Si el presidente acata el fallo nosotros nos independizamos, dice niña raizal Ashley Fontalvo

Es una consagrada alumna y líder estudiantil. Se describe como "una persona especial, única, que se quiere a sí misma". Dice lo que siente y lo que piensa haciendo un uso preciso del lenguaje. Es menuda, inquieta, lectora, espontánea y su sonrisa lo ilumina todo. 

No entiende por qué Nicaragua "se quiere apropiar de algo que solo le pertenece a ella, a su familia y a sus ancestros".  

Raizal y nativa digital. Se mueve como pez en el agua en las redes de la Internet, y mejor aún, en el mar que la vio nacer. Quizás esto es lo que le permite vaticinar, con agudeza y sin dudas, la pronta liberación del archipiélago de Colombia. 

"Primero nos independizamos antes que regalar nuestro mar", dice con énfasis. Pero, ¿Y como será su desarrollo económico, social...? Le pregunto. "Con un nuevo modelo para el territorio", responde clara y directa,

"Donde hay dolor, hay un suelo sagrado"

Escribió Oscar Wilde. Y eso fue lo que sentí y pensé mientras atendía la chispeante y prístina reflexión de esta niña que comienza a vivir la adolescencia preguntándose en las redes [si] “nosotros los jóvenes somos el futuro de este departamento insular, ¿qué nos dejó el estado colombiano?” 

Cayo Roncador foto Ignacio Greiffenstein

Ashley Fontalvo Manuel es la tuitera @ashleyfontalvom. Llevaba algunas semanas ausente sin trinar porque, como me dijo en un DM: "señora Gloria mi papa me había quitado las redes hasta que terminara con buenas notas el colegio, pero ya estoy de vuelta, le daré más notis”. 

Por esto no conseguí conocer su opinión antes de que se produjera el fallo de la CIJ de La Haya sobre la soberanía de los Cayos y fronteras marítimas y submarinas limítrofes del archipiélago del Caribe. 

Ashley Fontalvo Manuel es hija, nieta y bisnieta de mujeres raizales. Una identidad y minoría étnica reconocida por la Constitución Política Colombiana, pero desconocida por el país continental y mucho menos respetada por todos los gobiernos de turno. Y no de ahora. Desde antes que se volviera departamento, hace 20 años, (Ley 47 de 1993), y por  los que vinieron después que pretenden meter al país todo en el mismo costal.

Cayo Quitasueño foto Ignacio Greiffenstein

Los raizales son, ancestralmente, Mar y Tierra, como se describen entre ellos. Tienen una lengua (creole), unos valores, una cultura y unas representaciones sociales que les son propias, únicas. Luis Fontalvo, el papá de Ashley, es en cambio “paña”. Una manera despectiva de llamar a los que son los isleños y hablan español.

Una vez terminó con éxito su cuarto año de bachillerato en el colegio de La Sagrada Familia, Ashley se metió de lleno en conocer la decisión y formar parte de las movilizaciones que se fueron gestando en la Isla para rechazar el fallo. También, para ocuparse de contarnos en tuiter lo que ocurría bajo su suelo sagrado: “Habitantes de la Isla de San Andres salieron a las calles a protestar contra el fallo adverso de La Haya”, trinó y adjuntó una foto tomada por ella de la marcha. 

Quiere ser escuchada. Quiere que se conozca lo que están pensando los jóvenes raizales. Por eso no duda en enviarle una mención al vicepresidente de Univisión el periodista  @DCoronell: “El Movimiento AMEN-SD [Movimiento Archipiélago por la Autonomía Étnica Nativa] desplegó bandera de la república independiente de San Andrés”, mostrándola en una foto.

Ashley vive con sus padres y hermanos en un barrio muy tranquilo y grande. "Mis hermanos son muy lindos y los quiero mucho". Dice que vive muy bien, pero piensa lanzarse a la junta de acción comunal del barrio porque le gusta ayudar a las otras personas. No habla de derechos, pero sí de soluciones. 

Su tío, a donde va a usar la Internet porque es muy costoso y en su casa no lo puede tener, es uno de los 311 pescadores artesanales registrados en la Secretaria de Agricultura y Pesca del Departamento cuya familia depende de su faenar diario por entre los Cayos del archipiélago. 

Sin utopías ningún joven puede vivir en una realidad horrible  

Escribió en su texto Antes del Fin dirigido a los jóvenes Ernesto Sábato. Para Ashley “es muy injusto lo que nos pasa”. Y aunque, como me contó, en el programa académico de sociales y geografía del colegio lo que les enseñan es más sobre el continente de Colombia y no sobre el Archipiélago, conoce el fallo de La Haya mejor que cualquier periodista. “Lo sé porque yo estudio, leo, me meto a la Internet y pregunto. Los cayos son muy bonitos y muy cuidados, hay bastantes peces y el agua es cristalina”.

Con el peso de una sentencia y la fuerza que otorga la claridad y seguridad que nos da la vida a los 14 años,  Ashley trina: “Si el presidente acata el fallo nosotros nos vamos a independizar, es solo cuestión de tiempo”.

“Si hemos de combatir, que Dios nos ubique en la mejor trinchera y en la batalla más justa”, escribió el escritor argentino Leopoldo Marechal. Esta suplica, quizás sea una de los pedidos que hagan el próximo 30 de noviembre los raizales e isleños, junto con los bautistas, católicos, adventistas, cristianos, testigos de Jehová y otras Iglesias protestantes cuando celebren el día del Santo Patrón, y una vez más, salgan a marchar 10 mil personas y más contra el fallo.

Foto by Ashley Fontalvo Manuel 

El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, islas, cayos, islotes y bancos que asoman en el Caribe suroccidental, a unos 720 km del noroeste del continente de Colombia y a 110 kilómetros de la costa nicaragüense, conmemoran en febrero de 2013 20 años de convertirse en departamento. 

Desde mayo pasado, y luego de conocerse que, para la canciller colombiana María Ángela Holguín con la decisión de La Haya se perdería "una minucia", el Movimiento AMEN, reactivó una antigua intención de gestar la realización de un referendo independentista en el 2015 y consultar a los votantes si aprueban o no que el archipiélago se independice de Colombia.   

El tribunal de justicia de La Haya ya fallo. Hoy se vuelven a escuchar y sentir las voces de la resistencia y la independencia, como la de Ashley, que buscan su autodeterminación, lejos del continente como han estado siempre.  

En Colombia necesitamos mirarnos y pensarnos más desde las minorías, vivir sus realidades para entenderlas. Quizás esto ayude a acompañarlas más solidariamente.

Ashley es sin duda una persona especial, única. Es posible que lo que ocurra en el archipiélago vaya a ser como ella lo siente. Se sabe que muchas utopías fueron futuras realidades. Lo imposible es lo que lleva a lo verdadero.

Para Ashley, su suelo y su mar, son sagrados. 

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