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jueves, 23 de septiembre de 2010

El derecho a pensar y opinar libremente

Jorge Briceño, alias ‘El Mono Jojoy’, era un criminal que hizo mucho daño a la sociedad colombiana, de eso no hay duda alguna. Pero, una cosa es "dar de baja" en un combate y otra muy distinta en una operación con 30 aviones, 27 helicópteros y 400 uniformados.  

¿Murió en combate? 

Esta pregunta y reflexión me ha generado amenazas nuevamente hoy. He sido señalada como "miembro de las Farc y su cómplice, todo lo cual me resbala. Como cuando Uribe. 

Hay muchas personas y no solo de izquierda (que además estarían en su derecho), que encuentran válido una sentada para conversar y desactivar la cadena criminal de esta guerra que involucra no solo a los bandos armados en conflicto, sino al negocio mismo de la guerra (armas, alimento, uniformes, medicinas, droga, etc.). 

El punto es que estas personas tienen todo el derecho de pensar y decir y creer que ese es el camino, pero no por eso los considero NI PERMITO que se les consideren como complices de las bandas criminales, ni criminales en sí mismos. 

Defiendo su derecho a pensar y decir lo que creen, así sea quizás "politicamente incorrecto". Considero más bien que quienes les impiden y violan este derecho violadores de los DH, el más fundamental el de pensar y opinar libremente. 

No celebro la muerte de nadie, pero si exalto el duro golpe dado a las FARC. Una cuestion no solo de semantica, sino de visión de la vida.