra “sindicato”, en un mundo de empleadores sensatos y de trabajadores buenos, no es sinónimo de “avispero”, sino de “seguridad”, “productividad”, “calidad”, “justicia”, como escribió el escritor Ricardo Silva. (Ver: “Sindicato”. ElTiempo.com).   
  
Sin embargo, más allá del dinero, las luces y la efímera fama, para los actores por encima de todo está la dignidad, como lo expresó Juan Sebastián Aragón presidente de la Sociedad Colombiana de Gestión de Actores (SCG) y miembro del novel sindicato Asociación de Actores de Colombia ACA.

 

El Artículo 39 de la Constitución Política señala que “los trabajadores y empleadores tienen derecho a constituir sindicatos o asociaciones, sin intervención del Estado. Su reconocimiento jurídico se producirá con la simple inscripción del acta de constitución”.

La Central Única de Trabajadores (CUT) dijo de esta nueva organización sindical que es un hecho sin precedentes en la industria del espectáculo en Colombia.

Sin duda marca un antes y un después en los dolorosos y sistemáticos impedimentos para ejercer el derecho de asociación a lo largo de la historia en el país. Quizás por esto la eso de que ‘en Colombia era más fácil crear una guerrilla que un sindicato’, comience a perder vigencia.


Lo que plantea Benjumea son parte de las “mentiras conocidas y verdades por conocer” que los actores del sindicato de actores ACA, mediante distintos pequeños actos de representación teatral, nos contaron el pasado 21 de agosto en la Audiencia Pública en el Congreso. 

Estos prodigiosos y fantásticos creadores e intérpretes de personajes en series, telenovelas, películas, obras teatrales y espectáculos de entretenimiento son, en la vida real, trabajadores como millones más en la sociedad. 

Profesionales que, cuando no están desempleados, trabajan más de 18 horas diarias, tienen contratos informales o “leoninos”, pensiones inciertas, privados de regalías por reemisiones de sus trabajos, con representantes avivatos  y que, como casi todos en Colombia, pagan impuestos. (Ver: “Pepe Sánchez entre el olvido y la bancarrota”. KienyKe.com). 

Los actores (tampoco los periodistas) escapan a la inequidad y falta de garantías laborales que padecen otros trabajadores colombianos y que “impide el crecimiento de la economía del país y la construcción de una sociedad democrática y en paz”, como lo advierte Ximena Sánchez, directora de la Oficina en Washington para asuntos Latinoamericanos Wola. (Ver: Sindicalismo en crisis. Colombia es uno de los países con menor sindicalización en la región latinoamericana").


La actriz Katherine Vélez señaló que, además de garantizar condiciones laborales dignas para los afiliados, el sindicato ACA busca profesionalizar a los actores, “darle los mejores trabajadores y creadores a una industria que le reporta importantes dividendos al país”.

Más para la actuación y menos para la producción

El billonario negocio de la TV, la mayor empleadora de los actores, lo manejan solo dos empresas en el país con una demanda fija de más del 90% de la población, como explicó la Representante Ángela María Robledo, quien convocó y lideró en el Congreso la Audiencia de los actores. (Ver: "Palabras de Angela Robledo en audiencia pública sobre derechos laborales de actores y actrices en Colombia". AngelaMariaRobledo.com)

El mercado de la televisión abierta nacional funciona como un oligopolio entre dos canales que cubren el 95% de los hogares del país y 83% de cobertura en el territorio nacional”, señaló. (Ver: “Regulación y Concesiones en La TV Colombiana, 2004” y “Panorama de las Comunicaciones 2008)

Los empresarios de la industria, según revelaron en la Audiencia, cada vez gastan más en la producción de series y dramatizados y pagan menos en actuación de los artistas. 

La leyenda rosa de la vida maravillosa de derroche y felicidad perfecta de los artistas no es cierta, como señaló el Senador Jorge Enrique Robledo, quién junto con el Senador Iván Cepeda y el Representante a la Cámara Alirio Uribe forman parte del grupo de congresistas que promovieron la Audiencia a los actores e impulsarán un proyecto de Ley de estos trabajadores de la cultura.



Sin reflectores, complejas caracterizaciones, ensayos ni oropeles, pero haciendo lo que más les gusta que es actuar, en vivo y en directo, todos, del mismo lado del escenario, interpretaron sin libreto ni artificio alguno comenzaron la escena más larga y el papel más relevante de sus vidas: la decidida lucha por un trabajo digno. 

Los debutantes sindicales subieron el telón y hablaron ante sus públicos “desde una herida tan vieja, por un trabajo tan querido, que tememos no llegar a darle la voz que se merece”, como lo expresó en su intervención la actriz Katherine Vélez, no sin señalar que parafraseaba al poeta español Juan Peñalver, "reconociendo sus derechos y valorando su trabajo". 

“El derecho a la sindicalización impone ser un derecho social que debe garantizarse no de manera individual sino en colectividad”, y que además, en tanto la organización sindical ejerce la representación de los trabajadores, esta función denota una posibilidad de garantía y defensa de los derechos de los trabajadores. (Ver: "Derecho a la Asociación Sindical". Sentencia C-1188/05. Corte Constitucional).

Cultura antisindical

Es bien conocida la crítica situación del sindicalismo en Colombia. Culturalmente el país y su sociedad han impedido siempre que los trabajadores ejerzamos nuestros derecho de asociación sindical. En el periodismo nunca lo han permitido. (Ver: "Violencia y cultura antisindical". Voz.com).

Según Jimena Sánchez, directora de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos Wola, “la mayoría los acuerdos de protección a los derechos laborales se han quedado en letra muerta”.

Un informe sobre Colombia señala que entre 2002/2007 “se rechazaron 491 iniciativas de trabajadores tendientes a la creación de un sindicato". También, que es "el único país en América Latina en el que el gobierno tiene la facultad de disolver un sindicato por vía judicial”.

Desde el 2013 "se ha presentado una disminución importante en el número de asesinatos de sindicalistas, dice. Sin embargo, otros tipos de violación a los derechos humanos de los sindicalistas, como amenazas, y desplazamiento se mantiene en los mismos niveles”. 

Pero, pese a los esfuerzos hechos en los últimos años, puntualiza Wola, “la impunidad sigue siendo muy alta y supera el 96 por ciento". 

“Soy actor, soy trabajador, soy creador”

“Soy actor, soy trabajador, soy creador” no es una consigna más. Tampoco una frase retórica. Es el pensamiento conciso que describe la nueva manera de estar en el mundo y la sociedad de las actrices y actores colombianos.

Convencidos. Activos. Participando. Se insertan a la sociedad como ciudadanos con derechos. Atrás quedó el miedo individual y colectivo para constituirse hoy en ejemplo de diálogo, de inclusión y muy especialmente de ilusión para otros tantos sectores sociales como el del periodismo.

Como dice el actor, trabajador y creador Luis Hernando Forero Pineda, Policarpo, miembro desde 1972 del Teatro La Candelaria, reivindicar la profesión permite construir un futuro mejor.



Así como sus representaciones teatrales, sus palabras también estaban cargadas de contenido, de ciudadanía, de seres políticos. Todo ello desbordó de calidez, humanidad e ilusión el recinto de las leyes. 

Desde el más joven de ellos hasta las más veteranas y admiradas como Vicky Hernández y Consuelo Luzardo. Dos mujeres tenaces, luchadores, profesionales con mayúscula que nunca han dejado de tener los pies en la tierra. Las dos recibieron un más que merecido reconocimiento de ACA. 

Hoy comprenden con más claridad que es en el escenario de la vida política dónde se apropian y garantizan sus derechos como trabajadores de la cultura. Pero fueron más allá. 

Los actores so son ajenos -nunca lo han sido- al momento histórico que vive Colombia. Por eso demandaron de la televisión pública y la privada contenidos que contribuyan al propósito de la paz y del fin del conflicto armado.

“Queremos ser actores del posconflicto no del conflicto. Ser un sindicato con poder de negociacióndijo Julio Correal, secretario de Asuntos Laborales del ACA. 

El actor señaló que "hay que pensar en abrir más espacios de trabajo, como el tercer canal y que se realicen dramatizados en la televisión pública y no a través de productoras americanas”. 

Los actores no son poetas, pero dan trascendencia a la palabra, como lo señaló la actriz Katherine Vélez. “Somos generadores de manifestaciones culturales, porque construimos y preservamos la memoria de lo que somos. Para nuestra creación inventamos lo inexistente hasta hacerlo verosímil y hacemos acopio de lo colectivo para nuestros personajes den fe del ámbito social del cuan son reflejo y memoria, espejo y muchas veces destino”, dijo.  

Fue evidente, acto seguido, que los dos grandes conglomerados de medios, Caracol y RCN no estuvieron en la Audiencia pero sí sus abogados. Sin embargo, aunque no registraron nada del suceso en sus canales televisivos, el país pudo conocer los pormenores de esta cita histórica a través de la transmisión de TV. que hizo el Canal del Congreso.

La satisfacción y alegría de los más de 400 actores que asistieron, como la actriz, trabajadora y creadora de teatro, televisión y cine Luz Estela Luengas era inocultable.

Ella, junto con cerca de 700 colegas más, habían estampado su firma en el Acta de Constitución del primer sindicato Asociación de Actores de Colombia ACA el 24 de mayo. Y como la ley manda, sellaron su creación con el pago de la primera cuota de afiliación. 



Entrevistas y fotografías, Gloria Ortega Pérez.

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