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miércoles, 2 de marzo de 2011

El fin no justifica los medios y el realismo político tiene límites


Respetado y querido Antanas,
Ha sido insoportable la terrible revelación y el sentimiento de orfandad de que TODO SI VALE para conquistar el poder y que el Partido Verde no representa otra forma de hacer política.
Es inadmisible, produce dolor y mucha rabia que Enrique Peñalosa acepte y busque una alianza con Álvaro Uribe Vélez, el Partido de la U y todo cuanto esto representa, para llegar a ver cumplidas y satisfechas sus aspiraciones personales, que no políticas, de llegar otra vez a la Alcaldía de Bogotá.
El fin no justifica los medios y el realismo político tiene límites. Como a Usted, “no me gusta que todo es negociable, comprable, como si el país se manejara a través de una lógica comercial. Hoy la lucha en Colombia no es entre bandos, sino contra el TODO VALE, contra justificar violar la ley en aras de conseguir un fin supuestamente superior”.  
Hace apenas un año el NO TODO VALE  era un valor compartido y sagrado entre millones de Colombianos, especialmente en Bogotá, que decidimos apoyarlo en la consulta interna del naciente movimiento para llevarlo a la Presidencia de la República. Me siento defraudada y traicionada.
En la historia reciente del país cuando se habla de trampa, corrupción, paramilitarismo, criminalidad, todo nos conduce a un nombre: Álvaro Uribe Vélez que, aunque sin ninguna acusación disciplinaria, fiscal o penal (aún), esto no lo exime de su responsabilidad política, ética y moral y la de sus distintos partidos y movimientos (Colombia Democrática, Colombia Viva, Alas, el Partido de la U, Colombia Primero), de quien se dice representa el proyecto político del paramilitarismo en Colombia.
¿Cómo es posible que el Partido Verde a través de su candidato a la Alcaldía de Bogotá quiera y acepte una alianza con un personaje que representa el proyecto político de quienes “Refundaron la Patria” y reconfiguraron el Estado colombiano como son los mafiosos políticos del narcotráfico y el paramilitarismo?
¿De qué renovación total de las costumbres políticas y recuperación de la ética pública puede hablar el Partido Verde que, aún sin sortear las dificultades de una contienda electoral por la Alcaldía de Bogotá vende sus principios y valores a un personaje que como Álvaro Uribe Vélez encarna justamente todo lo contrario?
¿Cómo espera Usted y el Partido Verde que apoye al candidato a la Alcaldía de Bogotá Enrique Peñalosa si busca aliarse con quien la justicia ha ido demostrando fue elegido en el 2002 por la intimidación, el chantaje y el asesinato a mano de los paramilitares?
¿Cómo voy a defender al candidato a la Alcaldía de Bogotá por el Partido Verde Enrique Peñalosa si al buscar una alianza con Álvaro Uribe Vélez lo que me muestra es que legitima como práctica política el fraude, la trampa y la utilización de la compra de conciencias para obtener como en el 2006 la reelección de su segundo mandato?
¿Cómo va a salir la sociedad colombiana de la ilegalidad si se pacta con un líder de la ilegalidad para ganar unas elecciones? Sería además desastroso que con Uribe Vélez se repitiera la historia de Samper Pizano: que todo ocurrió a sus espaldas.
¿De qué voto vital se puede hablar si lo que sigue imperando y promocionando el Partido Verde son las viejas y amorales prácticas electorales de la política regresándonos a la situación de votar por un X para oponernos a  Peñalosa por su alianza con el Uribismo?
Desafiar el miedo a la sanción legal en Colombia ha sido la estrategia permanente de quienes, en el marco de la ley, han acomodado la Constitución en su propio beneficio alimentando la tensión de la gente entre fines y medios. El peso de la ética depende de los resultados en la política, pero no a cualquier precio.
Antanas, tengo mucha indignación para dar y convidar. Por esto no comprendo que, delitos de lesa humanidad como los crímenes extrajudiciales (mal llamados falsos positivos) y la violación a derechos humanos universales como las interceptaciones ilegales, la persecución, el hostigamiento (mal llamadas chuzadas del DAS) los cuales son del resorte de la responsabilidad política, ética y moral de Álvaro Uribe Vélez como Presidente, ampliamente censurados por usted y los miembros de esta colectividad durante la campana del 2010, sean hoy exculpados por un fin electoral del Partido Verde a través de Enrique Peñalosa.
Los no ilegales y los no corruptos no podemos hacernos los de la vista gorda y tragarnos el sapo verde de que aquí no pasa nada” o quedarnos en el “dejé así” y menos en el “están como exagerando”. Estoy convencida como usted que la justicia es superior a la venganza, pero mientras lo primero ocurre, me resulta impensable juntarme a tomar un café con un personaje como Álvaro Uribe Vélez y aceptar la anomia e impunidad social y moral. Mi única opción es ejercer la censura social para salvaguardar mi dignidad, ética y principios.  
“Claudia López ha hecho una radiografía de la injerencia paramilitar en las elecciones de Congreso del 2002 y las locales del 2003 y el 2007. El establecimiento colombiano, o fue ajeno e impotente ante actores locales armados convertidos en rueda suelta con aspiraciones políticas propias, o justificó el uso de métodos “desagradables” para conquistar fines como la seguridad y la reactivación económica.
La discusión entre Claudia y un gobernador [Luis Alfredo Ramos] ha sido de lo más interesante: ella ha mostrado técnicamente que él no necesitaba el apoyo paramilitar para ganar y, sin embargo, lo aceptó. Por supuesto, este se ha rasgado las vestiduras. Si le creemos a Williams [el filósofo Bernard Williams], sería clave, si lo hizo, encontrar evidencia de que fue con sincera repulsa. ¿Sintieron repulsión hacia los métodos que usaron los que tuvieron en sus manos la negociación del voto de Yidis? ¿Sintieron renuencia algunos líderes regionales cuando organizaron los primeros grupos paramilitares? Si no hay censura social, el mundo tenderá a utilizar y tolerar métodos indebidos. Williams opina que, si no hay repulsión moral, lo más probable es que el político vuelva a utilizar el “medio desagradable”, aunque ya no haya causa noble que lo requiera”.
“A la gravedad de la frecuencia de comportamientos ilegales se añade la gravedad de la frecuencia con la que ciudadanos no corruptos justifican la corrupción o la consideran normal ("que roben, pero que al menos hagan obras"). Eso es tanto como decir que como el 70% de los votos electorales del Uribismo están en Bogotá, pues aliémonos con este o él para llegar a la Alcaldía de la ciudad. Pueda que esto sea político, hasta legal si se quiere, pero es absolutamente inmoral y no es limpio con nadie. Ni siquiera con los Uribistas mismos.
“El TODO VALE es la peste de cualquier sociedad”, subraya Usted, pero además el relativismo su condena. Por esto salir de la ilegalidad no puede ser negociando el voto vital.
Tal vez esperé demasiado del Partido Verde y por eso me siento defraudada. Por esto hoy me siento incapaz de cumplir con algunos deberes en calidad de afiliada al Partido Verde. No puedo acatar las prioridades y orientaciones políticas del Partido adoptadas por sus Órganos de Dirección como es la de apoyar a Enrique Peñalosa a la Alcaldía de Bogotá. No puedo difundir las decisiones adoptadas por el Partido Verde ni velar porque se respeten y cumplan sus principios porque me resulta inadmisible e imposible de explicar a los demás el por qué de una alianza con el Álvaro Uribe Vélez. No puedo “acatar y cumplir las alianzas, coaliciones y todas las decisiones políticas de carácter general del Partido por encima de los intereses particulares”, porque no puedo traicionar mis principios éticos y morales que me impiden dar un beneplácito de aceptación, confianza y legitimidad a quien instauró para el país un proyecto político en contra de la ética, la moral, los valores y el respeto, cuidado y garantía a los derechos humanos universales.
No creo que, cómo con la lechuza muerta de un balonazo en un campo de fútbol,  con el apoyo de Uribe a Peñalosa estemos exagerando quienes no lo aceptamos desde ningún punto de vista. La sola duda de buscar o aceptar esa alianza que hoy es una realidad publicitada con quien para mí es y representanta un daño irreparable en la conciencia y sentido humano del país, insisto, es incongruente. No puedo fortalecer la ignominia social

“Hoy todas las interpretaciones son válidas y las palabras sirven más para descargarnos de nuestros actos que para responder por estos” nos advirtió Ernesto Sábato. Por esto, apreciado Antanas, además de pedirle una declaración clara, directa y precisa que exprese sin ambigüedades cual es su postura frente a la actuación de Enrique Peñalosa y no un comunicado gaseoso que recuerda unos Principios que ya no se quieren cumplir, mediante esta Carta que hago pública y de manera respetuosa por Usted, le presento mi retiro formal de afiliación al Partido Verde.
Continuaré como antes del Partido Verde, en el presente y en el futuro, defendiendo la legalidad democrática, el respeto por los derechos humanos y toda acción en la búsqueda de sus garantías impidiendo que EL TODO VALE se convierta en el imperativo de vida en nuestra sociedad.   
Siempre tendré una gratitud especial por Usted porque en la contienda electoral del 2010 su visión de la política, principios éticos y costumbres morales me devolvieron el lápiz, la voz y mi participación como ciudadana en los destinos de un país, para mí, crecientemente inviable.
Con aprecio  
Gloria,

13 comentarios:

Laventana dijo...

De acuerdo, que desilusión de los verdes, pero...se puede decir lo mismo sin usar tantas palabras. Lo bueno, si corto, dos veces bueno

Gloria Ortega Pérez /bunker dijo...

Gracias Laventana por el comentario. A veces me descaro, aunque hago el esfuerzo de escribir corto.

Unknown dijo...

Muy bien comparto plenamente tu comentario, volvemos a todo vale? Que tristeza....

Pedro Rivera dijo...

¿Será que las Directivas del Partido Verde se olvidaron de la Propaganda Negra de la #U en la Última Campaña Presidencial?

kathe jimenez dijo...

Comparto tu posición, todo se resume a que si Uribe se sube a la ola verde, nosotros nos bajamos, no podemos permitir que este personaje tan siniestro, represente los ideales con los cuales volvimos a creer en la democracia. Adiós al partido verde y a sus personajes que se vendieron al diablo por querer figurar en la política nacional.

Pedro Rivera dijo...

Si la #U se suma a la #OlaVerde la contamina con sus #Mañas

Isabel dijo...

A mi me quedó claro que Mockus es afin al proyecto uribista, desde su candidatura fracasada en 2002. Y de Peñalosa ni se diga. Fue su candidato en 2007; caí en el engaño. uribe tenía dos candidatos (como siempre un as bajo la manga) Con cara o sello Uribe ganó. Sergio es ferviente admirador y ejecutor de las políticas uribistas. Saludos.

DMP dijo...

Cada una de las letras que han devenido palabras y frases las comparto, me uno en total apoyo a cada uno de los argumentos que has planteado y, al igual que tu, mi indignación por tan nefasta actitud, por parte de Enrique Peñalosa, me lleva a tomar decisiones irreversibles y a (re)afirmar que en Colombia el panorama va a seguir siendo catastrófico y la posibilidad de cambio nula.

Pedro Rivera dijo...

Pero lo que NO se puede exigir es que el Partido Verde siga ciegamente al Polo Democrático, que es lo que dan a entender ciertos "politólogos". Estamos de acuerdo que fue una calavera la sumisión de Peñalosa a Uribe, pero NO podemos poner al Partido Verde en la Radical Izquierda.

Ian Kmylo García dijo...

La extensión en tu articulo es lo de menos, me uno a la opinión de los anteriores en el estar de acuerdo con tus argumentos, digamos que el asunto en cierta medida es emocional, ya que a algunos nos decepciono, una emoción nada agradable después de todo y la emoción en este caso exige extensión argumentada. Eso quería compartirles

Creo que loa mejor manera de decirlo, fue así tal cual lo citaste, nos sentimos traicionados

Gloria Ortega Pérez /bunker dijo...

Ian, gracias. Es emocional y racional... Sentipensante nada más. Un abrazo

ADRIANA R. dijo...

Me sumo al contenido de la carta, el TODO VALE para mi no vale. Primero debe primar la honradez, los valores morales y la decencia. La carta amerita ser extensa porque hay mucho que decir sobre el tema.

Pedro Rivera dijo...

Ojalá los Politiqueros lo entendiesen así, pero....

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