Al último largometraje de la roñosa y cicatera historia de Colombia
hubo que pegarle una última escena extra después del montaje final del 14 de junio. Aunque de todo el largo fue la parte más fácil y rápida de rodar, este pedacito tomó siete días con sus noches y a un costo que rebasó su valor inicial.
La película era una más de las malas que se hacen
en el país. Antes de que iniciara su rodaje y desconociendo el guión y lo que tenía en mente su director, se sabía como sería el final de “La mala película de
la Reforma de la Justicia”.
No había pierde. Todo lo que empieza mal, termina mal.
Solo
dos semanas necesitó la periodista Jineth Bedoya para recoger información y emprender viaje a
Ecuador en busca de Carolina Garzón
Ardila. Sin duda con-movida desde el alma y llena de preguntas después de descubrirla
con asombro refundida entre los carteles de la masiva protesta del 3 de junio ¡Ni una Más! en el Parque Nacional de Bogotá.
La leve resaca de tequila me la
quitó Diana Montoya cuando encendí la radio y estaba comunicando en #Avivirquesondosdias que había fallecido el
periodista Camilo Durán. ¡Ups! Un infarto. Tuvo que ser fulminante. Pensé en
todos los conocidos y no contemporáneos suyos. Edad de riesgo, silencioso y sin
aviso.
Mi primer saludo del día tenía
que ser inspirado en él “La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil,
que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse", Joaquín Sabina ¡Buen
día”. Después ir a releerlo a través de su TL. Lo primero que descarté
fue que el periodista nos hubiera compartido en un desapercibido trino alguna mala señal sobre su salud. Seguro
lo hubiera mencionado con ese ya tan escaso humor bogotano: acido, inteligente,
fino, de mucha altura como era él, muy alto.
"El 25 de mayo de 2000 la periodista Jineth Bedoya [@jbedoyalima], que en ese entonces
trabajaba para El Espectador y hoy lo hace para El Tiempo, fue
secuestrada en la Cárcel de La Picota y posteriormente violada
sistemáticamente por miembros de grupos paramilitares. El 25 de mayo de
2012 Rosa Elvira Cely, quien trabajaba vendiendo dulces en el Hospital
Militar, fue engañada por un par de conocidos quienes luego de invitarla
a tomarse unos tragos la torturaron y violaron de formas tan
abominables que terminaron por causarle la muerte un par de días
después. La primera fue víctima de un siniestro carrusel de vejaciones y
torturas con el fin de silenciarla y acallar así la investigación que
venía realizando; la segunda fue víctima de un caso atroz de violencia
sexual por el simple hecho de ser mujer y haber tenido confianza en "dos
amigos de colegio". En ambos casos, ambas mujeres fueron víctimas de la
brutalidad de los perpetradores que exacerbaron su sevicia al estar
convencidos que las mujeres son "más débiles", menos sujetos de derechos
y por ende objetos para el disfrute masculino".Juan Felipe Echeverry.
Hoy no voy a hablar de
la señora Rosa Elvira Celys. Mis palabras son insuficientes para decir sobre su
abominable crimen y el dolor de su familia. Conocimos este hecho porque ocurrió en el emblemático Parque
Nacional, en el perímetro urbano de Bogotá, a pocas calles de algunos medios de
información y alcance financiero de sus beneficiosas posibilidades.
Tampoco escribiré de
Luz Martinez*, una muy bella y joven mujer madre de cuatro hijos, dos niños especiales
y otras dos niñas pequeñas, y que se ocupó durante dos meses de las labores
domésticas de mi hogar hasta cuando, una vez más, su marido la golpea brutalmente y casi acaba con su
vida. Quedó incapacitada y ya no pudo volver más.
Imposible no hospedar en este Blog la exquisita charla que Eduardo Galeano ofreció bajo el sugestivo título Sentipensar el fútbol el pasado 28 de mayo en el ciclo de encuentros y conferencias que organiza la Fundación Athletic Club en el país Vasco.
Galeano nos compartió en su texto Celebración de las Bodas de la razón y el corazón, el origen de la palabra Sentipensante que, además, la tomé prestada para nombrar este Blog y espacio en el que también soy sentipensante.
En Sentipensar el fútbolGaleano dice: … "yo no soy más que un mendigo de buen fútbol. Voy por el mundo sombrero
en mano, y en los estadios suplico: una linda jugadita, por el amor de
Dios. Y cuando el buen fútbol ocurre, agradezco el milagro sin que me
importe un rábano cuál es el club o el país que me lo ofrece"...
Dicho sea de paso, da gusto saber que estos clubes europeos tienen fundaciones dedicadas a formar en el deporte, en este caso, en el fútbol, pero desde una perspectiva universal, abierta, grande, en una palabra humanista, y no sólo en el marco de arbitros, reglas, escenarios o uniformes. Claro, en Colombia en otros ingredientes que ya sabemos y que no son nada edificantes.
El lenguaje, si es verdadero, tiene que sersentipensante, le dijo a Galeano un pescador colombiano, quien además cuenta que quiso ser un jugador de fútbol. "No nací queriendo ser escritor. Nací como todos los bebes uruguayos gritando gol. Cuando asomamos entre las piernas de mamá asomamos gritando ¡gol!. Esa es la primera palabra que pronunciamos y por eso las maternidades son tan ruidosas en mi país, Uruguay ... Porque están todos los bebes gritando gol, gol, gol..." .
El video (charla) es de propiedad de la Fundación Athletic Club y lo tomé prestada de Youtube. El fútbol es la pasión más universal de todas, dice Galeano.
Hinchas de los buenos futbolistas y más, disfruten de la charla de Galeano, Sentipensar el fútbol!!
Para Wislawa Szymborska una mujer, una poeta que iluminará todos los tiempos Foto by Bunkerglo Perigeo 05052012
Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad. Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco. Que no se enoje la felicidad por considerarla mía. Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria. Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado por alto a cada segundo. Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo el primero. Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa. Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo. Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco de un minué. Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño a las cinco de la mañana. Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces. Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua. Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula, inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre, absuélveme, aunque fueras un ave disecada. Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa. Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas respuestas. Verdad, no me prestes demasiada atención. Solemnidad, sé magnánima conmigo. Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola. No me acuses, alma, de poseerte pocas veces. Que me perdone todo por no poder estar en todas partes. Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos, cada una de ellas. Sé que mientras viva nada me justifica porque yo misma me lo impido. Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas y que me esfuerce después para que parezcan ligeras.
Supe de la existencia de esta gran mujer y poeta a través de Ryszard Kapuscinski. Los especialistas dicen que es (murió el 1 de febrero de 2012) una de las grandes voces de la lengua Polaca de todos los tiempos. Le he leído ensayos, critica, poesía. Profunda, trascendental, filosofa sin proponérselo, claro, como los GRANDES poetas. Fue Premio Nobel de Literatura 1996. Los invito a buscarla y conocerla. Aquí una entrevista.
La realidad exige
" La realidad exige
que también mencionemos esto:
la vida sigue.
Continúa en Cannae y en Borodino,
en Kosovo Polie y en Guernica.
Hay una estación de gasolina
en una pequeña plaza de Jericó,
pintura fresca
en los bancos del parque de Bila Hora.
Las cartas se cruzan
entre Pearl Harbor y Hastings,
una camioneta pasa
debajo del ojo del león de Queronea,
y los florecientes huertos cerca de Verdún
no pueden escapar
al atmosférico frente que se aproxima.
Hay tanto Todo
que la Nada se esconde casi gentilmente.
La música brota
de los yates anclados en Accio
y las parejas bailan en las cubiertas bañadas por el sol.
Hay tantas cosas sucediendo siempre
que deben estar pasando en todas partes.
Donde no hay ni una sola piedra en pie
vemos al Hombre de los Helados
rodeado de niños.
Donde Hiroshima estuvo
Hiroshima está de nuevo,
produciendo cosas
para el uso de cada dia.
Este terrible mundo no está desprovisto de encantos,
de las mañanas
que hacen inestimables los despertares.
La hierba es verde
en los campos de Maciejowice,
y salpicada de rocío,
como es lo normal de la hierba.
Quizás todos los campos son campos de batalla,
todas las tierras lo son,
las que recordamos
y las que se han olvidado:
los bosques de abedules, cedros, abetos, la blanca nieve,
las amarillas arenas, la gris grava, los iridiscentes pantanos,
los cañones de negra derrota,
donde, en tiempos de crisis,
puedes esconderte debajo de un arbusto.
¿Qué moral sacamos de esto? Probablemente ninguna.
Sólo la sangre fluye, secándose rápidamente,
y, como siempre, unos cuantos rios, unas cuantas nubes.
Sobre trágicos pasos de montañas
el viento vuela sombreros de cabezas inconscientes
y no podemos evitar
reír de eso." Wislawa Szymborska
Después de cuatro
días aún es incierta la suerte del periodista Roméo Langlois quien, al parecer, fue
herido durante un combate entre fuerzas del ejército colombiano contra el Frente
15 FARC-EP en el sector de la Unión Peneya, área rural del municipio de La Montañita en Caquetá el sábado 28 de abril.
Roméo Langlois es
un periodista que lleva un poco más de diez años viviendo en Colombia en
calidad de corresponsal de France 24 y Le
Figaro, televisión y prensa gráfica de
Francia, según han informado algunos medios.
Gay Talese con Luis Sarmiento, director portal Terra en Colombia foto by Bunkerglo, 25FilBog abril 21 de 2012
Tiene 80 años y
una vitalidad aún generosa. Elegante pone su sombrero delicadamente en el piso y después de la primera pregunta van saliendo una a una sus palabras para contarnos, sin
simulacros ni pretensiones, cómo fue qué se hizo periodista.
Este norteamericano de padre Italiano es una de esas leyendas vivas del periodismo cuya coherencia y consistencia -según comentaron sus asiduos lectores-, hacen que se convierta en referente obligado del buen periodismo.