Foto el Día Contra la Impunidad Mayo 18 de 2006 - Plaza de Bolívar |
Han pasado 22 años desde ese viernes 18 de agosto de 1989. Recuerdo ese día como si fuera ayer.
Toda esa sangrienta década es imborrable y dolerá siempre en mi vida.
Morir en Colombia es inútil sino es por vejez. Y la de Galán fue eso, una muerte inútil. También su lucha.
El señaló el punto de no retorno en la guerra contra el narcotráfico, pero como en la lucha contra la guerrilla de las FARC, todo ha sido en vano. Nada ha cambiado en estos 22 años de su ausencia.
Toda esa sangrienta década es imborrable y dolerá siempre en mi vida.
Morir en Colombia es inútil sino es por vejez. Y la de Galán fue eso, una muerte inútil. También su lucha.
El señaló el punto de no retorno en la guerra contra el narcotráfico, pero como en la lucha contra la guerrilla de las FARC, todo ha sido en vano. Nada ha cambiado en estos 22 años de su ausencia.
Tal vez no es tan cierto que a los hombres se les
puede eliminar, pero a las ideas no. Después de Luis Carlos Galán no ha habido una persona, un líder que continuará ese urgente despertar de conciencias por el cuál fue asesinado.
Ese enemigo claro para él, el narcotráfico, se tomó el Estado y destrozó la
sociedad y su cultura. Para eso creó su propio ejército y para-ejército con la ayuda de gobernantes, funcionarios y empresarios socios, cómplices y complacientes con una
barbarie que no terminó con su muerte. Sus ideas fueron eliminadas.
Somos el país mafioso que soñó Pablo Escobar. Abatieron unos capos y se erigieron otros. Se reproducen como ratas. Por esto las armas nunca serán monopolio del
Estado.
Pero la verdadera lucha de Luis Carlos no era contra el narcotráfico. Menos contra Escobar. Su pelea de fondo era contra la corrupción, la ilegalidad, la inmoralidad pública. La crisis moral de los años 80 que es la misma de hoy. Tenía claro que #NoTodoVale
Antes de él y después de él esos “nuevos ricos” políticos, empresarios y militares han impuesto políticas
y gobernantes, tal como ocurrió en el reciente proyecto narcoparamilitar del expresidente quehoy declara ante la Comisión de Acusaciones (absoluciones) de la Cámara.
Tenía razón Galán cuando dijo que “cada quien piensa que el problema le es
ajeno, y no comprende que tarde o temprano las consecuencias nos llegarán a
todos”. Y nos llegaron. Temprano y tarde también.
El "día del no carro" en febrero pasado, caminando por Bogotá, me topé con
Galán. Digo, con uno de sus monumentos, sin duda, el más contrahecho y
feo de todos. Lo encontré en un sendero oculto por la zona de El Salitre. Me detuve a observar ese espantoso adefesio.
Galán: ¡Si supiera todo lo que pasó después de su
asesinato! Exclame sin temor, pero por sus miradas inquietando a los pocos y presurosos
transeúntes.
Ahí estaba el Líder inmolado. Inmóvil y
plantado en su camuflaje de hollín en medio del camino peatonal.
Un
poco de prisa, -para no quebrantar el undécimo mandamiento: no dar
papaya-, traté de hacerle un recuento rápido de lo que había ocurrido en su
ausencia.
Galán, le dije, me apena mucho comentarle que el país sigue igual o peor de
cómo lo dejó a la fuerza…
El crimen y la corrupción del Estado es más sólido y repugnante...
Acabamos de salir del más indigno, criminal y corrupto de
los gobiernos...
Las autodefensas se llamaron después paramilitares y hoy son
BACRIM…
Los paracos salieron con pancartas a marchar contra las FARC al lado de sus propias víctimas…
El mismo perro pero
con distinto collar. Siguen haciendo lo mismo: asesinar...
Por eso somos el segundo país con
mayor migrantes internos [personas en situación de desplazamiento] del mundo…
El narcotráfico ya no elimina “estorbos” porque no lo necesita, lo resuelve llenando las arcas del que sea...
Se tomaron el Estado con la ayuda de más de uno…
Ernesto Samper,
finalmente, fue presidente pero con la ayuda de los "8.000" narcos...
Los niños, las niñas y las
mujeres siguen siendo víctimas del conflicto armado…
El país colapsa en la
corrupción más inimaginable de su historia…
Paramilitares en marcha contra el secuestro Bogotá 4 de febrero de 2008 |
Sobre su asesinato es poco lo que
puedo decirle, pero lo más importante es que fue el Estado y
por eso fue declarado crimen de lesa humanidad porque, como lo advirtió mi colega Irma Londoño, y nadie le creyó, en el primer consejo de redacción (del Telenoticiero del Medio Día con la
información desde...) al día siguiente de su muerte, el director del DAS Miguel Maza
Márquez es el responsable. Seguro será llamado a juicio por eldelito de homicidio con fines terroristas.
Mientras permanecí en el lugar vinieron a
mi memoria muchísimos momentos de dolor y desolación, lugares y rostros y
nombres. Pensé en Iván Marulanda y
Carlos Ossa Escobar.
El primero, porque en calidad de jefe del directorio del Nuevo Liberalismo en Antioquía, fue quien alertó a Galán sobre el interés de Escobar, a través de interpuesto “político”, de apoyar su candidatura a la presidencia.
El segundo, porque como director del INCORA, Ossa también tuvo el valor de denunciar a través de un mapa territorial, cómo el narcotráfico se había apoderado de buena parte del país adquiriendo millones de hectáreas de tierras.
En el día sin carro suele hacer sol, lo que anima a caminar la ciudad.
Pensé que Galán nunca imaginó que tal cosa pudiera pasar en Bogotá: que no saliera un solo auto particular y que el Alcalde y algunos ministros se desplazaran a sus lugares de trabajo en bicicleta.
Que la ciudad estuviera al borde de colapsar por la más increíble y descarada corrupción. Me marché sin hablarle sobre “ese clamor nacional” llamado paz.
Tampoco de las personas en situación de secuestro. ¿Cómo resumir 22 años de indolencia? Antanas Mockus me recuerda a Luis Carlos Galán.
Los dos tienen en común un sincero afán de instaurar una nueva manera de hacer política. En ser honrados.
Para Galán el No Todo Vale de Mockus era su clamor de despertar la conciencia de la gente, para que todos nos atreviéramos a denunciar a la mafia de la droga, al narcotráfico.
Pero estaba solo.
Como se quedó sólo Mockus en el PV. La mafia ya había permeado todos los sectores de la sociedad hiriendo profundamente la vida ética y moral de nuestra siempre, endeble nación y d e m o c r a c i a.
Marcha nocturna, Bogotá Mayo 21 de 2010 |
El primero, porque en calidad de jefe del directorio del Nuevo Liberalismo en Antioquía, fue quien alertó a Galán sobre el interés de Escobar, a través de interpuesto “político”, de apoyar su candidatura a la presidencia.
El segundo, porque como director del INCORA, Ossa también tuvo el valor de denunciar a través de un mapa territorial, cómo el narcotráfico se había apoderado de buena parte del país adquiriendo millones de hectáreas de tierras.
En el día sin carro suele hacer sol, lo que anima a caminar la ciudad.
Pensé que Galán nunca imaginó que tal cosa pudiera pasar en Bogotá: que no saliera un solo auto particular y que el Alcalde y algunos ministros se desplazaran a sus lugares de trabajo en bicicleta.
Que la ciudad estuviera al borde de colapsar por la más increíble y descarada corrupción. Me marché sin hablarle sobre “ese clamor nacional” llamado paz.
Tampoco de las personas en situación de secuestro. ¿Cómo resumir 22 años de indolencia? Antanas Mockus me recuerda a Luis Carlos Galán.
Los dos tienen en común un sincero afán de instaurar una nueva manera de hacer política. En ser honrados.
Para Galán el No Todo Vale de Mockus era su clamor de despertar la conciencia de la gente, para que todos nos atreviéramos a denunciar a la mafia de la droga, al narcotráfico.
Pero estaba solo.
Como se quedó sólo Mockus en el PV. La mafia ya había permeado todos los sectores de la sociedad hiriendo profundamente la vida ética y moral de nuestra siempre, endeble nación y d e m o c r a c i a.
En el cuarto aniversario de su asesinato, el Gobierno Nacional consagró el 18 de Agosto como el Día Nacional de la Democracia (Decreto 1583 de 1993), como una forma de “convivencia y participación en la
vida cotidiana”, y porque “Colombia se reconoce en la historia republicana de
Latinoamérica como la democracia más antigua y estable”, se señala en el Decreto.
Pero, "no hay
democracia si no se entiende la Nación como una misión colectiva,
un compromiso de todos", advirtió Galán. Pese a que su empeño fue
el de renovar las costumbre políticas y formar en educación ciudadana al país, el programa de Educación en Democracia de Colombia creado en su Memoria
hace 18 años, aún tiene mucho por recorrer, aprender y construir a juzgar
por la evidente intolerancia que se expresa en los millones de personas víctimas de la criminalidad de colombianos armados, y del mismo
Estado.
Galán sabía que no había democracia sin medios libres. Así lo corroboró el periodista polaco Ryszard Kapuscinski, corresponsal de muchas gerras, durante el Foro Internacional
“Gobernabilidad Democrática y Periodismo en la Coyuntura Política Colombiana”,
evento que tuve el privilegio de organizar para el Instituto Luis Carlos Galán al
conmemorarse once años de su muerte en agosto del 2000.
Ahora que concluyo esta nota me quedo con
la sensación de que, así como su asesinato sigue impune, la tarea de formación
en democracia y ciudadanía en Colombia sigue siendo un compromiso pendiente. Aún así, sus palabras, como un mantra, seguirán siendo guía para la vida social de esta colombianada de país:
"Por la libertad, Por la
justicia, Por la democracia, Por la paz. Siempre adelante ni un paso atrás. Y
lo que fuere menester, sea”.
Luis Carlos Galán durante estos 22 años solo se perdió,seguramente, el placer de vivir a sus hijos y a sus nietos.
Aviso en la Escuela Superior de Artes Dramaticas de Bogotá ESAB |
2 comentarios:
Muy buen análisis. Me pregunto qué tipo de evaluación hacemos de iniciativas como la Escuela para la Democracia Luis Carlos Galán, entre otras. Por qué tantas iniciativas de paz, convivencia, democracia, etc han fallado incluso en hacer un cambio a nivel personal?. POr qué los niveles de intolerancia personal son tan altos? No creo en las respuestas facilistas. Creo que esas iniciativas se han enredado en la mentalidad del proyecto y han fallado en leer el contexto y ofrecer respuestas adecuadas.
Yo también recuerdo ese día como si fuera ayer... Aún recuerdo que vi llorar a mi padre y también lloré junto a él, porque creo que juntos sentimos cómo muchos sueños de un país en paz se rompían esa noche y eran silenciados una vez más por las manos criminales que todavía siguen impunes y orondas haciendo de las suyas... Gracias por el artículo, me removió las vísceras por mi país una vez más!
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