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miércoles, 6 de abril de 2011

El principito y el Zorro

"No se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos", quizás sea una de las sentencias más conocidas del bello, bellisimo texto de El Principito, la metáfora más bonita que siempre recuerdo y que, como en un cuento para niños, (creo que todos lo hemos leído por primera vez en la niñez), es una invitación profunda a pensarnos  en el mundo desde el niño o la niña que llevamos dentro. 

He reproducido aquí el Capítulo XXI cuando el principito conoce al zorro y sostiene un maravilloso, simple, pero trascendental diálogo sobre la amistad, sobre el valor de la vida, en últimas sobre el amor. Un regalo para mis suscriptores y visitantes ocasionales, seguro, todos Sentipensantes. Las imagenes que lo acompañan es parte de un trabajo que vengo haciendo hace cierto tiempo, inspirado también, en El Principito. Tenía 6 años cuando lo leí por primera vez. Hoy hace 68 años su autor, el francés Antonine de Sait-Exupéry lo publicó en 1943 en NY. Seguro recuerdan este capítulo. Disfrútenlo otra vez. 




Capítulo XXI de «El Principito». Antoine de Saint-Exupéry.
Apareció entonces el zorro.
-Buenos días -saludó el zorro.
-Buenos días -contestó amablemente el Principito que al darse vuelta en dirección a la voz no vio a nadie.
-Si me buscas, aquí estoy -aclaró el zorro- debajo del manzano.
-Pero…, ¿quién eres tú? -preguntó el Principito-. Eres muy hermoso.
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Acércate…, ven a jugar conmigo -propuso el Principito- ¡Estoy tan triste!.
-¿Jugar contigo? No…, no puedo -dijo el zorro-. Aún no estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón -se excusó el Principito.
Interrogó, luego de meditar un instante:
-¿Has dicho “domesticar”? ¿Qué significa “domesticar”?
-Tú no eres de aquí -afirmó el zorro- ¿Puedes decirme qué es lo que buscas?
-Busco a los hombres -respondió el Principito- Dime, ¿qué significa “domesticar”?

         -Los hombres -intentó explicar el zorro- poseen fusiles y cazan. Eso es bien molesto. Crían también gallinas; es su único interés. Tú buscas gallinas, ¿verdad?

-No -dijo el Principito-. Busco amigos. ¿Qué significa “domesticar”?
-¡Ah!…, es una cosa muy olvidada -respondió el zorro-. Significa “crear lazos”.
-¿Crear lazos?-preguntó el Principito.
-Así es -confirmó el zorro- Tú para mí, no eres más que un jovencito semejante a cien mil muchachitos. Además, no te necesito. Tampoco tú a mí. No soy para ti más que un zorro parecido a cien mil zorros. En cambio, si me domesticas…, sentiremos necesidad uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo.
-Creo que empiezo a entender -dijo el Principito-. Hay una flor… Creo que me ha domesticado.
-Es probable- contestó el zorro- ¡En este planeta, en la Tierra, pueden ocurrir todo tipo de cosas!
-¡Oh! No es en la Tierra -se apresuró a decir el Principito.
El zorro se quedó no menos que intrigado.
-¿Acaso en otro planeta?
-Sí.
-¿Puedes decirme si hay cazadores en ese planeta?
-¡Oh, no! No los hay.
-Me está resultando muy interesante. ¿Hay gallinas?
-No.
-No existe nada que sea perfecto -dijo el zorro suspirando.
Luego prosiguió:
-Mi vida es algo aburrida. Cazo gallinas y los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen como también los hombres se parecen entre sí. Francamente me aburro un poco. Estoy seguro que…, si me domesticas mi vida se verá envuelta por un gran sol. Podré conocer un ruido de pasos que será bien diferente a todos los demás. Los otros pasos, me hacen correr y esconder bajo la tierra. Pero el tuyo sin embargo, me llamará fuera de la madriguera, como una música. ¡Mira! ¿Puedes ver allá a lo lejos los campos de trigo? Yo no como pan, por lo que para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo nada me recuerdan. ¡Es triste! Pero tú tienes cabellos de color oro. Cuando me hayas por fin domesticado, el trigo dorado me recordará a ti. Y amaré el sonido del viento en el trigo…
El zorro en silencio, miró por un gran rato al Principito.
-Por favor… ¡Domestícame! -suplicó.
-Lo haría, pero… no dispongo de mucho tiempo -contestó el Principito-. Quisiera encontrar amigos y conocer muchas cosas.
-¿Sabes…? Sólo se conocen las cosas que se domestican -afirmó el zorro-. Los hombres carecen ya de tiempo. Compran a los mercaderes cosas ya hechas. Y… como no existen mercaderes de amigos, es muy simple, los hombres ya no tienen amigos. Si realmente deseas un amigo, domestícame!
-Y… ¿Qué es lo que debo hacer? -preguntó el Principito.
-Debes tener suficiente paciencia -respondió el zorro- En un principio, te sentarás a cierta distancia, algo lejos de mi sobre la hierba. Yo te miraré de reojo y tú no dirás nada. La palabra suele ser fuente de malentendidos. Cada día podrás sentarte un poco más cerca.
Al otro día el Principito volvió:
-Lo mejor es venir siempre a la misma hora -dijo el zorro- Si sé que vienes a las cuatro de la tarde, comenzaré a estar feliz desde las tres. A medida que se acerque la hora más feliz me sentiré. A las cuatro estaré agitado e inquieto; comenzaré a descubrir el precio de la felicidad. En cambio, si vienes a distintas horas, no sabré nunca en qué momento preparar mi corazón… Los ritos son necesarios.
-¿Qué son los ritos? -preguntó el Principito.
-Se trata también de algo bastante olvidado -contestó el zorro-. Es aquello que hace que un día se diferencie de los demás, una hora de las otras horas. Te daré un ejemplo. Entre los cazadores hay un rito. Todos los jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Para mí el jueves es un día maravilloso, ya que paseo hasta la viña. Si los cazadores no tuvieran un día fijo para su baile, todos los días serían iguales y yo no tendría vacaciones.
Fue así como el Principito domesticó al zorro. Pero al acercarse la hora de la partida:
-¡Ah!-dijo el zorro- Voy a llorar.
-No es mi culpa -repuso el Principito-. Tú quisiste que te domesticara, no fue mi intención hacerte daño.
-Sí, yo quise que me domesticaras -dijo el zorro.
-Pero dices que llorarás.
-Sí -confirmó el zorro.
-¿Ganas algo entonces? -preguntó el Principito.
-Gano -aseguró el zorro- por el color del trigo.
Luego sugirió al Principito:
-Vuelve y observa una vez más el jardín de rosas. Ahora comprenderás que tu rosa es única en el mundo. Cuando vuelvas para decirme adiós, yo te regalaré un secreto.
Se dirigió el Principito nuevamente a la rosas:
-En absoluto os parecéis a mi rosa. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Así era mi zorro antes, semejante a cien mil otros. Al hacerlo mi amigo, ahora es único en el mundo.
Las rosas se mostraron ciertamente molestas.
-Sois bellas, pero aún estáis vacías -agregó-. Todavía nadie puede morir por vosotras. Es probable que una persona común crea que mi rosa se os parece. Ella siendo sólo una, es sin duda más importante que todas vosotras, pues es ella la rosa a quien he regado, a quien he puesto bajo un globo; es la rosa que abrigué con el biombo. Ella es la rosa cuyas orugas maté (excepto unas pocas que se hicieron mariposas). Ella es a quien escuché quejarse, alabarse y aún algunas veces, callarse. Ella es mi rosa…
Regresó hacia donde estaba el zorro:
-Adiós- dijo.
-Adiós- dijo el zorro-. Mi secreto es muy simple: no se ve bien sino con el corazón; lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos -repitió el Principito a fin de acordarse.
-El tiempo que dedicaste a tu rosa, es lo que hace que ella sea tan importante para ti.
-El tiempo que dediqué a mi rosa… -repitió el Principito para no olvidar.
-Los hombres ya no recuerdan esta verdad -dijo el zorro-. En cambio tú, por favor…, no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa…
-Soy responsable de mi rosa… -dijo en voz alta el Principito a fin de recordar…

lunes, 4 de abril de 2011

Yo no me remango el pantalón







Mientras hacía este registro fotográfico al medio día de hoy, un desconocido se me acercó y sostuvimos la siguiente conversación:
- Desconocido: ¿Fuerte, no?
- Yo: sí, muy fuerte.
- D: pero sabe, aquí no hay un zapato de un Papa, o un Obispo, o un General, o un Ministro, o algún empresario o dueño de una Corporación…  No, ellos jamás serán víctimas porque son los victimarios.
- Y: He caminado por entre estas dolorosas hileras de memoria humana y es verdad lo que dice.  Pero tampoco botas de militares.
- D: Yo creo en este tipo de propuestas, de  instalaciones. Usted?
- Y: También yo. Podrían funcionar mejor para sensibilizar que la tal Campaña publicitaria de #remángate. Aunque, quiénes al final pueden ver y sentir esto que confronta?
- D: Cierto. Solamente los funcionarios y empleados que atraviesan con prisa la Plaza de Bolívar. Nadie más. Los de TV votaran con suerte una imagen noticiosa y luego harán cambio, también de prisa, a una nota de farándula. Fin.
- Y: Pero,  usted no se remangó.
- D: Usted tampoco.. ¿Por qué?
- Y: Mire. Creo en los simbolismos pero creo más en que es tiempo de actuar realmente. La solidaridad no puede ser solo un asunto de símbolos una vez al año. Eso es moda, nada más. Exculpación de la conciencia.
- D: De acuerdo. Se termina pareciendo al universal signo de paz que se usó para el desarme nuclear y que todos usan hasta hoy más como una moda que por lo que significa. La gente se sensibilizó más? No lo creo. El asunto es como usted dice: solidaridad. Igual que con la paloma blanca.
- Y: Esta Plaza ha sido escenario de instalaciones y propuestas de expresión de la paz, la violencia, el desarme, las víctimas, los derechos... en fin, todas novedosas, fuertes, importantes que quizás consiguieron tocar el alma de la gente y trascender su mensaje  para que hoy estas personas talvez participen, opinen, formen parte de iniciativas, construyan…  Bueno, siendo optimista claro está…
- D: Pero a ver. Entiendo que de lo que se trata es que no se planten más minas antipersona de un lado, pero de otro siento que lo más importante es atender y rodear de oportunidades a las casi 10 mil víctimas de estas minas. Entonces dígame, ¿realmente sirve y qué tanto este montaje? A propósito, ¿hay algún zapato que haya pertenecido a alguna víctima?
 - Y: No lo sé. Quiero decir, lo de los zapatos. Leí que eran 9.133 que representan igual número de personas víctimas de minas antipersona según registros gubernamentales.  Pero, lo otro es que pienso que todo nos lleva a lo mismo, quiero decir, la violencia, la corrupción, la criminalidad… de un lado, y de otro educación y oportunidades. No se puede seguir apostando y gastando dinero, recursos, tiempo, expectativas en que el conflicto armado se terminará a punta de balas. Los hechos de hoy, que podríamos decir  ya son ya historia contemporánea, así nos lo demuestran...
- D: Mientras tanto los que hacen armas, los dueños de los Estados – imagino que usted no creerá que esos dueños son los gobiernos que están transitoriamente-, sino las  grandes Corporaciones siguen lucrándose, haciéndose más y más y más ricos al precio de guerritas como la de acá… 
Bueno mujer, me dice el anónimo transeúnte mientras recoge sobre su boca dos dedos y en un particular gesto me dice: un beso y adiós…  
Yo seguí en la Plaza un tiempo más, hablando, observando, y ayudando a otros a hacerse fotos bajo este telón sugestivo y brutal. Vestigios de lo que pasa, sigue pasando y pasa.

Barichara, Santander - 2006
Cuando estaba bajando el material recordé a los dos jóvenes en Barichara que irrumpieron una tarde delante de mi auto; a las personas en sillas de ruedas en la marcha contra los paramiliatres en febrero de 2008 en Bogotá. También, la historia que nos compartió @cloquis y su encuentro con Junior en Orocué, un niño de apenas 3 años que perdió su pierna derecha no por una mina antipersona sino por una picadura de una culebra, y la acción solidaria que ella emprendió apoyada en twitter, que sin simbolismo alguno y sin pensarlo la movilizó para tratar de ayudar al niño.
Pero yo no me remango el pantalón para sensibilizarme y recordar que existen estas víctimas. Tampoco porque sea otro día más de esos que proclama la ONU (la misma que va a "salvar" a los libios de Gadaffi a punta de misiles, bombas y todo tipo de ataque militar), día para promover se acabe esta práctica de guerra. Creo que es el tiempo de los actos, de los hechos que ayuden a mitigar de manera efectiva la vida de las personas víctimas de minas antipersona. La Plaza de Bolívar está marcada de huellas, de vestigios, de señas de simbolismos de los que ya nadie se acuerda. Y, en que van las 65 medidas del Plan de acción de Cartagena 2010-2014 del Pacto de minas antipersona?
Bogotá, Febrero 6 de 2008 Foto by Bunker

Prohibida la reproducción del material fotográfico Copyright by Bunkerglo. Abril 4 de 2011.

lunes, 28 de marzo de 2011

¿Qué pasaría?

Foto by Bunkerglo. copyright - Serie Bogotá Sin Indiferencia

¿Qué pasaría?

¿Qué pasaría si un día
despertamos dándonos
cuenta de que somos mayoría?

¿Qué pasaría si de pronto
una injusticia, sólo una,
es repudiada por todos,
todos los que somos, todos,
no unos, no algunos, sino todos?

¿Qué pasaría si en vez de
seguir divididos nos
multiplicamos, nos sumamos
y restamos al enemigo que
interrumpe nuestro paso?

¿Qué pasaría si nos
organizáramos y al mismo
tiempo enfrentáramos
sin armas, en silencio,
en multitudes, en millones de
miradas la cara de los
opresores, sin vivas,
sin aplausos, sin sonrisas,
sin palmadas en los hombros,
sin cánticos partidistas,
sin cánticos?

¿Qué pasaría si yo pidiese
por ti que estás tan lejos,
y tú por mí que estoy tan lejos, y ambos por
los otros que están muy
lejos y los otros por
nosotros aunque estemos lejos?

¿Qué pasaría si el grito
de un continente fuese
el grito de todos los continentes?

¿Qué pasaría si pusiésemos
el cuerpo en vez de lamentarnos?

¿Qué pasaría si rompemos
las fronteras y avanzamos
y avanzamos y avanzamos
y avanzamos?

¿Qué pasaría si quemamos
todas las banderas para
tener sólo una, la nuestra,
la de todos, o mejor
ninguna porque no
la necesitamos?

¿Qué pasaría si de pronto
dejamos de ser patriotas para
ser humanos?

No sé... me pregunto yo:
¿Qué pasaría...?

Mario Benedetti

sábado, 26 de marzo de 2011

Monserrate apagó la luz, Colpatria la dejó encendida

 


20:30 la hora del Planeta





Una vez más, en la noche de hoy, simbolizamos el compromiso con el Planeta apagando la luz durante una hora. Esto nos debe hacer pensar que, a la final, son más los asuntos en los que deberíamos actuar unidos como raza, como nación, como país si queremos pasarnos otro largo tiempo en Gaia. También, que solamente cada persona puede hacer el cambio y marcar la diferencia. Pero, cuantos están hoy condenados al insomio porque el mundo ya no es un lugar seguro. Que lo digan los nipones que andan tratando de solucionar la salida de manos del control de la energía nuclear, por cuenta de la que desató a sus pies la naturaleza misma.
Hoy llamaba la atención @petrogustavo que "la autoregulación será una conducta cada vez más importante de la especie humana", principio en el que ha insistido tantas veces Antanas Mockus. 
Sin embargo, no deja de llamar la atención cómo, para algunos conglomerados financieros, ese asunto parece ser algo de otro mundo al que no pertenecen. La Torre Colpatria que durante las noches de todo el año es la luminaria de nuestro minúsculo downtown, hoy estaba encendida con todos sus fuegos como si nada, en contraste con el Santuario de Monserrate que apenas si podía ser perceptible a la vista de un zoom de 300 mm y la fotosensibilidad de la velocidad  de 1600 ASA para conseguir un registro.
La Hora del Planeta debería ser todas las horas todos los días todo el tiempo. De lo que se trata es de cambiar de actitud, nada más.


 
 
 
 
Copyrigth - Fotos de Bunkerglo. 26 de Marzo 2011 -Prohibida su reproducción.


jueves, 24 de marzo de 2011

¿Por qué ya no quieren a Muhammar Gadaffi si era tan buen amigo?

El extenso artículo que leeran a continuación  es un amplio recuento  lineal sobre la historia de  Gaddafi, y que busca desde la perspectiva del autor, mostrar un poco cual ha sido la trasescena  del actual conflicto armado  interno en Libia, y lo que es peor, los orígenes de una eventual invasión a Libia y temible guerra en esa región. 
El texto original y que hoy aparace publicado en muchos sitios en la Internet, no trae los  enlaces que aquí aparecen. Además interesantes, quisé corroborar en otras fuentes el conjunto de datos del relato dada mi inmensa y creciente ignorancia sobre la historia del mundo arabe. Los enlaces los llevarán a distintos documentos, textos de historia, noticias y videos que amplian y explican la información que presneta el autor. 
Recibí el link del texto de mi colega Irma Londoño (@irmalon) cuyo titulo original es "El León del Desierto" y cuyo autor Julio César Centeno   no conozco, tampoco pude establecer su identidad, oficio y lugar donde se encuentra. El enlace de su nombre es el más cercanamente certero de todos los homonimos que encontré. Tampoco  conseguí llegar al sitio de la Revista que lo publica. Las fotos venían con el texto.
No califico ni opino sobre este texto, eso será tarea de cada uno. Solo puedo decir que amplió mi mirada sobre esta "lejana" guerra en la que, otra vez, los hombres se empeñan con los juguetes letales de las armas en nombre de la protección de los Derechos Humanos. También, es un pequeño aporte para hoy el Día Internacional del Derecho a la Verdad de Violaciones Graves de los DH y de la Dignidad de las Víctimas. 
Por último, pese a las muchas y permanentes lecturas, no consigo comprender ¿por qué ya no quieren a Gadaffi si era tan buen amigo y amigo de sus amigos?

El León del Desierto

El coronel Gaddafi nació en una tienda tribal beduina en 1942. Se graduó de abogado a los 21 años de edad. Luego estudio en la Real Academia Militar de Sandhurst, Inglaterra, y en la Academia Militar Helénica de Grecia.
En 1969, a los 27 años de edad, derrocó al rey Idris, un tirano impuesto por Inglaterra y Francia. Declaró querer ser “el Che Guevara del oriente medio”. Al año siguiente ordenó la expulsión de las bases militares extranjeras de territorio libio. Estableció el llamado “socia-lismo islámico” por medio del cual se buscaba una democracia directa: el gobierno de las masas a través de consejos populares y comunas. Se creó así la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista.
La Yamahiriya: estado de las masas, es un híbrido de Islam, socialismo y democracia dire-cta, ideología que proclama en su Libro Verde. Se estableció un Congreso General del Pueblo, con Gaddafi como su Secretario General.
Nacionalizó las empresas petroleras y expulsó a los funcionarios norteamericanos, británicos e italianos que habían dominado y vejado al país durante décadas. Libia era la sede de la base militar aérea mas grande de los Estados Unidos en el norte de África: Wheelus Air Base. El pentágono mantenía una base para el lanzamiento de misiles a sólo 25 kilómetros de Tripoli.
Nunca se lo perdonaron. Fue inmediatamente catalogado como enemigo de los Estados Unidos. Libia fue señalado como un Estado paria por defender su derecho a la autodeterminación y la autonomía. Las cosas empeoraron aún mas por el papel protagónico de Gaddafi en el embargo petrolero de 1973 contra los Estados Unidos y por su cooperación con la Unión Soviética.
Fue un ferviente seguidor del destacado dirigente egipcio Gamal Abdel Nasser, especialmente en su lucha por la unión de los pueblos árabes en una gran Nación Árabe. Defendió la nacionalización del Canal de Suez por parte de Egipto. Firmó con Nasser la llamada Carta de Trípoli, donde se concretan acuerdos de cooperación militar, estratégica y económica entre Egipto y Libia.
Con la muerte por envenenamiento de Nasser en 1970, Gaddafi tomó el liderazgo del panarabismo. Dos años después se anuncia la creación de la Federación de Repúblicas Árabes, integrada entonces por Siria, Egipto, Irak y Libia. Fue también uno de los mas destacados líderes de la Organización de Países No-Alineados.
Gaddafi ha apoyado sin vacilación la causa Palestina durante décadas. En 1972 anunció que Libia apoyaría, entrenaría y financiaría a cualquier árabe dispuesto a defender la causa Palestina. Fue inmediatamente catalogado como “terrorista”.
A partir de entonces llovieron acusaciones sobre su participación o apoyo en numerosos atentados terroristas en Roma, Viena, Berlín, Chad, Filipinas, Egipto. Se le acusó de ser el principal punto de apoyo de uno de los terroristas mas connotados de la época: el venezolano Carlos Illich Ramírez, “El Chacal”. Carlos fue capturado en 1994 y cumple desde entonces una condena a cadena perpetua en la prisión La Santé de Paris.
Como es costumbre contra cualquier jefe de Estado que se rebele contra el orden internacional impuesto a los países en desarrollo después de la segunda guerra mundial, se le acusó de participación en el narcotráfico, de fomentar el terrorismo, de desarrollar armas de destrucción masiva, de apoyar a las FARC en Colombia, al IRA (Ejército Republicano Irlandés), a la ETA en España, a Hizbolla en Líbano, a Hamas y otros “terroristas” palestinos. El presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, se refería a él como “el perro rabioso del desierto”.
El gobierno norteamericano trató varias veces de derrocarlo. En agosto de 1981 la revista Newsweek dio a conocer un plan presentado por el director de la CIA al gobierno norteamericano para asesinar a Gaddafi. Días después dos aviones de guerra norteamericanos atacaron dos aviones Sukhoi libios en espacio aéreo libio. Los aviones norteamericanos habían despegado del portaviones John Kennedy, estacionado frente a las costas libias de mar mediterráneo.
En 1986 Ronald Reagan ordenó el bombardeo de las principales bases militares y edificios gubernamentales en las ciudades de Trípoli y Benghazi, en un intento por asesinar a Gaddafi e incitar la sublevación popular. Los aviones despegaron desde bases norteamericanas en Inglaterra. En el bombardeo murió una de sus hijas menores, Jana, y docenas de oficiales de su entorno mas cercano. El crimen quedó impune.
Libia fue rápidamente convertido en un Estado paria. Durante los siguientes 10 años el coronel Gaddafi se convirtió en el Osama Bin Laden de la época. Libia fue cercada. Se le impuso un embargo comercial para forzar el derrocamiento de Gaddafi, similar al que ha padecido Cuba por mas de 50 años.
Fue acusado de ordenar la colocación de una bomba en un avión comercial Boeing 747 de la principal línea aérea de los Estados Unidos para entonces: Pan American. El avión explotó en el aire en diciembre de 1988 sobre la población de Lockerbie, Escocia. Murieron 259 personas que viajaban en el avión y 11 ciudadanos de Lockerbie.
Luego de un largo proceso de negociación, en 1999 Gaddafi entregó a la justicia escocesa a los dos ciudadanos libios acusados de haber colocado los explosivos.
En 1997 Nelson Mandela tuvo la valentía de visitar a Gaddafi en Trípoli, para denunciar la injusticia que se cometía contra ese pueblo por su rebeldía y su intento de decidir su propio destino. Mandela sabía por experiencia propia lo que era ser acusado de crímenes sin que existieran pruebas sobre ellos y sin derecho a la defensa.
Había sido liberado de la cárcel 7 años antes, después de 27 años de prisión por su rebeldía ante el régimen discriminatorio de la población negra de Sur África por parte de una minoría blanca de origen europeo. Visitó a Gaddafi siendo el primer presidente de raza negra y el primer presidente electo democráticamente en Sur África.
Su visita fue seguida por la del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, de origen Africano. Libia aceptó cancelar 2.700 millones de dólares en compensación a familiares de víctimas de atentados terroristas de los que se acusaba a ciudadanos libios, aunque sin reconocer culpabilidad de la nación Libia. Se levantaron las sanciones internacionales que pesaban sobre el país.
En el 2008 el presidente Bush deja sin efecto las sanciones unilaterales que había impuesto Estados Unidos contra Libia, retirándola de la lista de “estados que apoyan el terrorismo”.
Las transnacionales petroleras se abalanzaron sobre Libia en busca del control de los gigan-tescos yacimientos de su codiciado petróleo liviano. Lo mismo hicieron los perros de la guerra, ofreciendo armas, desde sofisticados aviones de combate hasta fusiles, ametralladoras y municiones. Muchos se jactaron de haber finalmente obligado a Gaddafi a ceder en sus posiciones radicales.
Ese mismo año Gaddafi recibió la visita de Condoleezza Rice, secretaria de Estado del gobierno norteamericano. Luego desfilaron por Trípoli los jefes de estado de los países que se proclaman dueños del planeta: el primer ministro británico, Tony Blair, seguido por su remplazo Gordon Bown, el presidente de Francia, Sarkozy, el presidente de Rusia, Vladimir Putin. El rey Juan Carlos de España, y Rodríguez Zapatero se humillaron ante él en el 2009 para venderle 3.500 millones de euros en armas.
Gaddafi se convirtió en una especie de vedette política en círculos internacionales. Fue invitado a participar por primera vez en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde fue recibido por el presidente Barak Obama. Fue invitado a visitar Francia, Italia y España, siempre recibido como el “Rey de Reyes” y “el León del Sahara”.
En el 2009 fue electo Secretario General de la Unión Africana. Allí proclamó su determinación a seguir luchando por el establecimiento de la integración de los países africanos y la conformación de los Estados Unidos de África. Su discurso en este foro dejaba en evidencia que sus concepciones radicales y socialista se mantenían intactas. Los analistas internacionales de las principales empresas de comunicación concluyeron sin embargo que se trataba solo de “retórica populista”.
En su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2009*, Gaddafi dejó claramente definida su posición. Acusó a Israel del asesinato de John Kennedy; abogó por la solución del conflicto Israelí-Palestino a través de un estado único. Se refirió al Consejo de Seguridad como “el Consejo del Terror”; criticó la validez de la Asamblea General de la ONU por permitir que sus decisiones sean ignoradas por los países mas poderosos y rompió la Carta de las Naciones Unidas en el podio de los oradores.
En marzo del 2010 uno de sus ocho hijos, Hanibal, fue detenido en Suiza acusado de maltrato a dos empleadas domésticas. Gaddafi suspendió la venta de petróleo y adoptó represalias económicas y comerciales adicionales contra Suiza, llamó a la guerra santa contra ese país y declaró que anhelaba que fuera “barrido del mapa”.
La Unión Europea no se apresuró a denunciar semejante amenaza, asumiendo una posición diametralmente opuesta a la tomada contra Irán por presumiblemente aspirar lo mismo sobre el estado de Israel. Por el contrario, la UE se disculpó públicamente por haber prohibido a unos ciudadanos libios la entrada a Europa a raíz del conflicto entre Suiza y Libia.
El comportamiento de Gaddafi ha sido frecuentemente considerado excéntrico. Cuando visitó la ciudad de Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas solicitó autorización para colocar su gigantesca carpa beduina en un parque. Así se hizo.
Reunión G8
Armó su carpa en los jardines de la mansión del millonario Donald Trump. Allí conducía sus negocios y recibía visitas. Llevó además camellos, para tomar leche fresca al levantarse. Como es su costumbre, viajó acompañado de docenas de jóvenes mujeres guardaespaldas, quienes no sólo lo protegen, sino que se encargan de su cuidado y su alimentación: nunca falta ni el queso de cabra ni los dátiles.
En una reunión cumbre de la Liga Árabe, Gaddafi se puso un guante blanco en su mano derecha. Explicó que trataba de evitar infecciones al estrechar la mano de otros jefes de estado que pudieran haber tenido contacto con funcionarios israelíes.
Algo similar ocurrió cuando visitó Paris, por invitación de Nicolás Sarkozy. Fue recibido como un rey. La visita concluyó con negociaciones para la venta de armas de guerra y la inversión de empresas francesas en el negocio petrolero libio.
Cuando viajó a Roma, como invitado de honor de Silvio Berlusconi, colocó su carpa en un parque en el centro de la ciudad. No llevó los camellos, sino 200 mujeres guardaespaldas que conforman varios anillos de seguridad, armadas con Kalashnikovs.
Las mujeres que custodian a Gaddafi son expertas en artes marciales, en el uso de armas de fuego y de armas blancas, en pilotear aviones, helicópteros y barcazas; son entrenadas como francotiradoras, en el manejo de explosivos y en actividades de espionaje. Berlusconi lo honró con una cena de lujo para 800 personas, apropiada para un Rey.
A pesar de las atenciones y los halagos de Berlusconi, Gaddafi fue particularmente severo con sus anfitriones italianos. Fueron demasiados los crímenes y vejaciones cometidos por Italia durante su ocupación y colonización de Libia desde 1911 hasta 1943. Cuando Berlusconi menos se lo esperaba, Gaddafi se despojó de su ropaje beduino y se vistió de militar. Junto a sus condecoraciones castrenses, se colgó del pecho una fotografía en blanco y negro de 1931.
En la fotografía se encuentra, humillado y encadenado, el héroe libio Omar Al-Mukhtar, rodeado de sus captores italianos. Al-Mukhtar liderizó durante veinte años la lucha de los be-duinos contra la brutal ocupación italiana. Fue para él que se acuñó el apodo de “el León del Desierto”. Su figura es venerada en Libia. Los fascistas italianos lo ahorcaron en público a los pocos día después de haber tomado y divulgado aquella humillante fotografía. Justo an-tes de morir exclamó: “Sobreviviré a mis verdugos”. Para entonces Italia se encontraba bajo el dominio de Benito Mussolini.
Cuando le preguntaron porque llevaba esa fotografía en su pecho, Gaddafi, consciente de que el catolicismo es la fe predominante en Italia, proclamó en presencia de Berlusconi: “Para nosotros la imagen de Al-Makhtar es tan sagrada como el crucifijo que llevan algunos de ustedes en el pecho”
En la lucha por el control del mar de petróleo liviano bajo el suelo libio, durante la segunda guerra mundial el país se convirtió en el campo de batalla entre las fuerzas nazis bajo el mando de Rommel y las fuerzas británicas bajo el mando de Montgomery. Con la derrota de Italia en la segunda guerra mundial, Libia fue repartida cual trofeo de guerra entre Inglaterra y Francia.
Las continuas luchas de los beduinos por su independencia condujeron a que en 1951 se declarara una monarquía bajo el rey Idris, una marioneta al servicio de los europeos. Para el momento de su independencia Libia no tenia escuelas y contaba con sólo 16 graduados universitarios, formados en el extranjero.
La administración continuó así en manos de ingleses, franceses e italianos. Todo cambió con la llegada de Gaddafi al poder en 1969. Los honores y halagos de que era objeto Gaddafi por parte de los jefes de estado de Europa hasta finales del 2010 cambiaron súbitamente. Sanguinario, loco, tirano, demente, autócrata, asesino, corrupto, psicópata, perro rabioso. Estos y muchos otros adjetivos son usados hoy contra Gaddafi. Los medios de comunicación de todo el mundo, salvo algunas excepciones, se han ensañado contra su figura. El objetivo parece ser destruirlo ante la opinión pública internacional. Algo similar le ocurrió a Saddam Hussein justo ante de la invasión de Irak por parte de fuerzas militares norteamericanas y británicas en el 2003.
Al mismo tiempo, se teje una red de “legalidad” para invadir Libia y deponer al déspota. En la ONU se toma la decisión de expulsar a Libia del Consejo de Derechos Humanos, mientras que la Corte Penal Internacional declara que actuará con agilidad para condenarlo.
En paralelo se estimula y apoya a movimientos opositores a Gaddafi para incitar a la rebelión interna, con el propósito de generar un estado de violencia y caos que contribuya a justificar la intervención de las grandes potencias para “pacificar al país y proteger los derechos humanos de sus ciudadanos”.
El objetivo es claro: invadir Libia, deponer a Gaddafi, tomar control de su codiciada riqueza de petróleo liviano, tal y como ocurrió con Irak y como trató infructuosamente de hacerse en Venezuela en el 2002. Tal y como trata de hacerse con Irán y como años atrás se concretó en Arabia Saudita, Kuwait, Katar y los Emiratos Árabes. Las siguiente presas serán Algeria, Venezuela e Irán.
El Gadafi que hoy todos condenan fue recibido y halagado como un gran estadista en la Cumbre del G8 en Italia, invitado por el presidente Barack Obama. Hace sólo unos meses se abrazaba con Sarkozy en Paris, con Tony Blair en Trípoli y con Berlusconi en Roma.
Qué ocurrió para justificar este cambio tan radical contra Gaddafi? El despertar del pueblo árabe. Protestas populares por el aumento en el precio de los alimentos y la pobreza generalizada derrocó en pocos días a Ben Alí en Túnez. Irónicamente, sólo semanas antes Túnez había sido señalado por Hillary Clinton como el modelo de democracia a seguir en el medio oriente.
Las protestas se extendieron de inmediato a Egipto, concluyendo con la remoción del poder de Hosni Mubarak, un dictador apoyado por Estados Unidos durante 30 años. Mubarak re-cibía de Estados Unidos mas de 3.000 millones de dólares anuales, la cooperación mas alta proveniente de Washington después de la otorgada a su principal aliado de la región: Israel.
Las protestas en Egipto fueron también inicialmente motivadas por aumentos en los precios de los alimentos, los insoportables niveles de pobreza en que se encuentra la mayor parte de la población, la creciente indignación ante la descarada confabulación de Mubarak con el gobierno de Israel en su criminal opresión al pueblo palestino, la falta de libertades fundamentales y los grotescos niveles de corrupción. La fortuna de Hosni Mubarak se estima en 70.000 millones de dólares.
Mientras el 40% de los 80 millones de egipcios viven con menos de dos dólares al día. Egip-to mantuvo una suspensión de los derechos fundamentales de la población durante todo el período de dominación de Mubarak, a través de una Ley de Emergencia, con el consenti-miento y apoyo de Estados Unidos.
Las analogías que se han querido trazar entre las revueltas en Libia con las de Túnez y Egipto lucen ficticias. En Libia se canalizaron enormes inversiones petroleras para financiar servicios públicos y gratuitos de salud, educación y vivienda. Se ha promovido el desarrollo económico y se han reducido sustancialmente las desigualdades sociales. El índice de desa-rrollo humano es el más alto de África. Los índices de desempleo son tan bajos que se ha tenido que facilitar la entrada de cientos de miles de trabajadores de otros países: Egipto, Túnez, China, Pakistán.
El consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió recientemente a Libia por su “ambicioso programa de reformas” y su “fuerte rendimiento macroeconómico y el progreso en el realce del papel del sector privado”.
En marzo del 2007 Anthony Gidden, asesor de Tony Blair, publicó un artículo en The Guar-dian en el que afirma: “Gadafi parece ser genuinamente popular. Libia será en dos o tres décadas una Noruega del norte de África: próspera, igualitaria y progresista”.
A diferencia de Túnez o Egipto, Libia es una potencia petrolera. Produce dos millones de barriles de petróleo liviano cada día, y su producción puede al menos duplicarse. Sin embar-go, una buena parte de sus seis millones de habitantes aún se mantiene en la pobreza.
Gaddafi ha sido criticado por haber fomentado el regreso de empresas petroleras europeas y su creciente participación el la actividad petrolera y gasífera. La mayoría de estas empresas operan desde Benghazi desde donde, coincidencialmente, se formó el núcleo de la rebelión contra Gaddafi.
También se le ha criticado por haber contribuido, desde su posición como secretario general de la Unión Africana, a la consolidación de un acuerdo con la NATO para ampliar sus operaciones militares en Sudan, Somalia y Etiopía. Ha venido promoviendo también una tratado de cooperación militar entre la NATO y la Unión Africana. Organizaciones radicales dentro y fuera de Libia consideran tales actitudes como traición.
A la cabeza de la insurrección se encuentra el Frente Nacional para la Salvación de Libia (NFSL por sus siglas en inglés). Sus líderes son sistemáticamente presentados como los chicos buenos, en una lucha desigual contra la opresión y la barbarie. Poco se destaca que el FNSL se creo en 1981 en Sudan, bajo la protección del coronel Nimieri, un déspota apoyado por Estados Unidos que gobernó ese desdichado país desde el 77 hasta el 85.
El FNSL realizó su “congreso nacional” en los Estados Unidos en el 2007, con el patrocinio de la NED. A la cabeza se encuentra Ibrahim Sahad, quien realiza acusaciones de toda índole contra el “régimen despótico” de Gaddafi, casi siempre sin ofrecer prueba alguna al respecto y sin que los entrevistadores o editores se las soliciten. Sin embargo, sus planteamientos son transmitidos por las principales agencias de información de todo el mundo como si fueses ciertas. La misma realidad virtual se divulga como cierta por internet, facebook, twitter.
Significativo es también que los rebeldes de Benghazi hayan bajado la bandera verde de la república de Libia y elevado en su lugar la bandera de tres franjas, roja, blanca y negra, que se usaba durante la monarquía del rey Idris, impuesta por Europa en 1951. También ha surgido de la nada un presunto Príncipe Senussi, “heredero de la corona”.
Fue el rey Idris quien entregó la soberanía nacional al permitir el uso irrestricto de aire, mar y tierra por parte de fuerzas militares británicas. Fue el rey Idris quien firmó el acuerdo para que los Estados Unidos establecieran y administraran sin restricciones la base militar mas grande de África: Wheelus Air Base, cerca de Trípoli. El rey Idris firmó además un convenio para exonerar a Italia de todos los daños que pudieran imputársele como consecuencia de los 30 años de brutal colonización, permitiendo además que la comunidad italiana en Trípoli conservara todos sus propiedades, negocios y privilegios.
Pero la legitimidad o veracidad de los señalamientos contra Gaddafi parecen irrelevantes. Sirven sólo de fachada para alcanzar el objetivo estratégico deseado: la ocupación de Libia.
Paul Wolfowitz, quien sirviera como subsecretario de defensa de los Estados Unidos y como presidente del Banco Mundial, arquitecto de la guerra de Irak, publicó una carta abierta al presidente Obama incitándole a convertir a Libia en “un protectorado bajo el control de la OTAN”, en nombre de la “comunidad internacional”.
En su editorial del 23 de Febrero 2011, el Wall Street Journal, vocero de los intereses comerciales de los Estados Unidos, sentencia: “Estados Unidos y Europa deben ayudar a los libios a derrocar el régimen de Gaddafi”
Simultáneamente, se moviliza al mar territorial libio una flota de guerra norteamericana, mientras en Naciones Unidas y en la Corte Penal Internacional se concreta apresuradamente el marco legal que justifique la invasión.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el 25 de Febrero del 2011 una resolución para que se investiguen los posibles crímenes contra la humanidad que pudiera haber cometido Muammar Gaddafi. Pero, sin que tal investigación haya comenzado, ya Gaddafi ha sido condenado.
Es no sólo irónico, sino hipócrita, que haya sido justamente los Estados Unidos quienes hayan promovido la moción para que la ONU eleve el caso de Libia ante la Corte Penal In-ternacional. Estados Unidos nunca ha reconocido la jurisdicción de dicha corte. Se opuso además a su creación en 1998, junto con Israel, Irak y Libia. Tales contradicciones parecen pasar desapercibidas para los medios transnacionales de la información.
El comandante supremo de la OTAN, Wesley Clark, ya había señalado hace un par de años que Libia estaba en la lista oficial del pentágono para ser dominada después de Irak, junto con Siria y la joya de la corona: Irán.
Si se concreta lo que Fidel Castro ha llamado “La guerra inevitable de la OTAN”, se desatará un movimiento de resistencia por todo el mundo Árabe que haga realidad las últimas palabras del León del Desierto: “Sobreviviré a mis verdugos”.

Julio César CENTENO - Revista INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA Nº Especial. ISSN 1690-4753.
Publicado: 02-03-2011 D.L. pp200302ME1481 © 2011 CIRES .
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