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jueves, 29 de marzo de 2012

Fidel Cano al desnudo - 125 años de El Espectador, un acto de supervivencia


El Espectador, más que un periódico longevo (¡125 años!), es un sobreviviente de la historia del país. Desde Rafael Nuñez hasta nuestros días, sus biógrafos destacan al unísono su indeclinable talante para enfrentar la intolerancia (la de los conservadores); la censura (la de la Junta Militar de Gustavo Rojas Pinilla, 1955); la “tenaza económica” (del Grupo Grancolombiano, 1982); el asesinato (aún hoy en la impunidad) de su director Guillermo Cano Isaza (1986), y el atentado a sus instalaciones ordenado por el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria (1989), batallas, todas, difíciles y dolorosas en la larga lucha que sigue dando por salvaguardar sus principios fundacionales en defensa de las libertades. 

Muchos otros periódicos en Colombia también son antiguos pero, El Espectador es de una estirpe periodística y marca familiar que ha trascendido más allá de las fronteras. Quizás no sorprende por eso que para celebrar sus 125 años de existencia, su director consiguiera reunir 125 voces autorizadas en distintos temas en el mundo que no dudaron en aportar, en la edición especial número 35.683 de 128 páginas, 125 miradas ambiciosas del futuro. El único periódico del país que de manera efectiva y desde hace más de dos años, le apuesta a la conservación de la naturaleza utilizando tintas ecológicas fabricadas con aceites derivados de la soya para su impresión.

Este nuevo cumpleaños del periódico fue el pretexto oportuno para conocer y entrevistar al director y bisnieto del fundador, quien regresó en 8 años el periódico semanario a diario y arraigar su prestigio periodístico en dos plataformas: el impreso y el digital (www.elespectador.com), este último desde donde construye un relevante diálogo con los usuarios de la red social Twitter. 

Fidel Cano Correa en el mundo impreso y digital es hoy un referente del periodismo comprometido, crítico y fiscalizador en defensa de los intereses de la sociedad, sucesor cabal de don Guillermo Cano y descendiente relevante de una familia que por todas las puntas entendió el periodismo como servicio público.

Es un tipo sencillo, fácil de tratar y al que la vanidad (¡qué fortuna!) no logró atrapar. Siente todo lo que expresa y lo dice con moderación sin perder la espontaneidad, incluso en sus largos silencios y estallidos de risa. La puerta de su oficina siempre está abierta para los de adentro y también para los de afuera. Los redactores más jóvenes del diario lo llaman simplemente por su nombre y lo tratan con mucha naturalidad como a un igual.

Fidel Cano no habla de la verdad en el periodismo sino de la transparencia y la independencia como sus principios fundamentales. “El periodismo de hoy es distinto y el negocio también cambió”, advierte

Durante el último año he intercambiado menciones en Twitter con el director, casi siempre para indicar llanas observaciones a yerros y gazapos en el digital. Sin embargo, no me seguía hasta que se lo pedí unas semanas atrás, única manera para poder enviarle un DM (Mensaje Directo) y solicitarle, sin mayor expectativa, me concediera esta entrevista. Su respuesta fue inmediata: “Con gusto. El lío es la agenda”. 

Qué el director de El Espectador aceptara dialogar para Sentipensantes era una señal que me indicaba su amplio conocimiento y comprensión sobre el periodismo digital. El reto crecía. No entrevistaría a un “dinosaurio”

Pocos días después ya estaba en su oficina. La misma en la que se "desnuda" semanalmente ante los lectores del digital para, en casi 7 minutos, poner los puntos sobre las íes y "jalar orejas" con absoluto respeto pero de manera clara empezando por él y continuando con quienes, durante la semana, hayan metido la pata en la redacción del diario. Basta observarlo en su Redacción al Desnudo para saber que es una actividad que disfruta mucho.  

Esa semana andaba muy liado con la producción de la edición especial “Año 125”. Así que aprecio mucho que sin afanes y con especial consideración destinara casi dos horas que tomé de su ocupada agenda para atender generosamente mi pretenciosa y extensa entrevista. “¡Tremendo trabajo de edición el que le espera!” me dijo al final de la misma y tenía razón. La conversación está dividida en dos partes, primero, porque no hice delete a nada y, segundo para facilitar a mis amables visitantes su lectura.  

Fidel Cano Correa habló del periodismo, del país, del presidente Juan Manuel Santos y, por supuesto, de Uribe y su gobierno; también de la crisis ética, del poco optimismo que tiene por el país que tendremos en 20 años y, desde luego, de los 125 años de El Espectador que se cumplieron el pasado 22 de marzo. Por ahí empezamos. 



I PARTE
Los 125 años de El Espectador: un acto de supervivencia, dice Fidel Cano Correa
por Gloria Ortega Pérez


Sentipensantes - El fundador y director del periódico Fidel Cano Gutiérrez escribió hace 125 años: “El Espectador trabajará en bien de la patria con criterio liberal y en bien de los principios liberales con criterio patriótico”. ¿Sigue siendo esta la máxima del periódico?  

Fidel Cano Correa - Sí. Por los principios liberales, aunque ese era un momento partidista. El Espectador sigue defendiendo las ideas liberales con criterio patriótico y siempre pensando en el bien de la patria. Pero hay otra máxima también de don Fidel que se aplica mejor para los tiempos: “El Espectador no irá en pos de los hombres, hechos o ideas que por ministerio del éxito están en boga, sino que por el contrario, se propone rendir culto a las grandes ideas proscritas por la apostasía o la debilidad; no dará a las buenas y a las malas acciones unos mismos nombres; no hablará a los dueños del poder el lenguaje de la lisonja, y no tributará aplausos ni a los hombres ni a sus actos sino cuando la Conciencia nos lo mande”, parafraseando su primera editorial. (Marzo 22, 1887).

S - ¿Qué significan 125 años para El Espectador en un país como Colombia?

FCC- Un acto de supervivencia. Una historia fuerte en la que, por defender los principios trazados por su fundador, ha enfrentado todo tipo de persecuciones poniendo su existencia en interrogante muchas veces. Llegar a sus 125 años fortalecido es una muestra de que sí se puede hacer un periodismo transparente e independiente, sus bases son sólidas para prever un futuro promisorio. Aunque seguramente también no faltarán adelante quienes quieran acallarlo.

S – ¿Solidez periodística, pero también mejor “músculo” financiero?

FCC-  Es mayor su solidez periodística que sus finanzas. Año tras año el periódico sigue dando pérdidas. Es una fortuna que sus dueños crean en la esencia de El Espectador y le hayan dado soporte económico y financiero sin aprovecharse de la marca para sus otros negocios. Lo asumen como un asunto de responsabilidad social.

S - La gente olvida con frecuencia quién es el dueño de El Espectador. Cuando se molestan por la calidad de la información en general recuerdan más a los dueños de otros medios...


FCC- Cuando el Grupo [del industrial Julio Mario Santo Domingo] compró El Espectador era “otro Grupo” con ambiciones e influencias políticas para otra cosa. Después de muchos vaivenes -cambiaban de director como cambiar de pocillo de tinto-, de intentar ser un periódico sin carácter fundacional, se dieron cuenta que El Espectador era necesario para el país solo sí hacía periodismo independiente, de lo contrario sería uno más y como no es el líder, su existencia no tendría ningún sentido. Así lo entendieron. El Espectador existe como una voz independiente y abierta. Eso lo respetan y apoyan. Quizás por eso para la gente no sea evidente quien sea su propietario.

S  - En una entrevistan celebrando los 120 años del periódico usted señaló que el país tenía la “tendencia a esconder los problemas y a barrer hacia adentro”. ¿Aún es así o algo ha cambiado?

FCC-  Este es un país que trata siempre de esconder los problemas. Cuando se observa lo que han develado los medios y la justicia en los últimos años, uno se pregunta cuántos países se atreven a levantar el tapete a tantas situaciones del poder real y del poder político. Lo cierto es que apenas se han destapado las punticas del tapete y no estoy seguro que se quiera levantar el tapete completo.

S  - ¿Eso significaría que hay cierta solidez en esta democracia?

FCC-  Sí. El hecho de que no haya habido una tercera reelección [de Álvaro Uribe] cuando tenían todo para imponer ese estado de opinión del que nos hablaban, es muestra de que pese a sus miles de problemas hay una fortaleza institucional. Si uno mira los países vecinos se da cuenta que, de todas maneras, este es un país serio, que tiene límites.

S - En el 2009 el diputado y ex alcalde de Palermo, Leoluca Orlando visitó a Bogotá. En una de sus intervenciones explicó cómo funcionaba la mafia italiana. Decía que “la mafia era un sistema de poder económico, un sistema de poder político, un sistema de poder religioso, un sistema de poder financiero”. Por todo lo revelado hasta hoy de los 8 años del gobierno Uribe me pregunto si no tuvimos un Estado mafioso.

FCC-  (Silencio). Son categorizaciones difíciles. En realidad sería del gobierno porque el Estado es mucho más amplio. La justicia está haciendo su trabajo. En ese gobierno había gente bien intencionada, limpia, que creía en un proyecto político. Pero al interior del grupo político de Uribe había otra gente más que venía de nexos con la mafia y el paramilitarismo, y con un estilo de poder mafioso que lograron imponer. No me atrevería a decir que fue un gobierno mafioso. Había de todo. Funcionarios muy decentes que simplemente creían, pero también muchos más ingenuos. En cambio, los del poder mafioso sabían para lo que estaban. Posiblemente por eso terminaron teniendo más fuerza dentro del gobierno.   

S - ¿Qué le faltó al periodismo durante ese gobierno para que la sociedad abriera los ojos a lo que hoy mira con asombro? O es que, ¿quiso ser sorda, muda y ciega y pasar de agache frente a lo que pasaba?

FCC-  Más lo segundo. Al comienzo éramos pocos los que mirábamos con voz crítica el gobierno de Uribe porque, evidentemente, tuvo unos resultados que afectaban mucho a la gente. Los avances en seguridad de su primer gobierno ante una sociedad hastiada por la burla de El Caguán, se constituyó en un logro que hizo que la gente amara a ese presidente y admirara su gobierno. Pero, paralelo a eso, había otras cosas que El Espectador desde el comienzo criticó alrededor del Estado Social de Derecho, la Constitución... El periódico fue de los pocos medios que se opuso a la primera reelección. En su segundo mandato hubo una creciente concentración de poder y deseo de imponer casi que una monarquía, además de todos los desarrollos criminales que se han venido conociendo en este tiempo. Pero solo en el segundo periodo el periodismo estuvo fuerte y reveló todo eso.

S-  Llevamos 19 meses del gobierno de Juan Manuel Santos. Todo parece indicar que no era Uribe3 o es un lobo con piel de oveja. ¿Qué concepto tiene del presidente Santos y su gobierno? 

FCC- Claramente no es Uribe3. Santos tiene un discurso muy liberal, es una persona que todos conocemos. Estratégico y jugador de póker. Lo que no sabemos es qué camino tomará cuando ya no esté en la cúspide de la popularidad. 

S-  ¿Cuando ya no pueda cañar y no tenga con qué apostar?

FCC-  Sí, cuando tenga que tomar las decisiones más difíciles. Hasta ahora lo ha manejado muy bien. Su objetivo era ser Presidente, lo consiguió y quiere sacar una presidencia buena. No creo que tenga aspiraciones de perpetuarse o dejar armadito todo para manejarlo como ex presidente. Lo está haciendo de buena fe. Ojala no me equivoque.

S-  ¿Qué clase de país tendremos en 15 - 20 años? ¿Ya nos hemos sentado a resolver, a conciliar, a concertar nuestras dificultades entre colombianos o vamos a seguir en las mismas con los mismos?

FCC-  (Largo silencio). No soy tan optimista. Hay buenas bases en lo económico. Latinoamérica es una región en la que las inversiones tienen puestos sus ojos y en especial en Colombia. Pero de la manera como se den esas inversiones hoy y cómo sepamos aprovecharlas para bien de todos los colombianos, dependerá cómo seamos en 15 años. Sigo sintiendo que esta es una sociedad demasiado dividida y evidentemente la desigualdad es demasiado grande. Por esto no soy tan optimista. Todo este buen panorama y perspectivas económicas pueden irse en riqueza para unas multinacionales que se llevan la plata, y para que un poco de gente local que se haga rica. Así, tendremos una sociedad todavía más dividida.

S-  ¿Cómo enfrentar la crisis ética y de valores que vive el país? ¿Cómo se resuelve en medio de este despelote?  

FCC-  Recobrando el valor de la ética. Que no sea más el país de los vivos sino que realmente sea digno de vivir y de mostrar. Romper esta crisis ética empieza por involucrar a la gente en las bondades de la ética. En que vale la pena, así el camino sea más difícil o no se haga rico. Esa vía tiene compensaciones diferentes que hay que aprender a valorar. Los movimientos sociales que se están generando desde los jóvenes tienen una posición ética muy interesante. Lo que ocurre es que cada vez que surgen estas expresiones los extremos tratan de cooptarlos o de macartizarlos. En estas juventudes hay una actitud de valoración de lo ético que ojalá tome vuelo. 

S-  ¿Por dónde empezar, con quién, cómo se hace?

FCC-  Con cosas sencillas. Por ejemplo, que la gente proteste por los abusos de los escoltas. Como este país era tan inseguro hace 5 años, “nos tocaba” aceptar a los escoltas donde y como fuera. Hoy la gente se pregunta pero, ¿cómo así? Todos tenemos los mismos derechos y nadie puede abusar de sus privilegios. La ética se rompe cuando se imponen los privilegios como colarse en una fila, que en el banco lo atiendan por aparte… Hoy se rechazan esas prácticas que no existían antes y eso me hace tener esperanza que de esas pequeñas cosas pueda surgir algo más. (Fin de la I Parte).


La II Parte de Fidel Cano al desnudo, "El negocio de los medios ha cambiado, está en crisis", la encuentra el otro post más abajo. El director de El Espectador revela que en pocos meses el periódico tendrá una única redacción que se ocupará de las dos plataformas: la digital y la impresa. También, se refiere al panorama del periodismo, sus errores y aciertos y de cómo día a día la sociedad se ha venido encargando de exigirle que se ocupe de las víctimas de la violencia política. 

Nota. El día de la entrevista fallaron las pilas de la Canon (lo que confirma la vigencia de la Ley de Murphy), así que regresé pocos días después con la Nikón para tomar las fotos.
Si utiliza alguna foto de este Post y del Blog debe indicar el siguiente crédito: "Foto(s) by Bunkerglo/Gloria Ortega Pérez http://somossentipensantes.blogspot.com". La autora comparte su obra exclusivamente en medios digitales. No autoriza la reproducción parcial o total de los materiales (fotos y textos) en ningún medio impreso (análogo) sin expresa autorización de su propietaria. Derechos protegidos por CC Creative Commons.

3 comentarios:

Daniel Condeminas dijo...

Una excelente entrevista, que lanza reflexiones sobre el presente y futuro del periodismo y de la comunicación social en general; tan válidas para Colombia como para el resto de paises democráticos.

José Marín dijo...

En referencia a la primera respuesta del Sr. Cano, cuando nació su periódico y tuvo que enfrentar como liberal a Núñez, como lo haría? a qué corriente liberal de la época pertenecía para haber superado este bautizo de fuego?

Gloria Ortega Pérez /bunker dijo...

Gracias por compartirme su opinión.
José Marín, cuando fué fundado se enfrentaba a lo que se llamó en la historia de Colombia los gobiernos de la Regeneración, impulsados desde 1886 por la Constitución, una visión intervencionista del estado.
El periódico era de pensamiento liberal radical que, traducido a nuestros tiempos me atrevería a decir que talvez sea la izquierda más moderada de hoy. Fue cerrado junto con 5 o 7 más de la época por cuestionar la visión del estado, el concordato con la iglesia, la consagración nacional a la iglesia católica, etc.

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