Quien no conoce la historia, tiende a repetirla. La venganza existe
en el alma de los colombianos. Esta manana escuche en la @lawradio una
entrevista con Lucero Suárez, sobrina del #MonoJojoy en la que reveló un
hecho en la vida de este criminal ser humano: Jorge Briceno, cuando
tenía 14 anos (puedo no recordar bien la edad, pero muy chico), su padre
fue asesinado y descuartizado en la época de los chulavitas, dijo esta
mujer humilde que no conce a su sobrino porque el ya se había marchado
cuando ella nació.
Los chulavitas!! Nada más ni nada menos
que los paramilitares del momento, grupos armados irregulares creados
por la policía con el respaldo del Partido Conservadores para refrenar
la ira e intenso dolor de los seguidores del asesinado Jorge Eliecer
Gaitán, y que dejaron muerte, desolación, horfandad, victimas y más
victimas en la que due, sin duda la masacre más brutal y sanguinaria con
300 mil personas asesinadas entre 1948/53.
Cuando escuché
esto olvidé los otros detalles de la entrevista, (entiendo que esta
senora no tiene dinero para reclamar los restos mortales de su sobrino),
y no he dejado de pensar en la vengaza como condición humana del
colombiano, venganza que se sustenta en la IMPUNIDAD que habita los
silencios y los miedos y los duelos no concluidos desde entonces y
seguro más atrás. Víctor Julio Suárez Rojas o 'Jorge Briceño' ingresó a
la guerrilla para vengar el asesinato de su padre. Y en ello se aplicó.
Paso de ser un buen "mensajero", protegido por Manuel Marulanda Velez,
conquistó de forma ascedente a sus distintos jefes hasta llegar a ser lo
que fue en esta organización: uno de los más sanguinarios colombianos
al servicio de las Farc.
Pero entre Víctor Julio Suárez
Rojas y Álvaro Uribe Veléz hay una historia común: la venganza contra un
"Otro" que les arrebató a su padre. El de Uribe, asesinado por las
FARC. Uno, cogió el camino de la guerrilla, guerrilla que surge como
resistencia civil, pero armada, para enfrentar el ejército irregular,
también armado, pero creado y amparado por el Estado, como en estos
tiempos. Los dos utilizaron la capacidad de sus organizaciones FARC -
ESTADO para vengar por la vía de las armas, el dolor indescriptible que
es el asesinato del padre, del líder, del rey, todo, porque la impunidad
se impuso, nunca hubo justicia y sus vidas humanas no fueron reparadas.
Dijo Lucero Suárez que lo poco que ella sabe de la historia de su tío,
también que sus parientes deben reclamar su cuerpo y darle sepultura. No
imagino, después de esta dramática manera de su muerte, vaya a
reaccionar su Germán Briceño Suárez, alias Grannobles.
La
única manera de terminar con esta espiral de venganza, es terminando con
la impunidad, cuando enfrentemos como sociedad, sin dilación y
semántica, la verdad, la justicia y la reparación del dolor, del
maltrato, de la exclusión del corrar al otro como si fuera menos que
menos. Nada.
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