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sábado, 9 de junio de 2012

Camilo Durán, el tuitero @cduranca

Foto tomada de Internet archivo Caracol Radio
La leve resaca de tequila me la quitó Diana Montoya cuando encendí la radio y estaba comunicando en #Avivirquesondosdias que había fallecido el periodista Camilo Durán. ¡Ups! Un infarto. Tuvo que ser fulminante. Pensé en todos los conocidos y no contemporáneos suyos. Edad de riesgo, silencioso y sin aviso. 

Mi primer saludo del día tenía que ser inspirado en él “La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse", Joaquín Sabina ¡Buen día”. Después ir a releerlo a través de su TL. Lo primero que descarté fue que el periodista nos hubiera compartido en un desapercibido trino alguna mala señal sobre su salud. Seguro lo hubiera mencionado con ese ya tan escaso humor bogotano: acido, inteligente, fino, de mucha altura como era él, muy alto.  

Su última conversación en tuiter fue el pasado 7 de junio hablando sobre la música: “Nunca he logrado entender por qué en los conciertos de música clásica no se puede aplaudir entre dos movimientos!”,  le dijo a @Surikologa uno de sus contertulios en ese maravilloso y fugaz momento de los 140 caracteres en el que arrojó trinos como este: “Cuanto daría Paulo Coelho por esta frase: Todos tenemos la capacidad de ser mejores; basta con intentarlo!”.

Caracteres y carácter era lo que había en este periodista que madrugó no sé cuántas veces y durante muchos años para hablarle a sus oyentes sobre el macarrónico mundo de las finanzas, las bolsas, los créditos y también los descréditos, esos de la fauna nacional. Nunca lo escuchaba no porque no me agradara, sino porque lo sacrifiqué a él por no escuchar a los otros de ese mismo espacio. Sin embargo lo leí y disfruté mucho cada uno de sus tuits siempre cargados de contenido, buena gramática y reflexión. 

El 7 de junio fue el último día que estuvo entre nosotros desde que se unió a tuiter el martes 18 de agosto de 2009. Seguro tendría un significado especial que fuera ese día en el que se cumplieron 20 años del asesinato de Luis Carlos Galán. Así como hoy está cargado de especial significado uno de sus siete últimos trinos cuando a través del poeta y filósofo romano Lucrecio dijo: "No debemos preocuparnos por la muerte, pues nunca la experimentaremos”.  Como talvez tampoco nunca sabremos cuál fue su primer trino (después del número 3.200 veces la API de Twitter no “guarda” ninguno).

Los 140 caracteres de Camilo Durán, el tuitero @cduranca me permitieron ver a la persona que había en el periodista, qué lo desvelaba pero también lo que lo con-movía por la vida como la literatura. Era evidente que le apasionaba y disfrutaba trinar, siempre con mesura, pensando cada palabra, guardándose para el momento. Conoció y aprendió a moverse con esta herramienta como se dice, con la precisión de un relojero. “Dónde están los enemigos del Twitter? Cuáles son sus argumentos? Seguramente Guttemberg tuvo que escuchar opositores a la imprenta: jajaja”, trino alguna vez.

Pocas veces mencionaba en esta comunidad algo que fuera personal, de su vida íntima,  pero tenía trinos como: “La tusa es no pensar en alguien pero todo el día” o “Mi novia, que no es aficionada al fútbol, disfruta el Café Caracol. Cómo logra Peláez, me pregunta, ser tan amigo de todo el mundo?”. Otra cosa que caracterizó su TL era que nunca adjuntaba (bueno, está bien, casi nunca) un link para decir. 

Un tipo independiente, claro, directo, con un pensamiento propio que, evidentemente, no estaba construído solamente de titulares de prensa como casi todos en esa cabina sino que leía literatura, política, economía... materias con las que seguramente se transformaba todos los días y con las que además consiguió con-movernos a muchos más. Una persona de fondo y no solo de formas. “No es lo mismo pensar que opinar. Como no es lo mismo guisar que cocinar”, trinó.

Seguía el pulso de la noticia a través de las cuentas de periodistas como ‏ @nenarrazola @yeziddaniel @norbeyquevedo @gerespinel @rociofrancom y de los especialistas en investigación @DCoronell @GerardoReyesC @CeciliaOrozcoT @HELIODOPTERO @fidelcanoco y extranjeros como @jonleeanderson @martin_caparros También leía el TL de analistas, columnistas y opinadores entre ellos a @CLOPEZanalista @agaviriau @DanielSamperO @RSilvaRomero @GustavoBolivar... e incluía entre sus fuentes y medios a @lasilladice @CEPRI_Colombia @bbcmundo y @el_pais Disfrutaba igualmente de las cuentas de @elvira_bonilla @emccausl @MarceLaALarcon @amoralesan @dianaeme entre las 156 cuentas que seguía.

En los temas especializados y sin duda su pasión personal y profesional como la literatura, la economía y las finanzas seguía pocas cuentas: @andrewholes @mponsford @club_dante @MoisesNaim y @corredoresaso Igual fue con respecto a políticos y gobernantes: @JuanManSantos y @petrogustavo Por supuesto leía, seguramente con especial atención y mucho afecto las máximas filosóficas y profundamente espirituales de su hermano jesuita Vicente @vicdurcas (Vicerrector Académico Pontificia Universidad Javeriana). Descubrí, además, que compartimos el mismo gusto por la cocina con @sumitoestevez

Hay muchos trinos que se podrían seleccionar de Camilo Durán y cada uno hará y dirá lo propio como, seguramente (espero), lo hagan (será que más allá de la reseña) los medios análogos que hablarán de él. En Mis palabras, mi mundo @arkandria hizo una amplia selección de sus trinos. Yo les comparto estos otros y los invito a pasar por su TL para que lo conozcan y se reconozcan. Hoy se nos adelantó. También hoy dejé de seguirlo.

El Twitter ha hecho creer a algunos que la franqueza es igual a la sinceridad y que opinar es lo mismo que pensar.

Los congresistas discutiendo una reforma a la justicia son como los dueños de los bares discutiendo la hora zanahoria.

Luis Carlos Restrepo es de esas personas que se creen tan inteligentes que no consideran necesario entender lo que dicen.

Leer una columna de opinión con la cual estamos de acuerdo, es una de las más bellas manifestaciones de la libertad de prensa.

Para llegar al poder se requiere ambición. Para abandonarlo se necesita grandeza.

En Colombia el juez y el congresista infunden temor pero jamás respeto.

No hay que exagerar. Ni siquiera en la moderación.

El adulador es el excremento del poderoso.

Hay que ser soldado en el triunfo y general en la derrota.

A la salud hay que cuidarla. De lo contrario, corremos el riesgo de morir enfermos.

Prefiero un buen desacuerdo a un buen acuerdo.

La vejez comienza cuando es uno el que despierta al despertador.

En Colombia el juez y el congresista infunden temor pero jamás respeto.

Por sus trinos los conoceréis, se podría decir hoy. Voces en primera persona, con carácter y en carácteres que van por la vida y por la vía de la Internet fáciles de descubrir en twitter.

Un saludo fraterno a todos sus deudos, a su familia, a sus amigos y a quienes fueron sus seguidores en tuiter. Celebro su vida y lo que me compartió en esta comunidad donde se hace y se vive la libertad de expresión.

6 comentarios:

Adriana Velásquez Gaviria dijo...

Maravilloso relato de una personaje que sin duda deja huella en los colombianos y en Twitter indudablemente.

Gloria Ortega Pérez /bunker dijo...

Gracias por su amable comentario.Sin duda es una de las personas que dejan huella.

Álvaro Duque dijo...

Gracias por contribuir al recuerdo de un excelente tuitero.

Investigador Manuel Velandia dijo...

Esto sí es un obituario, rescatas y pintas a un ser maravilloso. Dicen las teorías que una realidad es multiversal, tantas explicaciones como seres tratan de explicarla; que la verdad es relativa y probabilística, y que algo es verdad cuando hay un consenso que así lo afirma.
Leyendo tus trinos pensé que este hombre debía ser amado por muchos, lo reafirmé cuando un aluvión de trinos minuto a minuto así lo corroboraba. Triné "será que hay que morirse para que la gente entienda que se es bueno en su trabajo y le recuerden con cariño", me aqueja la duda de por qué no le decimos a la gente maravillosa que lo es, mientras sigue viva... esto me llena de ti, sabes decirnos a quienes te amamos esas frases llenas de amor que nos conmueven y nos obligan a seguir siendo buenas personas. Un beso.

Gloria Ortega Pérez /bunker dijo...

¡Ay Manu! Que comentario más hermoso. No conocí nunca este personaje, solo lo leía. No se como era su vida privada, si amaba o era feliz, tampoco si ganaba mucho o poco, si era pobre o rico, de derechas o de izquierdas. Lo que se es que lo leía y que lo que escribía lo compartía mi alma sentipensante. Es verdad, debemos decirnos en vida que tanto nos admiramos, queremos e inluso no queremos. Gracias!

Anónimo dijo...
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